Lina Betancourt pierde la vida en una operación de pechos y quieren cobrársela
- Isabella Sánchez, su amiga, fue quien empezó a alarmarse por la situación
- Le pidieron que llamara a sus familiares, ya que algo había sucedido
- ''Nos dijeron desde el principio que estaba cerebralmente muerta'' - narra el padre
El pasado 23 de agosto, Lina Betancourt, una joven colombiana de 23 años residente en España y madre de una niña pequeña de 3 años, moría tras una operación de aumento de pecho. Sobre las 12 de la mañana fue conducida hasta el quirófano del Hospital 9 de Octubre de Valencia, en donde iba a llevarse a cabo la intervención. Había contratado la operación en la cadena de clínicas Dorsia.
Su mejor amiga se encontraba allí y, tras los primeros 45 minutos que le dijeron que tardaría la operación, empezó a impacientarse. Tal y como cuenta la joven, pasó otra hora. Y luego otra. Isabella Sánchez, su amiga, se estaba alarmando por la situación. Finalmente, a las 15:00, un facultativo salió a hablar con ella: "¿Es usted familiar de Lina?", le preguntó. La joven negó ante tal pregunta y le contestaron que si no era así, que llamara a sus familiares, ya que algo había sucedido.
Lina, la joven que estaba siendo operada, solo había avisado de que se iba a operar a su abuela, cómplice en la decisión y financiadora al cubrir ella los gastos en Dorsia. En ese momento, ya estaba con "un 80% del cerebro muerto"´- cuenta su padre, Leonardo.
Lina fue trasladada rápidamente al hospital público Clínico de Valencia. “El neurólogo del Clínico, que se portó increíblemente con nosotros, nos dijo desde el principio que estaba cerebralmente muerta y que tenía que haber pasado mucho tiempo en parada cardiorrespiratoria para haber quedado así” - narra su padre.
Dos semanas después, el corazón de Lina volvía a pararse y la familia decidía que no se la reanimara artificialmente, ya que las consecuencias serían peores. Lina falleció y la familia interpuso una denuncia penal, contra la empresa Dorsia y contra el Hospital Nisa 9 de Octubre de Valencia.
“Pero lo más increíble es lo que ha pasado desde entonces”, sigue narrando el padre, Leonardo, apoyado por su abogada, Andrea Zaez: “No sólo es que nadie de Dorsia haya contactado siquiera con nosotros para explicarnos qué pasó: es que insisten en pedirle el pago de la operación a mi madre, y la amenazan con meterla en un fichero de morosos, en Asnef”.
Desde la cadena de clínicas Dorsia se asegura que es la financiera que intervenía en la operación a quién reclamaría el pago, pero no se explica por qué no se le comunicó lo sucedido para que se suspendiera el mismo. La operación tenía un coste de “entre 3.000 y 4.000 euros”, a pagar en mensualidades “de entre 80 y 100 euros”.
¿Qué dice Dorsia de este hecho?
Tras todo lo ocurrido, dicha cadena de clínicas, ha lanzado el siguiente comunicado:
''Lamentamos profundamente lo sucedido a Lina Marcela Betancourt y nos solidarizamos sinceramente con su familia.
Todas nuestras cirugías se realizan en centros hospitalarios de máximo prestigio por profesionales con la máxima calificación. La intervención que se realizó a Lina Marcela Betancourt se desarrolló adecuadamente y sin ninguna complicación. Las complicaciones postquirúrgicas están siendo investigadas.
Nuestra prioridad son siempre todos nuestros pacientes y el cuidado de su salud, objetivo para el que trabajamos cada día. Reiteramos nuestra solidaridad con la familia, con la que hemos intentado contactar en numerosas ocasiones con el fin de trasladarle nuestra firme voluntad de colaborar para esclarecer lo sucedido. Para ello, la clínica de Valencia con la que se contrató la intervención se va a personar como acusación particular contra el Hospital 9 de Octubre y el anestesista que intervino en la operación.
Señalar finalmente que ni nuestra compañía ni la entidad con la que se financió la intervención está reclamando a la familia el abono de cantidad alguna.
Un cordial saludo.'