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Pepe Mompeán: "Tomás Luis de Victoria es tan cercano en el tiempo como Rocío Márquez y Bronquio"

  • El director artístico del FIAS ha visitado la Casa de la Radio como invitado a La Hora Azul, presentado por Jon Bandrés y Lidia Cossío
  • El festival, que se celebra del 15 de febrero al 19 de marzo, incluye 36 conciertos, 31 de ellos estrenos
  • Puedes escuchar el programa completo en La hora azul

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Prometen imaginación y renovación en un festival ya consolidado en el circuito y que celebra su 34ª edición. Pepe Mompeán vuelve a asumir la responsabilidad que supone la dirección artística del Festival Internacional de Arte Sacro, FIAS, en Madrid, que ofrecerá 36 conciertos hasta el 19 de marzo. Las propuestas, como acostumbran, combinan el rigor interpretativo con la experimentación musical, la música de Tomás Luis de Victoria con la del futurismo de Rocío Márquez y Bronquio, el siglo XVI con el XXI... Una amalgama de posibilidades que han conseguido darle el carácter único a este evento. A Pepe Mompeán, que ha hablado para Radio Clásica en La Hora Azul, le "gustaría ver muchos más festivales como el FIAS" porque hacen “una apuesta por la imaginación a la hora de programar, de buscar músicas, de plantear estrenos". De hecho, de los 36 conciertos previstos, 31 lo son.

Algunos artistas repiten en el festival. Es el caso de la formación El Gran Teatro del Mundo, dirigida por Julio Caballero, encargada del concierto inaugural dedicado a Marc-Antoine Charpentier. Otra que ya conoce el FIAS es Cantoría, dirigida por Jorge Losana o El León de Oro, dirigido por Marco Antonio García con un programa dedicado a maestros flamencos de la corte de Felipe II. También se ha reservado espacio para las arias alemanas de Haendel interpretadas por la soprano portuguesa Ana Vieira Leite junto a Concerto 1700, dirigido por Daniel Pinteño.

También hay formaciones que se estrenan en el FIAS: la franco alemana Aux Pieds du Roy, dirigida por el flautista Michael Form, con un programa entre la especulación y la reconstrucción de varias obras de Bach; el contratenor Nacho Castellanos junto al proyecto Gato Murr con himnos religiosos y odas de Henry Purcell; el ensemble argentino Da Tempera Velha, con el laudista Ariel Abramovich y los cantantes Florencia Menconi, Jonatan Alvarado y Breno Quinderé, viajando a la época fundacional de la polifonía en castellano. Primera vez en el festival también para la formación madrileña La Spagna, dirigida por Alejandro Marías, que se presentan junto a la soprano china Jiayu Jin, con un concierto sobre el compositor italiano Giacomo Carissimi, Barbara Strozzi, Luigi Rossi o Bellerofonte Castaldi.

La lista no termina aquí porque, como cuenta Mompeán, "hay un apoyo incondicional a los grupos musicales españoles de música antigua -con unos criterios de calidad innegociables- a los que damos la oportunidad de mostrar su trabajo en España". Esto es motivo de satisfacción para el director artístico del FIAS, "haber dado la oportunidad de tocar, en muchos casos, a grupos que han dado su primer concierto con público con el FIAS y verlos después consolidados y dentro del circuito de festivales donde nos se les discute su valor ni su talento" hace que no “pueda estar más contento". 

Toda esta variedad de grupos, nuevos y ya consolidados, de géneros variados y de corte tan distinto, tiene un motivo y es que "un festival es la mejor manera de descubrir grupos, intérpretes, músicas y maneras de interpretación. Es una oportunidad única de juntar todo el talento que tenemos ahora mismo". Siempre ha tenido claro, además, que "había un público que buscaba este tipo de festival" que han "ido construyendo poco a poco" y que el director artístico del FIAS define como "un público intergeneracional que van picando, va encontrando propuestas que, a lo mejor a priori, no estaban cerca de sus intereses pero que, al final, dentro del marco del festival, se abren a nuevas propuestas como electrónica o flamenco futurista. Al final esto se convierte en una garantía".

Dentro de esa programación más vanguardista se encuentra Duende Madrid, proyecto de Jorge Pardo y Juan Habichuela, en el que se han unido a algunos de los mejores músicos del flamenco-jazz afincados en Madrid. En esta lectura radical del flamenco actual no faltarán Rocío Márquez & Bronquio con su aclamado disco Tercer cielo. Además, la tradición y la experimentación más actual se encuentran también las propuestas inclasificables de Refree, Clara Peya, Daniela Pes, Vicente Navarro, Amorante y Matt Elliott. Una apuesta que no le gusta definir como arriesgada sino como una apuesta para buscar talento y nuevas formas "dentro del marco del festival de esa reflexión sobre la sacralidad y los límites de lo sagrado en el mundo contemporáneo".

Estos conciertos se desarrollan, además, en espacios únicos en los que no es habitual tener público ni intérpretes por esa búsqueda de "ofrecer los conciertos en los mejores espacios por su acústica y su valor patrimonial" y por eso colaboran con Patrimonio Nacional, porque les permite "llevar estos conciertos a los lugares más idóneos" como, por ejemplo, la celebración de tres en la capilla del Palacio Real y dos en la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación.

FIAS también selecciona grupos provenientes de otros países, “poniendo especial atención a la música lusa”. Dos presencias importantes son Officium Ensemble y Arte Minima, dos formaciones de polifonía ibérica centradas en la recuperación de músicos portugueses. "Hay compositores que son una maravilla y que pertenecen al siglo XVI y XVII de una belleza descomunal y sorprendente", algo que encaja con "otro de los objetivos a la hoa de programar, que es mostrar repertorios poco habituales en España, trabajar con compositores poco conocidos o con obras que no son habituales".

En definitiva, el FIAS es un festival que prefiere prescindir de etiquetas y que, en palabras de Pepe Mompeán, "responde a mis gustos y a lo que yo tengo en la cabeza como gestor del festival. A mí me gusta la música, la del siglo XII y la creada en la actualidad. Creo que las etiquetas restringen mucho a la hora de acercarse a un mundo tan amplio y con tanto talento como el que vivimos ahora mismo, donde son los propios músicos los que juegan con la ruptura de esas etiquetas, de los límites, y lo que necesitan es un público que esté en ese nivel".