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Dom José, marcado para morir

Dom José, marcado para morir NOTICIA
Santiago Riesco / Pueblo de Dios

José Luis Azcona Hermoso, obispo de Marajó, está marcado para morir. Este español es uno de los 211 amenazados de muerte en el estado brasileño de Pará. Hablamos de uno de los mayores centros de corrupción y violencia institucional del país. También es uno de los que más sufre la deforestación de la selva amazónica al dictado de oscuros intereses económicos. Aquí los poderosos no tiemblan a la hora de llevarse por delante una vida humana o una inmensa extensión de selva. Como él, otros dos obispos de Pará, también están en el punto de mira de las mafias. Azcona está marcado para morir por denunciar la explotación sexual de mujeres y niños en Marajó, un archipiélago formado por más de 3.000 islas en la gigantesca desembocadura del Amazonas.

Jueces, policías y políticos corruptos

El equipo de PUEBLO DE DIOS ha convivido varios días con este navarro de 72 años y recorrido con él parte del inmenso territorio donde trabaja. Monseñor Azcona ha declarado en la comisión que abrió el parlamento de Brasilia para investigar el tráfico de personas. Ante los diputados habló sobre la explotación de menores en su iglesia marajoara. Azcona, de la Orden de Agustinos Recoletos, ha acusado directamente a algunos jueces, policías y políticos con nombre y apellido.Pero sus denuncias van más allá. Su prelatura, en el estuario del Amazonas, se ha convertido en una puerta abierta para atentar impunemente contra la dignidad de la persona y contra la naturaleza. Según la ONU, el Índice de Desarrollo Humano en la Prelatura de Marajó está muy por debajo del del resto del país. Su renta per cápita es la cuarta parte de la media nacional y más del 40% de sus familias viven por debajo del umbral de la pobreza. Otro dato relevante es que más del 85% de sus habitantes depende completamente de los programas asistenciales del Estado para sobrevivir.

Con protección policial

La Conferencia Episcopal Brasileña apoya incondicionalmente a los tres pastores marcados para morir. En una de las notas hechas públicas por el conjunto de los obispos brasileños se avisa a los mafiosos de que “cualquier agresión contra ellos atenta contra todos los obispos y contra el pueblo al que sirven con celo y coraje”. Cada vez que los obispos de Brasil se reúnen en asamblea general, los tres que están marcados para morir reciben protección policial. En la última reunión celebrada en Aparecida, en el estado de Sao Paulo, los tres obispos del Pará fueron constantemente vigilados. Durante las diez jornadas que duró la asamblea, cinco agentes de seguridad impuestos por el gobierno federal se relevaron día y noche para salvaguardar a los obispos marcados para morir.

El 26 de febrero de 2008 salió a la luz una conversación telefónica grabada por la policía en la que se ponía precio a la cabeza de uno de ellos: un millón de reales. Al cambio, unos 375.000 euros. Según el periódico “El Liberal”, la “lista de la muerte” en el estado de Pará tiene 100 nombres relacionados con la defensa de los derechos humanos. Todos forman parte de un Programa Estatal de Protección. Las amenazas suelen producirse mediante llamadas telefónicas, cartas anónimas, correos electrónicos y hasta en artículos de prensa.

Tráfico de mujeres

Las actuaciones de Monseñor Azcona en favor de los Derechos Humanos tienen un largo historial.El Congreso de los Diputados de Brasilia ha recibido largos informes firmados por el obispo. En ellos denuncia desde la situación de las reclusas en las cárceles hasta las muertes producidas en su prelatura por una enfermedad desconocida sin que las autoridades sanitarias tomaran ninguna medida. El obispo ha llegado a denunciar a un juez por su supuesta participación en fiestas donde promovían el sexo con menores. El tráfico de mujeres ha sido uno de los fenómenos que más problemas ha traído a la sociedad local. La Iglesia ha actuado en este caso poniéndose al frente de las investigaciones y denuncias. Por último, Azcona también ha prestado declaración en la Comisión Parlamentaria de Investigación sobre el tráfico ilegal de animales y plantas autóctonas.