Las piedras vivas de Tierra Santa

la Custodia de Tierra Santa está formada por 280 franciscanos de 39 países. Ellos se encargan del mantenimiento y la atención de cinco basílicas y 70 santuarios donde acogen y guían a peregrinos de todo el mundo. A esto suman una importante acción social. Atienden 14 escuelas, tres centros de formación profesional, cinco hospederías, residencias de ancianos, hogares para niños, centros médicos, dispensarios y ambulatorios.

Artesanos

Muy cerca de Belén está Beit Sahour. Probablemente sea la ciudad con más cristianos de Palestina. De sus 12.000 habitantes, un 80 por ciento son cristianos. La iglesia ortodoxa griega, la católica melquita y la católica latina elevan sus torres, cúpulas y campanarios igual que el minarete de la mezquita musulmana. A pesar de que la mayoría es cristiana, en Beit Sahour la emigración es una herida abierta que no deja de manar. En 2001 había 130 talleres de artesanía en Beit Sahour. 36 de nácar, tres de cerámica, dos de malaquita, dos de plata y 78 de madera. Hoy han cerrado casi un centenar de fábricas y sólo quedan una treintena. Han pasado de 178 familias cristianas trabajando en la artesanía a menos de cuarenta.

Peregrinos

La llegada de peregrinos a Tierra Santa es imprescindible para el mantenimiento de los santos lugares y de las familias cristianas.Los franciscanos llevan ocho siglos atendiendo a los peregrinos. Este servicio lo continúan realizando hoy en las Casas Novas de Nazaret, Belén y Jerusalén.

Franciscanos

Accediendo por la Puerta Nueva de Jerusalén, en la parte alta de la ciudad amurallada, se encuentra el convento franciscano de San Salvador. Es la casa central de la Custodia de Tierra Santa que fundara San Francisco de Asís en 1217. Después sería el Papa Clemente VI quien encomendase a estos frailes la custodia y guarda de los santos lugares en 1342. Actualmente están trabajando en la promoción y el alquiler de viviendas para que las familias cristianas no abandonen el país.