Najarro: "'Sorolla' es un cuadro para dar a conocer nuestro folclore de forma vanguardista"
- El director del Ballet Nacional apuesta por las tradiciones de nuestro país
- En el montaje hay flamenco, muñeiras, sardanas o aurresku vasco
El Museo Sorolla es el quinto más visitado de Madrid. Allí se puede disfrutar de la poesía de la luz que emanan las pinturas del artista valenciano. Pero hay otras maneras de consumir a Sorolla, en los Teatros del Canal el espectador se puede deleitar con su arte hecho danza.
La idea nació en la cabeza de Antonio Najarro tras visitar la colección Visión de España en la que existen cuadros de Joaquín Sorolla que retratan usos y costumbres de diferentes zonas de España.
"Yo me siento muy identificado con su pintura, por su luz, su brillo, su color... que son rasgos que yo siempre busco para coreografiar la danza española", ha explicado el director del Balle Nacional de España en Las mañanas de RNE. "
"También tenía ganas de crear un espectáculo en el que pudiéramos reponer gran parte de nuestro folclore que está muy olvidado e incluso obsoleto", ha contiuado. "Quería recuperarlo de forma vanguardista para que el público viera que se puede poner en escena de forma muy actual".
Y para ello se fue a Francia en busca de Franco Dragone, el director de teatro que ha puesto en marcha 10 espectáculos del Circo del Sol y "siempre me ha llamado la atención su uso del color, de la luz y de las transiciones entre número y número, y yo quería transiciones bellas", ha explicado Antonio Najarro.
El bailarín y coreógrafo afirma también que "el público ama nuestra danza, quiere conocer lo que está ocurriendo en nuestro folclore y para el público extranjero hacerles descubrir que en España hay mucho más que flamenco, es una gran satisfacción".
Por eso su objetivo fue desde el principio "poner en marcha un cuadro, presentar como una gran producción las danzas menos conocidas y sobre todo actualizarlas".
La danza mete al espectador dentro de los cuadros
Todo ello con un "absoluto respeto a las bases de la danza y del folclore". Sin darse cuenta, el espectador pasará de una región a otra de España y de solos a danzas muy enérgicas de grupo, corales y muy intenstas. Es el caso de la jota aragonesa o el aurresku vasco. "Es un espectáculo muy física, el bailarín termina agotado porque son danzas duras, de hecho hemos tenido varias lesiones sobre todo por la fatiga física".
También se pueden ver danzas salmantinas, sardana catalana, escuela bolera, danza clásica española y flamenco con música en directo. "Están representados todos los pueblos de España, de pandereta, de castañuelas, con sus costumbres y a mí eso me encanta", confiesa Najarro, quien reconoce que ha hecho todo el montaje con "el máximo respeto a la tradición unido a una puesta en escena vanguardista que te hace sentir dentro de un cuadro de Sorolla".
Para traspasar la luz de Sorolla a la danza se hizo un estudio muy exhaustivo con Franco Dragone y su equipo. "Tanto en el suelo como en el fondo hay proyecciones continuas y la iluminación va totalmente acorde con esas proyecciones".
También hay magia en el vestuario, su encargado ha sido Nicolás Baudelaire. "Ha reconvertido parte del vestuario que teníamos en el ballet y ha creado uno nuevo, tiñendo las telas y serigrafiando el tejido con las pinturas de Sorolla. Hay muchas piezas en las que el bailarín va totalmente vestido de pinturas de Sorolla".
Sorolla está avalado por el gran éxito que cosechó en el Matadero de Madrid y puede disfrutar hasta el 14 de septiembre en Los Teatros del Canal de la capital.