La Cuenca, un lugar en el mundo
- Viajamos hasta La Cuenca ... ¿sabes donde está? Te lo enseñamos
- La familia Bosch ha construido un hotel rural y vive su vida en torno a él
- Todos los detalles sober su historia en España Directo
La Cuenca (Soria) aparece sin esperarlo, detrás de un puñado de curvas. Es una visión teatral, porque al llegar sientes que se ha abierto el telón. En un año normal, en un invierno como tantos otros, viven dos personas. La pandemia ha traído a los mayores del lugar a refugiarse en su casa de toda la vida. Así que este 2021 las calles de este pueblo soriano viven el frenesí de una decena de vecinos.
La Cuenca pueblo cropper
Desde el pasado mes de septiembre, Ana Bosch y su matriarcado han sumado de un plumazo tres personas a ese censo. Dejaron Valencia, una ciudad de 2,5 millones de habitantes, para vivir en este pueblo diminuto a 400 kilómetros de casa.
A Ana le rondaba por la cabeza un cambio, después de haber dejado un trabajo muy estresante en la banca. La Covid le dio el empujón que necesitaba. “Pensé en un año sabático. Alquilar una casa y aclarar mis ideas”, cuenta en un rincón ahora desierto. “Cuando llegamos no vimos nadie, a nadie. Pregunté, incluso, si había alumbrado en las calles por la noche”, rememora.
Nacimiento de un hotel rural cropper
Lo preguntó después de visitar dos casas bonitas de este pueblo que es Bien de Interés Cultural (BIC). Una de ellas era una casa de alojamiento rural. “Nos encantó nada más verla. Estaba muy cuidada, con mucho estilo. Antes de salir de la provincia de vuelta a Valencia ya estaba llamando para decir que me interesaba”, cuenta Ana. Hoy es la gerente del Hotel Las Musas, que es también su hogar. “Al principio, no pensamos esto como un proyecto de vida, pero ahora estamos muy contentas”, asegura convencida. Su madre Isabel es su gran apoyo. ¿Echas de menos Valencia? “No. Tengo aquí a mi hija, a mi nieta…” No le falta nada. ¿Cómo se vive sin tienda, sin supermercado? “No tengo problema. Mi hija me lleva a Soria, que está a 25 kilómetros. Los martes viene el frutero…”, asegura Isabel. Hay lugares que, en realidad, son personas.
¿Por qué tiene esa magia? cropper
Ariadna tiene tres años y también parece estar muy integrada. No para de corretear. Y se echa a los brazos de Laura, una vecina de toda la vida, en cuanto la ve. ¿Qué os parecen las nuevas vecinas? “Estamos encantados”, asegura en la puerta de casa. La niña era también una buena razón para el cambio. “Quería que Ariadna pisara el barro y eso en una ciudad es muy difícil”, explica su madre. “Es un cambio de vida total, pero no me arrepiento. No volvería atrás”, dice convencida. Han encontrado en La Cuenca su lugar en el mundo.
LOS PERSONAJES
EL PAISAJE
En los alrededores llanos de La Cuenca hay una encrucijada de caminos. Seguro que los frecuentan los corzos. El paisaje verdea en una primavera que quiere explotar con fuerza. La piedra dorada se adueña del caserío, tan cuidado, tan bonito que fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural). Las casas están arregladas, sobre todo, para el verano y fiestas de guardar.