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MasterChef 12 | La advertencia de Samya a sus compañeros: "No sé qué se piensan. Yo cocino"

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Samya triunfa con su plato dedicado a María de MasterChef 12

Samya es una de las aspirantes de MasterChef 12 que más está dando que hablar. En dos programas, hemos visto que es de esas personas que no se callan cuando ven que algo no les cuadra. De ahí su discusión con Celeste en el estreno o su acusación de falsos a María y Alberto. Pero en este tercer programa, la joyera ha dado un golpe sobre la mesa al ser nombrada la mejor de la primera prueba y ha demostrado por qué entró en MasterChef: "No sé que se piensan. Yo cocino". 

La col rellena de carne, patata y coliflor de Samya no dejó indiferentes a los jueces, que no se ahorraron ni una sola palabra de reconocimiento. Pepe arrancó con un conciso "está bueno" y Samantha continuó poniendo en valor lo rico que estaba su plato. Jordi por su parte lo calificó como un buen plato, si bien es cierto que le pidió controlar el despertar de las especias: "Hay que tostarlas un poco más". Tras valorar el resto de los platos, los jueces lo tuvieron claro: "La mejor de este reto es Samya". Con la confianza que liderar una prueba, la joyera quiso advertir a sus compañeros: "Seguro que les ha dado rabia que sea la mejor de la prueba de hoy. Habrán pensado si esta que no tiene ni idea de cocina cómo es posible que haya hecho un plato que esté bueno. Habrán pensado mil cosas pero no me lo van a decir. Recordad: son unos falsos". 

El delantal de la segunda oportunidad

Lo que Samya no sabía era la importante recompensa que ganar esa prueba tenía: el delantal de la segunda oportunidad. Hasta ahora en MasterChef habíamos visto el delantal dorado, pero este es beige, es el delantal de la segunda oportunidad. Significa que el día que Samya sea eliminada, tendrá que abandonar, pero el delantal te da derecho a volver a convertirte en aspirante de pleno derecho otra vez a la semana siguiente. Eso sí, sólo ella sabía de este privilegio y tenía que mantener el silencio. Si se lo comunicaba a sus compañeros, sería expulsada automáticamente. Con una sonrisa pícara, Samya aceptó las reglas: "Me encanta". 

Samya gana el delantal de la segunda oportunidad

Y para confirmar que su plato no era un espejismo, Samya, que trabajó en exteriores con el equipo perdedor, se escapó de la eliminación en las batallas. En el primer cocinado no dio con el punto exacto de las yemas de Santa Teresa, pero los bollitos de Santa Inés los bordó. "Están bien, ligeritos y tostaditos", recalcaron Samantha y Jordi. Minutos después, Samya subía a la galería ya salvada y lanzando un nuevo mensaje: "He venido aquí a aprender, cada cocinado es un reto y me esfuerzo a tope para sacarlo. De aquí no hay quien me mueva".