Manuela y Germán, ¿hasta que la muerte los separe?
- La trágica despedida de Sheyla y Roger en Acacias 38
- Manuela y Germán demuestran que nada ni nadie los puede separar
- Cayetana, la gran perdedora de esta historia
El pasado lunes conocíamos la marcha de una de las parejas más queridas de las tardes de La 1, Sheyla Fariña y Roger Berruezo, más conocidos por los acacieros como Manuela y Germán.
En abril del año pasado, una desolada Manuela que huía de su violento marido conocía a su salvador, y futuro hombre de su vida; Germán. Así llegaban a nuestras pantallas los protagonistas de Acacias 38, la exitosa serie de sobremesa de La 1.
Era evidente que la química entre los dos traspasaba el televisor de los más de un millón de espectadores que cada tarde seguían su gran historia de amor. Una vez más, el amor prohibido cautivaba al público y mantenía el interés por saber cuál sería el destino final de los tórtolos. El mismo destino que enseguida les uniría en Acacias 38.
Los sentimientos entre Manuela y Germán, eran tales, que poco tardamos en ser testigos del primer y apasionado beso de la pareja.
Pero en el siglo XX las relaciones eran todavía más complicadas que en la actualidad y su historia no iba a ser precisamente un cuento de hadas…Ya se encargarían primero Cayetana, la esposa de Germán, y después Justo, el marido de Manuela, de amargarles la existencia.
Numerosas han sido las trabas que Manuela y Germán se han ido encontrando en el camino. Desde el principio cumplían los requisitos de un amor imposible.
El veneno, las amenazas, la cárcel o incluso la muerte de sus hijas… Nada, ha sido suficiente para separarlos. Al contrario, parece que cada una de estas desgracias les ha hecho más y más fuertes.
Contra viento y marea, o más bien contra Justo y Cayetana, ha luchado esta pareja para demostrar que nada ni nadie los podía separar.
Pero todo cuento tiene su final, y parece que a nuestros Romeo y Julieta particulares les ha llegado el suyo. Desolados con este trágico final, al menos nos quedará el consuelo de que por una vez Cayetana no se ha salido con la suya.
A lo 'Shakespeare', Manuela y Germán nos han demostrado que su amor no tiene límites, pues ni la mismísima muerte los ha logrado separar.