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8M: Día Internacional de la Mujer

Hasta en el espacio exterior hay techo para las mujeres

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8M: Mujeres pioneras en el espacio exterior

Ser mujer y astronauta no es un binomio sencillo. Los datos son aplastantes. De los 566 astronautas han viajado al espacio, tan solo 65 han sido mujeres, lo que representa un 11,5%. Desde la llegada del hombre a la Luna, hace más de medio siglo, la carrera espacial no les ha dejado hueco a ellas. No es hasta 2024, con la vuelta de la humanidad al satélite, cuando está previsto que las mujeres lleguen. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, en ‘La Hora de la 1’ hemos querido recordar a aquellas que dieron los primeros pasos por el espacio exterior y empezaron a cambiar el mundo. Valentina Tereshkova. También nos acercamos a los proyectos actuales que pretenden que esta infrarrepresentación sea cosa del pasado.

Las pioneras en el espacio

La cosmonauta rusa Valentina Tereshkova fue la primera mujer en ir al espacio exterior. Fue seleccionada entre casi quinientos aspirantes y cinco finalistas. Se convirtió además en la primera civil que lo hacía. Fue "hija de la guerra" y conoció lo que es el frío y pasar hambre. También fue obrera textil pero, guiada por el deseo de volar, consiguió hacerse paracaidista. Tereshkova tuvo que empezar por lo básico, aprender la técnica cosmonáutica y continuar por ser discreta porque ni su madre debía saber a qué se dedicaba exactamente. Su trabajo la llevó a completar 48 órbitas alrededor de la Tierra, es decir, registró más tiempo de vuelo que la suma de todos los tiempos de todos los astronautas estadounidenses que la habían precedido.

Aunque estaban previstos más vuelos en los que participaran mujeres, pasaron 19 años hasta que otra mujer, Svetlana Savítskaya, pudiera seguir sus pasos. En los años 80 fue la propia Tereshkova quien volvió e hizo un paseo espacial de tres horas y media desde la estación espacial Salyut 7 de la URSS.

64 mujeres ya han sido astronautas y otras se preparan para seguir su estela

Las hazañas de la rusa, ahora retirada y con 84 años, también la han llevado tener un cráter de 31 kilómetros con su nombre en la Luna. Pero, lo más importante, se convirtió en maestra del resto de cosmonautas de la siguiente generación y en referente para todas aquellas que ahora quieran soñar con hacer lo que ella hizo.

A Tereshkova y Svetlana Savítskaya, le siguió la física y astronauta de la NASA Sally Ride, que se convirtió en la primera estadounidense en alcanzar el espacio exterior en 1983. Venía de ser experta con la raqueta de tenis pero, a finales de los setenta, respondió a un aviso de prensa solicitando voluntarios para viajar fuera de la Tierra. Respondió ella y casi cuatro mil personas más, pero se llevó el premio gordo: comenzar su propia carrera espacial.

Licenciada en la Universidad de Stanford, Ride viajó en el transbordador espacial Challenger como parte de la misión STS-7 que desplegó dos satélites de comunicaciones. Ese solo fue el inicio de las más de 343 horas en el espacio que acumuló antes de dejarlo para ser profesora en la universidad donde había estudiado.

Fallos en la integración

Ser mujer y ser astronauta es difícil. No solo lo muestran los datos, también algunas de las situaciones que han tenido que vivir estas pioneras. Una de las más representativas es la que tuvo que sufrir Ride que descubrió que los propios ingenieros de la NASA no sabían realmente cómo era una mujer ni lo que representaba. En su viaje, previsto para seis días, le preguntaron si le bastaría con 100 tampones en su equipaje. A eso se unieron los problemas con el diseño de su traje ya que los ingenieron no sabían exactamente cómo -ni por donde- orinaba una mujer.

Un error logístico que, aunque se pueda pensar que era cosa de la época, se volvió a repetir treinta años después: en 2019. Fue en el primer paseo espacial en el que solo participaban mujeres astronautas. El anuncio del acontecimiento lo hizo la agencia estadounidense (NASA) a bombo y platillo pero, finalmente, se tuvo que cancelar por falta de trajes de la talla de Cristina Koch y Anne McClain. Solo había una talla M por lo que a McClain la tuvo que acompañar un hombre y no Koch como estaba previsto. Eso sí, el paseo se hizo meses después, pero se hizo.

Por más mujeres en el espacio

Muchas son las personas que trabajan para que cada vez haya una presencia mayor de mujeres en la ciencia. También en el espacio. La NASA se ha propuesto el objetivo para 2024 de que haya una mujer en la luna. La Agencia Espacial Europea (ESA) también busca aumentar la presencia femenina entre sus filas. Anima a todas a presentarse al proceso de reclutamiento de astronautas cuya convocatoria se abrirá el 31 de marzo y estará vigente hasta el 28 de mayo.

Es un proceso de selección histórico pues solo ha habido tres desde que se creó el organismo. Su objetivo es incorporar al cuerpo europeo de astronautas, ahora mismo integrado por seis hombres y una mujer, “al menos a cuatro y hasta seis personas y hasta 20 reservas”. La nueva flota está previsto que se anuncie en octubre de 2022 y sus primeras misiones tendrán como destino la Estación Espacial Internacional, Marte y la Luna, según han informado desde el organismo. Quizá, entre esos aspirantes esté una mujer que haya decidido ser astronauta siguiendo los pasos de Valentina Tereshkova ya que, cuando hay referentes...hay futuro.