Carmen Lomana cuenta cómo fue su primera vez con un juguete sexual
- Durante su conversación con Xavier Sardà, Carmen Lomana relata la primera vez que tuvo en las manos un vibrador
- La empresaria y coleccionista de arte se llevó un susto tan tremendo que lo encerró en un lugar inverosímil
Durante la edición de ‘La Gran confusióndedicada a la vecindad, a las relaciones vecinales, a los conflictos de escalera y las historias de rellano, la experta en protocolo, empresaria y coleccionista de arte Carmen Lomana ha contado algunas de sus experiencias con vecinos que han levantado gran sorpresa entre comentaristas y público asistente.
El tema central del programa que presenta Xavier Sardà ha versado sobre si somos buenos vecinos y si tenemos, en general, buenos vecinos. Carmen Lomana ha detallado los diferentes destinos en los que ha vivido y la gran variedad de vecinos y vecinas que ha tenido y le han hecho vivir algunos momentos especiales, hilarantes y también otros rocambolescos e incluso de un cierto miedo.
Carmen Lomana repasa los vecinos que ha tenido en sus diferentes casas Jose Bellido
Sin embargo, el momento más inesperado de la intervención de Carmen se ha producido cuando discutía con Loles León sobre la idoneidad como amante del actor Jeremy Irons. Ambas han afirmado que el actor ha entrado en una edad que le resta interés erótico y Loles ha contado que prefiere un vibrador para sus relaciones íntimas.
En ese momento, Carmen Lomana ha relatado cómo fue la primera vez que tuvo contacto con un succionador de clítoris. Ha confesado que al ponerlo en marcha le dio un susto tan grande que lo apagó y lo encerró en su caja fuerte. Tal fue el temor que le infundió el juguete sexual. Sin embargo, en la cena posterior con las amigas que le habían regalado el dispositivo decidió cambiar su postura y darle una oportunidad.
Carmen Lomana desvelo lo que le ocurrió la primera vez que probó un juguete erótico Jose Bellido
Durante la conversación, Carmen también ha relatado algunas aventuras vividas en sus múltiples casas. La empresaria y experta en protocolo también ha narrado otras vecindades peculiares, como las de sus amigas travestis en la calle Fortuny de Madrid, y con las que, a pesar de las muchas cosas que les separan, también mantiene una relación excelente. Hasta el punto, incluso de haberles dejado vestidos elegantes para ir de comunión o zapatos de tacones porque a una de ellas le habían robado los suyos mientras hacían la calle
En otra ocasión, según ha contado la coleccionista de arte, se hizo amiga de un vecino de Marbella que resultó ser un narcotraficante. Además, otro de los vecindarios más curiosos en los que ha vivido ha sido el exclusivo barrio residencial de Chelsea, en Londres, en el que, a pesar del estatus económico de la mayoría de los vecinos, ha contado que había muchas personas de estética gótica muy poco convencional.
La Gran Confusión