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Cómo influye la genética en nuestro peso

  • ¿Los genes determinan o no nuestro peso?
  • Lo realmente importante es “heredar” buenos hábitos
  • Te explicamos si el pan puede formar parte de una dieta saludable
La genética y el peso
Saber Vivir TVE

Es habitual que los miembros de una misma familia compartan una complexión parecida, no solo en altura o en rasgos, sino en peso. Pero lo complicado es establecer si eso se debe únicamente al parentesco o los hábitos que se siguen en el núcleo familiar. Porque, ¿hasta qué punto influye la genética en nuestro peso? Y entonces, ¿hasta qué punto es relevante seguir unos hábitos saludables? Vamos a intentar responderlo.

Es un hecho: la genética predispone

Podríamos decir que la carga genética es el inicio de la partida, las cartas con las que nos toca jugar. Así que es evidente que tiene una gran influencia en nuestro peso, nuestra complexión y nuestro metabolismo. Pero eso no significa que estemos “condenados” de antemano, nuestros hábitos definen nuestra condición.

Por ejemplo, si formas parte de una familia obesa no solo vas a tener esa predisposición genética, sino también ambiental, a tener sobrepeso. Puede que te cueste más adelgazar que a otras personas pero si sigues una vida saludable podrás conseguirlo. Por lo tanto, y aunque como es lógico no podemos elegir nuestros cromosomas, sí que podemos determinar nuestro peso con constancia y una buena alimentación.

Cuidado, los hábitos se “heredan”

Dicho esto, hay que hacer especial hincapié en lo importante que es seguir hábitos saludables en casa. No solo por el evidente beneficio para nuestra salud y la de nuestra familia, sino porque es muy fácil que nuestros hijos asimilen esas costumbres y las repitan cuando sean adultos. Por ejemplo si les enseñamos desde pequeños la importancia de hacer actividad física, de comer la fruta entera, elegir harinas integrales antes que refinadas o que es mejor aprender a apreciar el sabor natural de los alimentos.

Pero ocurre lo mismo al revés: si normalizamos el llevar una vida sedentaria, comer platos precocinados, tomar refrescos para acompañar las comidas o hacer elaboraciones llenas de grasas poco saludables, será algo que posiblemente les acompañe durante toda su vida. Así que no lo olvides, podemos construir la herencia que le dejamos a nuestros hijos (no en los genes, porque eso no podemos elegirlo,) sino a través de lo que hacemos en nuestro hogar.