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Juan Mayorga profundiza en el teatro sobre 'El arte de la entrevista'

  • Una obra sobre las relaciones, la verdad individual y la ética de la entrevista
  • Con Alicia Hermida, Luisa Martín y Elena Rivera
RAQUEL M. ALONSO

Rosa, Paula y Cecilia son tres generaciones de una misma familia. Una abuela, una madre y una nieta que creen conocerse bien hasta que Cecilia graba en vídeo una entrevista a su abuela para un trabajo escolar. El testimonio de Rosa hará que salgan a la luz asuntos no hablados, cosas no dichas y preguntas no hechas entre las tres, lo que desestabilizará su relación.

Estas son las líneas generales de El arte de la entrevista, un texto de Juan Mayorga que se puede ver en el teatro María Guerrero de Madrid bajo la dirección de Juan José Alfonso.

El reparto lo forman Alicia Hermida (abuela) Luisa Martín (madre), Elena Rivera (nieta) y Ramón Esquinas, como única figura masculina.

Las dos primeras han visitado Las Mañanas de RNE para hablarnos de esta obra que retrata la relación ente las tres mujeres de la familia pero que también reflexiona "sobre la verdad de cada uno, que es algo inconcreto", explica Hermida, "y por ello cada espectador entenderá la realidad de la obra de una manera distinta a partir de su propia reflexión".

El papel de los periodistas

Además, en la representación se analiza la ética de la entrevista. "Hay momentos en los que para un periodista preguntar puede ser un peligro o que como entrevistado no se puede decir una cosa por muy relevante que sea", dice Luisa Martín, cuyo personaje luchará para que la entrevista que ha grabado su hija no se difunda.

"El papel de la madre es intentar averiguar si lo que ha contado la abuela es cierto y frenar todo eso que se nos puede ir de las manos en cualquier momento", dice la actriz.

Una última reflexión apunta a la proliferancón de cámaras en nuestras vidas que "condicionan nuestro comportamiento", o bien nos deshinibimos ante ellas o bien nos cohíben.

En el caso de Rosa, la cámara de vídeo es un estímulo para hablar con libertad y depositar una esperanza en el pasado "porque todos adaptamos nuestros recuerdos", dice Hermida.