Acacias 38 - ¿Logrará el victimismo de Humildad retener a Mauro?
- Sentimientos de soledad, penas, enfermedades e incluso un intento de suicidio. Estas son solo algunas de las estratagemas de Humildad para conseguir atrapar a Mauro. ¿Qué más hará?
Humildad, la beata prometida de Mauro, llegó a Acacias 38 hace unos meses con la firme intención de pasar por la vicaría.
En un principio, nos conquistó a todos con su bondad y sus buenas intenciones. Humildad arrastraba un pasado complicado: había sido repudiada por su familia y Mauro era el único apoyo que le quedaba.
Pero nada más lejos de la realidad. Cuando pisó la calle Acacias, su amado inspector ya había puesto los ojos en otra dama. Hecho que no sentó nada bien a Humildad.
Fue un flechazo. Teresa conquistó el corazón del policía desde el primer momento, consiguiendo que Mauro olvidase por completo su compromiso.
Poco tiempo después, Humildad se enteró del idilio que su prometido mantenía con la maestra. Y optó por utilizar la estrategia de la pena para atar a Mauro a su lado.
Para colmo, ahora Humildad sufre una enfermedad de médula, que poco a poco la dejará paralítica hasta causarle la muerte. Situación que causa en Mauro un inevitable sentido de la responsabilidad.
El policía siente lástima y cree que es su deber cuidarla. Pues ella no tiene a nadie más en el mundo. La compasión y el sentido de culpa es tal, que llega incluso a prometerle que no la va a dejar nunca.
Pero el amor que siente Mauro por Teresa es tan fuerte que no pueden evitar recaer y olvidarse de todas sus preocupaciones y responsabilidades.
Con el paso del tiempo, parece que el deseo de Humildad de llegar al altar se ha convertido en una enfermiza obsesión. Una de sus últimas jugadas: un malogrado intento de suicidio.
Humildad decidió quitarse la vida ingiriendo un bote de pastillas. Pero el padre Fructuoso llegó a tiempo para no tener que lamentar la pérdida de otra vida.
Llegados a tal punto, ¿Qué será lo próximo? Si quieres saberlo, no te pierdas Acacias 38, todas las tardes en La 1.