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Senegal, un gran país con mil matices

Por
Españoles en el mundo - Senegal - Avance

“Este es el Sol que enternece el pecho de las vírgenes,

que hace sonreír a los ancianos en los verdes bancos,

que despertaría a los muertos bajo una tierra materna”

Lo que acaban de leer forma parte de la obra de Leopold Senghor , uno de los grandes poetas de Senegal, lugar al que Españoles en el Mundo se desplaza esta semana.

Recorreremos gran parte del país, más de 1.000 kilómetros parándonos en enclaves urbanos de la talla de San Luis, que un día fue la ciudad más importante de todo África occidental.

Pasaremos por lugares sagrados como Tuba con su majestuosa Mezquita, una de las más grandes del continente, sorprendente, bella y custodiada por los habitantes de una interesantísima ciudad en la que está prohibido fumar o beber. En el camino entraremos en las cabañas de los Peul, una de las etnias del país, pastores y casi siempre nómadas.

También llegaremos a Joal Fadiouth donde entre puentes y conchas viven los Serer. Y por fin Dakar, estamos en la península de Cabo Verde, el punto más occidental del continente africano.

Quedaremos con Nico, un amante de la cultura y el arte de África en Joal Fadiouth para que nos hable de los puentes que existen entre Europa y Senegal.

José Luis lleva luz a cualquier parte del mundo. Junto a su mujer, Sabrina, han viajado mucho hasta que se han asentado en Senegal. Visitaremos con ellos uno de los lugares más emblemáticos del país: La isla de Gorée.

Marta llegó de casualidad y se quedó por convicción, por tranquilidad, por cambiar y porque Dakar tiene muchas cosas que le encantan: la lucha, el baile, la moda…

Lili y Ferrán serán nuestros acompañantes en Dindefelo, al sur del país. Ellos dejaron sus cómodas vidas para trabajar con y por los chimpancés.

San Luis es una ciudad que irremisiblemente obliga a viajar en el tiempo por sus edificios coloniales y sus monumentos de épocas pasadas. Pilar será la encargada de mostrarnos el lugar en la que vive desde hace un tiempo.

La historia de Rafa es muy curiosa: fue a Senegal para adoptar a un niño, se quedó y ahora se dedica a su hobby de toda la vida. Entre medias mil matices que él mismo nos contará desde la moto.