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La basura entra en bolsa

  • Nuestro mundo se está llenando de basura. Esto puede convertirse en un problema o en una mina de oro
  • El chatarrero de toda la vida es cosa del pasado. Los residuos son un recurso de valor en el mercado y generan industria
  • La gestión de residuos no es siempre limpia. Algunas empresas ganan dinero ocultando ilegalmente la basura en lugar de darle el tratamiento adecuado
Repor - La basura entra en bolsa
REPOR

La basura es un negocio. En una sociedad consumista como la nuestra generamos millones de toneladas de residuos de todo tipo y esto es una oportunidad para hacer dinero.  Los residuos han dejado de ser algo despreciable, ahora son una materia prima de valor en el mercado. Cristóbal Hernández ha convertido su chatarrería en una refinería de oro. Gracias a la tecnología que ha desarrollado, él mismo ha logrado extraer hasta el último gramo de metales preciosos de la morralla electrónica.

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La gestión de residuos también tiene su lado oscuro. Interpol ya dice que los delitos relacionados con la basura mueven tanto dinero como el narcotráfico. Hay empresas que basan sus beneficios en ahorrarse el dinero que deberían invertir en la gestión, clasificación y tratamiento de residuos. La Guardia Civil ha detectado miles de aparatos eléctricos que fueron derivados al mercado negro o al vertedero ilegal cuando debían ser reciclados.  También ha descubierto residuos tóxicos enterrados con el fin de ocultarlos cuando su destino era otro.

La Fuensantica es una chatarrería familiar que no ha conocido crisis

Una empresa alemana prefirió trasladar 4 mil toneladas de residuos hasta una nave de San Martín del Camino, en el Bierzo.  Presumiblemente, era más barato moverla en camiones más de 2 mil kilómetros que tratarla en su propio país. Benito, el dueño de la nave, lleva nueve años cargando con las consecuencias.

A Benito le llenaron una nave de su propiedad con basura procedente de Alemania

Es un reportaje de Teresa Borque y Sara Boldú

Edición: Gerard Adell

Sonorización: David Beltran

Ambientación Musical: Gerard Gual