Javier Avilés Flores

Ese día Javi quedó con un amigo para pasar el día paseando por el bosque recogiendo setas. Quedaron en Querol, donde cada uno había llegado con su propio coche. Dejaron el coche aparcado y empezaron a caminar por la zona de bosque. Un poco antes del mediodía, su amigo Cristhian se marchó a su casa a comer, y Javier, que quería seguir buscando setas, se quedó solo y le comunicó que tenía pensado ir a la zona que está entre Les Pobles y Santes Creus (municipio de Aiguamúrcia). Le añadió a su amigo: “por la tarde paso por tu casa y te doy la mitad de las setas que haya recogido. ¡Nos vemos luego!”. Desde entonces, el paradero de este joven es un misterio para su familia y amigos.

Un amigo del padre de Javier, comunicó en su momento que le vio en el bar de Querol sobre las 15.00 de ese mismo día. Esa es la última vez y el último lugar que se sabe algo cierto del paradero de él. Su coche fue encontrado en la entrada de Les Pobles (Aiguamúrcia). En el vehículo se encontraba la documentación de Javi, su chaqueta y las llaves del coche escondidas, como siempre las dejaba.