San Valentín, el romano que casaba en secreto a los católicos
El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida recuerda con una actividad la figura de este Santo, mandado ejecutar por el emperador Claudio II el 14 de febrero del año 270.
El Museo Nacional de Arte Romano celebra cada año, en este día, la actividad 'Enamórate de Augusta Emérita". En esta ocasión, han invitado a las parejas de visitantes a tener una escena romántica en su recreación de una habitación romana. Entre frescos en las paredes y mosaicos en el suelo, los visitantes se han obsequiado racimos de uvas. Susurros, bromas, caras de sorpresa, momentos inmortalizado por una cámara fotográfica. Y a la salida de la escena íntima, les ha aguardado otro regalo: una vasija de barro para compartir Mulsum, uno de los afamados vinos condimentados romanos, que contiene miel y canela.
El origen de la tradición
El emperador Claudio II ordenó que ningún joven pudiera casarse, porque eso conllevaría cargas familiares y les convertiría en peores guerreros. Valentín desoyó aquella prohibición y, en secreto, casaba por el rito católico a los jóvenes. Este emperador acabó ordenando su ejecución. Lo que sucedió un 14 de febrero del año 270.
La Iglesia Católica reconoció a Valentín la santidad en el siglo V. De hecho, en su cautividad, según la tradición católica, San Valentín obró el milagro de recuperar la vista de la hija ciega de su carcelero. Y esta joven, tras la muerte del Santo, plantó un almendro junto a su tumba, símbolo del amor.