Gustavo Santaolalla regresa a los escenarios en formato sinfónico
- El compositor elige España para ofrecer sus primeros conciertos desde que empezó la pandemia
- Se pueden escuchar sus canciones con arreglos sinfónicos
- Las bandas sonoras de películas y videojuegos complementan el programa
El compositor, músico y productor musical Gustavo Santaolalla vuelve a los escenarios y lo hace en España con un gira de tres conciertos que le llevará hasta el Teatro Cervantes de Málaga el 12 septiembre, el Auditorio Nacional en Madrid el 17 de septiembre y el Palacio Valdés de Avilés el 25 de septiembre. Unas citas en las que repasará su carrera artística a través de una selección de canciones y bandas sonoras arregladas para orquesta sinfónica. Este formato no es algo que haga habitualmente. Cuando se sube a los escenarios, lo hace con su formación Bajofondo. Incluso estrenará algunas piezas compuestas para el videojuego The last of us.
Ha explicado en De pe a pa que está entusiasmado con el regreso a los escenarios, después de la situación provocada por el Coronavirus y hacerlo en Andalucía especialmente, ya que su abuelo paterno era andaluz. Así como la actuación en Madrid, ya que el Auditorio Nacional fue uno de los primeros lugares donde tocó en España con Bajofondo, su grupo.
"No te puedo decir la experiencia (de reencontrarse con el público) porque todavía no la he vivido, pero me imagino que sí. Lo que debe ser tan extraño tocar en un teatro donde hay muchos asientos que están vacíos y otros no". "La conexión siempre que produce el participar en un evento donde se está haciendo música con la gente presente, ese intercambio es único y por más que haya la posibilidad de ver vídeos y de todos los accesos que hoy tenemos en la música. Esa cosa de escuchar a alguien haciendo música en vivo es única".
Medio año fuera de casa
Hasta la llegada del Coronavirus, la vida de Santaolalla se dividía en algo más de seis meses fuera de casa o la otra parte del año estaba en Argentina. Allí tiene una bodega de vino y diferentes proyectos musicales. Haber pasado casi dos años "en un mismo lugar ha sido muy interesante, muy revelador en muchos sentidos": "Todos esos cambios siempre son buenos si uno los sabe aprovechar. Siempre hay cosas para aprender". Ha señalado que no ha parado de componer y de "estar involucrado en muchos proyectos"
Componer para 'The last of us'
Describe la posibilidad de escribir música para un videojuego tan popular como The last of us como "increíble". Ha tenido "la suerte de poder conectar" con distintas generaciones y en su público se encuentra gente de edades muy diferentes. Ha destacado cómo se sorprenden los de 12 o 13 años porque él también canta y se interesan por otras facetas de su vida musical.
Las compañías discográficas le habían propuesto en diferentes ocasiones componer música para videojuegos, pero él es "bastante particular para elegir los proyectos en los que me involucro". Decidió hacerlo, cuando conoció a Neil Druckmann, su creador. Santaolalla no es un gamer, aunque tiene un hijo que sí lo es. Disfruta "mirando", pero es "muy malo para jugar"
No tiene claro cuál es la relación que llegan a tener los "fanáticos" del videojuego con la música. No sabe si es "porque pasan tanto tiempo y porque las relaciones son tan profundas" y ha añadido que "hay mucha gente que llora jugando al juego en determinados momentos. No sé si es por eso, pero la conexión que tiene esta gente con la música es profunda".
El ronroco y el cine
Santaolalla es el responsable de que un instrumento como el ronroco se haya popularizado tanto a través de la película The insider dirigida por Michael Mann. La relación del compositor con este instrumento de la familia de los charangos empezó mucho antes, cuando compilaba grabaciones suyas con este y que no salían a la luz. Un día se animó, le entregó estas canciones a Jaime Torres, un intérprete de ronroco que le fascinaba. Mostrarle estas músicas, le provocaba una situación embarazosa: "Yo toco con una técnica mía que se asocia más quizás con lo que Estados Unidos se llama fingerpicking que no tiene nada que ver con la técnica que utiliza la gente que toca ese instrumento en un contexto más folklórico y original". Unos días después Torres le llamó, le dijo que era "maravilloso" y que no existía tal técnica para interpretar el ronroco: "No hay ninguna regla de cómo se tiene que tocar y tú le has encontrado el espíritu al instrumento".
Estas canciones se transformaron en un disco que le abrió las puertas al cine. Cuando llegó un día al estudió, había llamado el cineasta Michael Man por el tema "Iguazú" que lo quería utilizar en su película The insider. Le dijo: "¿Qué vas a hacer con esto?". "Siempre adoré el cine, siempre me han dicho que mi música era muy visual". Se le "abrió" la cabeza, cuando vio lo que se podía hacer con su música.
Una amiga en común que tiene con el cineasta Alejandro González Iñarritu, empezó a hablar al uno del otro. Aún no había hecho música para largometrajes, ni había leído un guion, ni había visto un corte de la película. Incluso estuvo a punto "de casi no hacer la película porque estaba tan atareado". Una noche se despertó y empezó a pensar: "¿Y si es un genio?" o "¿Y si la película es increíble?". Llamó a su asistente y les dijo: "Si vienen y me muestran la película, los voy a considerar". Fue el director y le puso los 10 primeros minutos de la película. Se miró con su socio ingeniero y le dijo: "Tenemos que hacer esto".