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Curiosidades de Águila Roja: Los fuegos artificiales

  • Nuestros protagonistas asisten a un espectáculo de luz en el capítulo 71
  • ¿Existían en los fuegos artificiales en la época?

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Curiosidades de Águila Roja: Los fuegos artificiales

Anochece en la villa y el sonido de cohetes sorprende a sus habitantes. Las luces parpadean en el cielo y todos salen de sus casas para admirar el espectáculo. Son los fuegos de artificio. El Rey ha ordenado lanzarlos con motivo del anuncio de un concurso de belleza en los Jardines del Buen Retiro. ¿Se utilizaba en España la pirotecnia para festejos y celebraciones? Sí

Los fuegos artificiales

Cuenta la leyenda que un cocinero de la antigua China encontró por casualidad una mezcla de sulfuro, salitre y carbón de leña, podía estallar en un espacio pequeño y se usó para celebrar la prosperidad, la paz, y espantar espíritus malignos. Le llamaron polvo negro. Sea como fuere, el origen de la pirotecnia es chino, y su primera función fue la de la celebración. Pronto se utilizaría con fines militares y llegaría a manos mongoles, y a Arabia, alrededor del siglo XI-XII. En Europa el primer registro escrito del uso de pirotecnia data de 1258.

En el siglo XIV su principal función era militar. En los siglos XV y XVI, con el Renacimiento, dos escuelas europeas de investigación en pirotecnia hacen importantes avances en su elaboración, una en Italia y otra en Alemania. Y es en el siglo XVII, en la época de Águila Roja, cuando los fuegos artificiales tienen su gran apogeo en Europa como guinda en toda importante celebración. Los fuegos son motivo de festividad y pueden verlos tanto el pueblo como la nobleza. Aunque en estos años todavía les falta una llamativa característica, el color, que no llegaría hasta el siglo XIX, con el tono verde y que ha ido evolucionando hasta alcanzar la tremenda gama cromática de hoy en día.

La boda real de Felipe IV y Mariana de Austria

Sabemos que los Jardines del Buen Retiro era lugar habitual para el lanzamiento de fuegos de artificio y también nos consta que en la boda de Felipe IV y Mariana de Austria la celebración estuvo acompañada de un espectáculo de pirotecnia.

Lo que no se corresponde con la realidad es el comentario que Sátur hace mientras comtempla el cielo iluminado. Nuestros protagonistas viven en el siglo XVII. Sátur recuerda el momento en el que pusieron la primera piedra de el Monasterio del Escorial. Si no existiera la ficción él no podría haberlo vivido. La primera piedra se puso en el 23 de abril del año 1563, y la última el 13 de septiembre de 1584. Pero, quién sabe cuándo Sátur está de broma.