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Miguel y Ramón: la 'extraña pareja' de San Genaro

  • Juan Echanove y Manolo Cal nos desvelan los secretos del último capítulo
  • Echanove, tras el rodaje: "Cuando llegué a mi casa todavía me estaba riendo"

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Miguel' y 'Ramón, la extraña pareja de San Genaro

Aparentemente no tienen nada en común: uno, comunista y del Atleti; el otro, falangista y del Madrid. Pero Miguel y Ramón son grandes amigos y, desde hace algunos episodios, además, compañeros de piso. Una especie de versión castiza de La extraña pareja que formaron en 1968 Jack Lemmon y Walter Matthau en el cine.

"Hay una química entre los dos personajes que es entrañable y que llega al público porque creo es de verdad, lo hacemos de verdad", asegura Manolo Cal (Ramón), uno de los pioneros de la serie. Tanto es así que Juan Echanove comenta, en clave de humor, que "esa es la pareja más sólida en la vida de Miguel", el mayor de los Alcántara.

En el último episodio, de los guionistas Carlos Molinero y Jacobo Delgado, sus personajes se enfrentan por un busto de Franco. Ramón lo roba de la Junta Municipal de Distrito antes de que las autoridades lo hagan desaparecer. Un enredo que se enmarca en la retirada de símbolos franquistas en el año 1983, que levantó ampollas en algunos sectores de la sociedad, tal y como recoge la prensa del momento.

Con este telón de fondo, la trama de Miguel y Ramón ha dejado escenas hilarantes, gracias, en gran medida, a la genialidad de los actores que les dan vida. En palabras de Moisés Ramos, director de la serie, Juan Echanove y Manolo Cal "son dos actores que la comedia la hacen como pocos". Para él, "son una pareja tan manifiesta que, incluso, cuando la policía municipal les sorprende con todos los platos rotos, tienen que dejar claro que es una pelea futbolística y no conyugal, que no son gais".

Un rodaje a carcajada limpia

Los actores confiesan que el rodaje de estas escenas fue tan divertido como el propio capítulo. "Nos hemos reído muchísimo", dice Manolo Cal, que revela que tuvieron que repetir alguna toma porque les daba la risa. Y comparte con nosotros un secreto de rodaje: en el fragor de la pelea, Echanove se le tiró "al cuello", sin esperarlo. "Juan mete muchas cosas. Hay veces que te pilla y sueltas la risa, pero estamos en televisión y se vuelve a repetir", cuenta Cal.

"Ayer llegaba a casa y todavía me estaba riendo", recuerda Echanove, que se deshace en elogios hacia su compañero de reparto. "Yo hacía tiempo que no disfrutaba tanto rodando una secuencia como ayer con Ramón, con Manolo Cal, que, por otro lado, es un compañero excelente, entrañable", añade.

Manolo Cal reconoce estar "muy a gusto" con la trayectoria de su personaje, Ramón: "Me parece que es una trayectoria lenta pero segura y ahora con la compañía de Juan Echanove, ya no necesito más".

Para el director del capítulo, Moisés Ramos, Echanove y Cal "hacen cosas que superan infinitamente mis previsiones y la propuesta desde guión. Exprimen matices que yo ni quisiera traje preparados". Cuando le preguntamos qué siente al dirigir a actores de esta categoría, lo tiene claro: "tienen un dominio sobre el decorado, sobre el texto, sobre la situación, que a mí me apabulla", afirma Ramos.

Al final, los actores destacan que, pese a todas las diferencias, sus personajes les han enseñado una valiosa lección. "Han conseguido algo de lo que deberíamos tomar nota las personas", señala Juan Echanove.

"Vincularte en la igualdad es muy fácil. Tener vínculos de afinidad con una persona que piensa como tú, que tiene las mismas creencias que tú, que pertenece al mismo equipo de fútbol que tú... eso es facilísimo. Pero la verdadera convivencia, la parte más importante, es vincularse en la diferencia", reflexiona el actor. La historia de Ramón, Miguel y Vito (su perro de escayola) así lo demuestra.

Cuéntame cómo pasó - Miguel, Ramón... y el perro de escayola