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ENTREVISTA

Manuel Montalvo: "Las redes se han convertido en un escaparate humano, en un catalogo de personas"

  • De portero de discoteca a best seller literario
  • Hablamos con el escritor de los inicios de su carrera, de la toxicidad de las redes, y por supuesto, de su última novela
  • 'Sin ti, yo no', el libro que publica la Esfera de los Libros

Por
Manuel Montalvo
Manuel Montalvo

"A veces escribo cosas que no las entiendo ni yo... " Esta frase es la carta de presentación de Manuel Montalvo, un madrileño que llegó a la escritura casi de casualidad. Una conversación, casi de coña, con una amiga periodista sobre '50 sombras de Grey' marcó el pistoletazo de salida a su carrera literaria. Ahora ya va por su novena novela. ¿Quién se lo iba a decir a aquel joven portero de discoteca?

Él mismo reconoce que no sabía escribir. "Hasta ese momento no había escrito ni una carta", admite. Desde entonces, algo habrá hecho bien para que le sigan más de 140.000 personas en Instagram o para que sus novelas lleguen a la quinta edición. Hoy, 5 de mayo, acaba de lanzar 'Sin ti, yo no', una novela romántica que habla entre otras cosas del peso de las redes sociales en nuestras vidas. "Si te metes en las redes sociales, ves que hay un afán desmedido de demostrar todo lo que tenemos." De esto, entre otras muchas cosas, es de lo que hablamos con Montalvo en esta entrevista.

P: Defines tus anteriores novelas como thrillers románticos, ¿y ésta?

R: Mi libro anterior, el que publiqué el año pasado, si es un thriller romántico. Este último es una novela romántica al uso. No tiene nada que ver, pero bueno no escribo de un género en concreto. Escribo lo que me sale.

P: ¿Quién te animó a escribir, teniendo en cuenta que tu mundo poco o nada tenía que ver con la literatura?

R: Yo llevo leyendo toda mi vida y jamás había imaginado que yo me pondría a escribir nada. Fue pura coincidencia. No hay un momento de inflexión para ponerte a escribir.

P: ¿Por qué no lo habías imaginado nunca?

R: Porque no había escrito ni una carta. El primer libro yo lo publiqué en 2013, anterior a eso, solo había escrito mensajes a las chicas.

P: ¿Cuándo y por qué te aventuras a escribirlo?

R: Pues la broma empezó con una amiga mía periodista. Nos leímos 50 sombras de Grey, quedamos y empezamos a charlar sobre ello. Yo bromeando le dije: 'Creo que puedo escribir algo mejor que eso.' Ella me respondió: ‘Pero tú que vas a escribir, anda...’ Me picó. Entonces yo me fui de vacaciones a Thailandia con un amigo, y mientras él estaba en sus cosas yo me puse a escribir un relato erótico un poco de cachondeo. Regresé a España con un primer texto, como 20 páginas, y le dije a mi amiga: 'Te puedes leer esto a ver que te parece.' Luego me llamó y me dijo: '¿Quién ha escrito esto?' 'Lo he escrito yo', le respondí. Ella no se lo creía. Eso me dio pie a seguir escribiendo, y al final creé una historia. Ahí comenzó mi primer libro: 'Cosas y pelo'. Ahora mismo voy por el noveno.

P: ¿Notas tu evolución como escritor?

R: Yo escribía por pura intuición. No tenía ni idea de cómo escribir una novela, ni herramientas literarias, ni nada por el estilo. Una vez que me dieron la oportunidad de publicar mi primer libro, que empecé a sentirme un poco escritor, pues sí que intenté investigar y mejorar. Al principio tenía hasta faltas de ortografía, porque no estaba realmente pendiente. Hasta que mi editor me dijo: ‘Oye Manuel, un escritor no puede tener faltas de ortografía.’ Me empecé a interesar por escribir bien, pero todo de forma autodidacta. A raíz de ahí, empezó mi evolución. Al final cuando escribes de una manera tan visceral, pues no te detienes en fijarte en la sintaxis o si estás repitiendo palabras. El éxito de mi primer libro se basó en que escribía como si no fuese a publicar el libro. Sin ningún tipo de miras y sin ni siquiera saber si te va a leer alguien. Lo cual lo hace una historia muy real.

P: ¿Hay mucho de ti mismo en tus novelas?

R: Yo creo que todos los autores en todos sus libros ponen algo de ellos. Es inevitable que haya una parte de ti en cada novela que escribes.

P: En esta última, hablas del amor en tiempos de Tinder. ¿Quieres poner el foco en que ahora las relaciones se basan un poco en la ley de la oferta y la demanda?

R: Esta novela la escribí cuando empezó esto del confinamiento. Como todos, al principio empecé con un poco de negación y no quería hacer nada. Cuando ya me tranquilicé, empecé a escribir sobre lo que está pasando en la sociedad con las redes sociales en general. Yo hablo con la gente joven y te da un poco de vértigo. Las redes sociales se han convertido en un escaparate humano, en un catalogo de personas. Este me gusta, este no. Si me gusta mucho, voy a probar a escribirle un mensaje. Si me contesta bien, y si no, tampoco pasa nada porque hay muchísimos más. Empecé con eso, pero luego la historia ha ido derivando en otros temas que al final me resultaron más interesantes. Yo, por ejemplo, estoy metido en las redes única y exclusivamente porque me dedico a escribir. A la gente de mi generación, que a lo mejor ni siquiera tiene Facebook, le cuesta entender esto que está pasando.

P: ¿Se han convertido las relaciones en un negocio más?

La sociedad lo que hace es monetizar todo. La evolución nos atropella y es un poco inevitable. Hace algunos años esto hubiese sido inimaginable. Esto de que nos íbamos a conocer mediante un teléfono móvil sin ni siquiera mirarnos a la cara o sin saber cómo huele la otra persona, mí yo de 20 años no se lo hubiese creído. Sin embargo, tienes que agarrarte un poco a esa evolución porque sino te atropella. Está ahí, quieras o no. Nos guste o no es el mundo que nos ha tocado vivir

P: ¿Tú mismo te has visto esclavo de ello en cierta forma?

R: La verdad que esto de las redes sociales lo llevo muy bien, porque al final no me influye tanto. En mis redes sociales comparto muy poquito de mi vida, porque al final creo que solo les interesa a mis amigos. Comparto solo las cosas que escribo, que creo es lo que interesa a mis seguidores. No he creado un personaje de mí mismo, así que no lo comparto.

P: De tu Instagram, ¿cuál dirías que es la publicación que más repercusión ha tenido?

R: Lo que más le gusta a mi público, por sus reacciones o por los mensajes que recibo, son los textos que les hagan sentir de una manera u otra: un desamor, un pinchazo muy fuerte… En la pandemia puse algo sobre volver a abrazarnos y eso tuvo mucha repercusión, pero porque todos teníamos las emociones muy a flor de piel.

P: ¿Tú lograste encontrar la inspiración en plena cuarentena?

R: Al principio fue todo horrible, pero a las 3 semanas me cambió el chip y decidí aprovechar el tiempo. Me puse a escribir, leer mucho y a pintar, que era algo que nunca había tenido ese momento de tranquilidad para hacerlo. Te digo sinceramente que a mí me vino genial ese momento para mí. Lo pasé mal porque mucha gente de mi alrededor tenía familiares afectados o por la preocupación porque a mis padres les pasase algo. Entonces, era una montaña rusa sentimental muy fuerte.

P: Dices del prota de tu novela que es un ganador que perdió… ¿A qué te refieres?

R: Se llama Manuel y lo que quiero que la gente vea en él es que hay que arriesgarse en la vida. Al final todos nos metemos en la vorágine del día a día y ni siquiera nos paramos a preguntarnos si somos felices realmente. La mayor parte de la gente seguramente esté trabajando en algo que no les guste. Yo he encontrado en escribir algo que me hace súper feliz. Creo que ahora tengo una vida plena. Y bueno, he intentado trasladar esa lucha y que tienes que salir de la zona de confort para cambiar algo a mejor. Sé que es muy difícil, porque cuando tienes que pagar facturas y dependes de un salario para llegar a fin de mes es muy complicado cambiar, pero por lo menos intentarlo.

P: La gente joven ahora mismo, en crisis, sueña todo el rato con dinero… ¿Por qué crees que pasa esto?

R: Porque al final si te metes en las redes sociales, ves que hay un afán desmedido de demostrar todo lo que tenemos: un coche de la hostia, una casa increíble… Es todo un afán de protagonismo y de mostrar que te va todo súper guay, pero más por aparentar. También creo que es un tema de juventud. Cuando vas cumpliendo años dejas de darle tanta importancia al dinero, aunque es importante para ser feliz sobre todo cuando no llegas a fin de mes, pero tienes que buscar un equilibrio. Al final, los jóvenes siempre tiran más a los extremos que al equilibrio.

P: ¿Te han etiquetado alguna vez de ñoño, sentimental blando?

Yo he trabajado de portero de discoteca muchos años y tenía que mantener la imagen de rudo. Pero en el fondo, todas las personas lloran. Todos nos hemos emocionado leyendo un libro o viendo una peli. Yo escribiendo este libro he llorado como un perro desconsolado y creo que no hay nada de malo en ello. Hay gente más reacia a mostrarlo, pero no creo que haya ningún problema. Cada uno tiene que hacer lo que sienta en cada momento: llorar o reír. Cada vez veo a los chicos con menos temor a demostrar lo que sienten. En nuestra época era más difícil porque nos educaron de otra manera, pero yo personalmente lo muestro bastante.