'En Portada' viaja a 'Tierra de muxes'

• Un documental sobre la diversidad sexual, rodado en el sur de México, donde vive la comunidad muxe
• Jueves 16 de noviembre, a las 21:50 horas en La 2. Y preestreno a las 20:00 en RTVE Play

Son muxes, ni hombres ni mujeres

‘En Portada’, presentado por Lorenzo Milá, estrena ‘Tierra de muxes’, con el que se suma al Día Internacional de la Tolerancia, que se celebra 16 de noviembre. Un reportaje sobre la diversidad y la forma de ser y vivir de los y las muxes, que forman parte de la comunidad zapoteca, en el sur de México. Ser muxe es una manera de vivir.

Son muxes, ni hombres ni mujeres. Para entender lo que significa esta palabra hay que viajar al sur de México y buscar el Istmo de Tehuantepec. En esta zona la mayoría de sus habitantes son indígenas zapotecas y la comunidad muxe forma parte de ellos.

"Orgullosa de ser muxe, de ser diferente a la mujer y de ser diferente al hombre". Así se define Felina Santiago, directora del colectivo de Las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro. "La palabra muxe encierra muchas, encierra todas las letras de la comunidad LGTBIQ+, pero aquí tú eres muxe, nada más".

Ser muxe es una manera de vivir. RTVE.

Ser muxe es un concepto difícil de definir en pocas palabras porque va unido a una idea de diversidad. No existe un estereotipo, ni un patrón, afirma el historiador Víctor Cata.

Fue en Juchitán de Zaragoza, una ciudad del Itsmo de Tehuantepec, donde las muxes se dieron a conocer al mundo y reivindicaron un espacio propio cuando un político, hace unos 50 años, se lo quiso quitar y condenar su forma de vivir.

Los cuatros protagonistas de este documental son Felina, activista muxe y artesana textil; Kika, maquilladora y peluquera; Nelson, fotógrafo; y Donají, pedadoga y artesana. A través de sus palabras se hace un retrato del mundo muxe, un mundo que no es un paraíso, como algunos han querido transmitir.

Lo que nadie pone en duda es que en el Istmo esta comunidad tiene su propio espacio, trabajan sobre todo en la organización de las fiestas, fundamentales en la sociedad y en la economía zapoteca, y pueden expresar con mayor libertad su concepto de la sexualidad, dentro de un país que ellos y ellas consideran machista.