Paulino Cores Portela
Paulino vivía con su hija y con sus padres en Pontevedra, donde su situación laboral no tenía buenas perspectivas. Llamó a su hermana, con quien siempre ha estado muy unido, y juntos acordaron que tanto él como su hija se instalarían en Benidorm hasta que le saliera algo de trabajo.
Paulino salió de casa sin nada hacia casa de un vecino, a una distancia de 400 metros, para ultimar su viaje. Dejó la documentación y todo en casa de sus padres. El vecino ha afirmado que éste nunca llegó.