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Premios Goya 2020

Los Goya: evolución y secretos de la alfombra roja

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Macarena Gómez y Aldo Comas, la sensación de la alfombra roja.
Macarena Gómez y Aldo Comas, la sensación de la alfombra roja.

La gala de los Premios Goya levanta cada vez más expectación y la alfombra roja se ha convertido en uno de los eventos más esperados del año, traspasando los límites del cine y la moda. Atrás quedan aquellos años en los que no se prestaba atención al vestuario y nos acostumbrados a ver a invitados con pantalones vaqueros, camisetas e incluso zapatillas de deporte. Hoy es todo lo contrario. “Son más conscientes de la importancia de la gala y están muy pendiente de las revistas para saber si dicen que son las más o menos elegantes”, dice Alicia Hernández, de Dolores Promesas, que está detrás de algunos de los vestidos más fabulosos que han llevado Paula Echevarría o Leticia Dolera.

La evolución es clara y asombrosa. Basta con echar la vista atrás para darse cuenta. Aunque todavía hay que avanzar un poco más y no dejar cabos sueltos. “Es importante saber dónde vas, si estás nominado, si entregas un premio, y sobre todo ser consciente del físico que tienes”, dice Jesús Cicero, que está detrás de las mejores apariciones de Paco León o Miguel Ángel Silvestre.

PAula Echevarría con vestido exclusivo de Dolores Promesas.

El look es perfecto solo cuando se cuida hasta el último detalle. “Podemos estar orgullosos porque además cada vez acapara más atención”, dice Elena S. Sanchez, presentadora de TVE, que cada año está en la alfombra roja. “Es el mayor escaparate del año para la moda y, aunque sigue habiendo muchas firmas internacionales, la moda española va cogiendo cada vez más fuerza”. Quizá también porque las actrices ven los vestidos en los desfiles. Son muchas las que aceptan las invitaciones de los diseñadores para sentarse en front row y ver de cerca las propuestas. Ponen, digamos, el caramelo en la boca

El vestido de Susi Sánchez, de Lexdeux, guardaba una sorpresa en la espalda. EFE

Esta cita anual no tiene competencia en España. Es una gran oportunidad de promoción para los diseñadores, que aceptan con agrado los encargos. No hay que olvidar que ellos hacen vestidos para que la mujer los lleve en un momento especial, como esta gala.

“Hay un cambio enorme”, dice Pepa Fernández, del showroom El armario de Pepa. “Antes venían a por el vestido tres días antes de la gala y ahora lo buscan con meses de antelación. En este sentido se ha profesionalizado mucho, porque se lo toman más en serio. Son conscientes de la repercusión que tiene la alfombra roja y están más nerviosas pensando en las críticas de las revistas y redes sociales”. Las redes sociales, ese termómetro para saber si gustas o no, si has acertado o te has equivocado.

Paco León con un esmoquin de la cas italiana Dsquared2. EFE

Pero no se trata solo de ellas. Ellos, los actores, han dado pasos de gigante. “Ahora se arriesgan, confían y sobre todo se dejan asesorar; aunque no todos”, dice el estilista Jesús Cicero. “Ahora, con las redes sociales, saben que la exposición es enorme y llega a todo el mundo. Y están pendientes de lo que llevan los actores de Hollywood en los Oscar o los Globos de oro. Y quieren ir como Josh O´Connor o como Timotée Chalamet”, añade.

“Antes iban hechos un asco”, dice Pepa. “Los chicos ahora eligen el esmoquin y los complementos, especialmente las joyas. Y además saben posar para enseñar los gemelos o la pulsera”, dice. Y habla de primera mano porque las joyas más impresionantes que vemos en la gala son de Bárcena, la firma con la que ella trabaja desde hace años. Fredy Alonso también reconoce la importancia que tiene ahora la figura del estilista. "Es impensable que no lo tengan, pero para los Goya, entregas de premios de revistas e incluso ruedas de prensa. Por seguridad y por comodidad para ellas", añade.

Quim Gutiérrez siempre luce orgulloso las joyas dede Bárcena. EFE

Porque es importante que el conjunto sea armonioso y no haya estridencias estéticas. Para ello lo mejor es contar con un estilista, el oficio más solicitado en estas semanas de premios y alfombras rojas. “Nosotros pensamos en el look completo y les asesoramos. No todos tienen el mismo físico y no siempre puedes llevar el traje de la pasarela, en muchos casos tienes que hace un mix con varias cosas”, dice Cicero.

“Antes no estaban acostumbradas a contratar estilistas y pagar por ello y es una inversión”, añade Alicia, que ha vivido intensamente los cambios que se han dado. “Ellas quieren estar guapas siempre pero ahora además quieren que el vestido pose bien y se hacen mil fotos antes de elegir. Prima que el vestido no se arrugue en el coche y sobre todo que se fotografíe bien desde todos los ángulos, porque a veces no tienen tiempo para posar”.

Silvia Abascal con un fabuloso vestido de Marchesa. EFE

En muchos casos se deciden pensando en el resultado que va a tener en prensa y no se en los gustos personales ni en las tendencias. En otros eventos, como los premios de las revistas de moda, se preocupan más de las tendencias pero en los Goya apuestan por estar guapas y sentirse cómodas. "Hay un cambio grande desde 2011, cuando se celebraron en el Teatro Real para celebrar el 25 aniversario", dice el estilista Fredy Alonso, que trabaja con la nominada Greta Fernández. "Antes iban incluso de corto pero hoy no me imagino yo a ninguna actriz con un vestido corto".

Todos lamentan, como decía Elena S. Sánchez, que las actrices y los actores prefieran llevar vestidos y trajes de firmas internacionales. A veces por desconocimiento de la moda española; otras, por complejo “Si van de un diseñador español exigen exclusividad pero si van de uno internacional no les importa que el vestido se haya visto antes”, dice Alicia Hernández.

Ana del Castillo con un atrevido diseño de Alfredo Villalba. EFE

Llevar el mismo vestido que una estrella de Hollywood está muy bien pero, a veces, no siempre, las comparaciones son odiosas. “Creen que van a tener una mayor repercusión pero eso es un topicazo”, dice Pepa Fernández y revela que ahora se trabaja mejor porque todos reman en la misma dirección. “Actrices, estilistas y marcas sabemos lo importante que es para el sector. La gala de los Goya nos ha venido muy bien a todos”, añade. Elena S. Sánchez destaca además cómo se abierto este evento a todas las profesiones de la moda.

“Ya no se habla solo de diseñadores. Ahora se habla de estilistas e incluso maquilladores, porque hay dos alfombras rojas, la de la moda y la de la belleza, porque también se habla de tendencias de maquillaje y peluquería”. Y Pepa sigue esa línea. “Porque ahora todos los detalles pueden ser fotografiados, ya sea el vestido o el bolso como las uñas o el pelo”.

Juana Acosta, vestida de Dolce&Gabbana, destaca por el maquillaje y la peluquería. EFE

¿Y qué veremos este domingo? Fantasía. Es quizá la tendencia más rabiosa de las pasarelas, en las que se ha propuesto vestidos con amplias faldas, mangas abullonadas, formas exageradas y detalles maximizados. Una vuelta al barroquismo estético, perfecto para arrasar en las redes sociales. En ese universo digital no tiene cabida el minimalismo.

La última alfombra roja de la década promete ser sensacional. ¿Pero quién será la mejor vestida? ¿Y quién será el chico más elegante? Todas y todos llevan semanas trabajando duro para este día. Disfrutaremos de vestidos de ensueño pero también diseños más arriesgados y novedosos. “Se ha perdido el miedo”, dice Alicia Hernández. “Ahora es fácil encontrar trajes con pantalón, faldas por el tobillo e incluso monos”, dice, y recuerda apariciones sensacionales como la de Toni Acosta en 2017, un diseño con pantalón y cola de Alicia Rueda.

Goyas Golfos 2017 - Toni Acosta en la Cámara Glamur

Destaca el vestido verde de Dolores Promesas de Paula Echevarría, uno de los muchos que le hizo exclusivamente para los Goya. “A veces gustan tanto que luego los metemos en tienda, como pasó con el que llevó Leticia Dolera en 2015. Ahí hicimos el camino inverso”, dice. Un claro ejemplo del poder y la influencia que tienen esta alfombra roja que es, sin duda, el gran evento para la moda en España. Tanto que en difusión e interés supera a las pasarelas.

Pero no todos los vestidos superan la prueba y son pocos los que se llevan los aplausos. Los más 'deseados' suelen ser, por lo general, los que se han hecho a medida. Solo así el resultado es perfecto. Esos, sin embargo, vuelven al armario y no se venderán en la tienda. "Es imposible porque son de costura y llevan muchas horas de trabajo”, añade Alicia. Un esfuerzo que, casi siempre, merece la pena. Y en eso están de acuerdo todos.

Leticia Dolera con vestido de Dolores Promesas EFE

Mención especial merecen Macarena Gómez y Aldo Comas. Ella suele ser fiel a Teresa Helbig, como Úrsula Corberó y Cristina Brondo). Él suele levantar pasiones con los esmóquines de Avellaneda. Suelen ir conjuntados y sobre todo van a divertirse a la alfombra roja. La actriz lo dice siempre. "Nos vestimos y venimos pensando en pasarlo bien, en hablar con la prensa y pasar una noche entre amigos". Es es el espíritu de la alfombra roja.