La Carmen de Elina Garança, este sábado en directo desde el Met
- A las 20 h., en 'El fantasma de la ópera'
- El tenor Jonghoon Lee, en el papel de Don José
- 140 aniversario del estreno de Carmen en París
Este sábado, en vivo desde la Metropolitan Opera House de New York, Radio Clásica, dentro del espacio El fantasma de la ópera, nos ofrece la ópera más célebre de Bizet: Carmen, a la que bien podríamos añadir el subtítulo de "adónde nos puede llevar el amor fatal".
Nuestra Carmen será la mezzosoprano letona Elina Garanča. Junto a ella, en el papel del soldado Don José obsesionado con Carmen, el tenor Yonghoon Lee, que sustituye al anunciado Jonas Kaufmann, quien no podrá cantar el sábado por enfermedad.
La transmisión promete dos interesante debuts: Ailyn Pérez como Micaela, y Gabor Bretz, en el papel del torero Escamillo. En la dirección musical, el Maestro Louis Langrée, al frente de la orquesta y coros del Met.
La Carmen que agotó a Bizet
Georges Bizet, que nació en París el 25 de octubre de 1838 y murió en Bougival, cerca de la capital francesa, el 3 de junio de 1875, con tan sólo 37 años, al parecer agotado por los esfuerzos de los ensayos de Carmen.
Fue el propio compositor quien escogió la novela de Prosper Mérimée “Carmen”, una colorista historia de amor y sangre publicada en 1845 y ambientada en España.
Su autor finge haber conocido al protagonista, el bandido don José, y a su amante, la gitana Carmen. Don José, en la prisión, le habría contado cómo Carmen labró su desgracia, arrastrándolo al mal con una autoridad diabólica. Siendo soldado, desertó por ella y se hizo contrabandista, asaltante de caminos y finalmente asesino, llegando a matar por celos. Bizet quedó absolutamente subyugado por el personaje titular.
En la novela, Carmen es una ladrona, embustera y asesina, y vive en la miseria de una vida cotidiana descrita con caracteres violentos y colores fuertes (aunque no exenta de ironía) que, después, el texto edulcora bastante, dando a la obra un cierto tono de opereta en algunos momentos, en especial en las figuras de los simpáticos contrabandistas. Sin embargo, el talento del compositor logra traducir con una música de extraordinaria originalidad lo que han banalizado los libretistas.
La frescura de la nueva Micaela
En este mismo contexto se sitúa el personaje de Micaela, un homenaje a la tradición romántica dentro de la ópera, que está totalmente ausente en la novela. Esta joven navarra, capaz de atravesar la peligrosa geografía hispana en busca de su amado, aporta la pureza, frescura e ingenuidad, en contraste con el personaje de Carmen, cargado de sensualidad, de pecado y de vicio. Ya su entrada en escena hace que la partitura encuentre toda su originalidad.
En un primer momento, Bizet había compuesto otra aria, que la primera intérprete del personaje, Célestine Galli-Marié, se negó a cantar, siendo sustituida con absoluto acierto por una Habanera extraída de una recopilación del español Sebastián Iradier de 1864, titulada El arreglito, al término de la cual, en el momento en que Carmen arroja la flor a los pies de Don José, suena el tema del destino, que recorre toda la ópera a modo de fatalista leitmotiv y que habíamos escuchado ya en el preludio, junto a los otros dos temas principales de la ópera: la corrida de toros (durante la cual, en la última escena, Carmen morirá) y el torero (causa de los celos de Don José).