Joshua: el aprendiz sale de su zona de confort
- El aprendiz se ha superado en cada reto que le han propuesto
- Ha sabido innovar y sorprender a los jueces
- El reeencuentro con su padre, uno de los momentos más emocionantes
Se estaba preparando para ser Guardia Civil, pero si algo ha demostrado Maestros de la costura es que el camino de Joshua debe ser el de la moda. El aprendiz no solo ha salido de su zona de confort, aprendiendo mucho más de lo que ya sabía hacer, sino que ha innovado y sorprendido a los jueces, que han considerado que fuera uno de los finalistas de la tercera edición.
Toda una lucha para llegar hasta aquí
A Joshua, de 28 años y de Las Palmas de Gran Canaria, le ha costado mucho llegar hasta esta final. Exactamente, pasar los tres castings de las tres ediciones. En el 2017 no le seleccionaron en el primer casting, mientras que en la segunda edición se quedó en Madrid, a las puertas de entrar, y eso que compró el billete para ir sin saber si le iban a llamar. Estar en el concurso era su sueño, y eso mismo hizo este año. Por eso se emocionó en la seminifal, pero también en la primera valoración buena que le hizo el jurado.
Un vestido que hizo demostrando todo lo que sabía hacer, y que dedicó a su padre, con el que tiene una relación muy especial y se reencontró durante una prueba. Para él, su padre es muy importante porque siempre le ha apoyado desde que empezara a coser "hace ocho o nueve años".
El acabado perfecto
Si algo también ha caracterizado a este aprendiz, que sueña con vestir a Beyoncé, han sido sus buenos acabados en cada prueba. Esta buena predisposición siempre en sus elaboraciones, le llevó a hacerse con el mandil dorado que le daba la inmunidad en ese programa.
Ser el mejor en muchas ocasiones le ha llevado a ganar privilegios en las pruebas de eliminación. Uno de estos ha sido coser junto a uno de los jueces de Maestros de la costura: Palomo Spain. Eso sí, como dijo en su presentación, su favorita es María, la primera a la que siguió en redes, y el que más repeto le da es Caprile.
Un aprendiz competitivo
Como decíamos al principio de la noticia, a Joshua le ha costado tres años llegar a participar en el concurso. De ahí su competividad por ser el mejor, y por querer seguir en el programa, pero también ha sabido ser buen compañero y echar una mano cuando le han necesitado. El día que le dieron la oportunidad de salvarse él o salvar a dos de sus compañeros, no dudó en ser él quien continuara una semana más en el talent show.
Las promesas están para cumplirlas
"Mi sueño ahora mismo se basa en ser feliz. Lo único que quiero ahora es ser feliz, porque del resto ya lo tengo todo", decía en su presentación. Seguro que estar en la final le hace muy feliz, por eso cumplió con su promesa de desnudarse en el plató si llegaba al último programa de Maestros de la costura.
Si consiguiera hacerse con el título de ganador, lo invertiría en su futuro: "en máquinas, en telas, en materiales, en hacer colecciones. En avanzar en esto". No sabemos si conseguirá ganar el concurso. Lo que estamos seguros todos es que Joshua ya forma parte de esas nuevas generaciones que vienen pisando fuerte en el mundo de la moda española.
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