Enlaces accesibilidad
ENTREVISTA

Núria Graham: "Me sabe mal por toda esta generación de jóvenes que están desmotivados"

  • "Las redes sociales son el capitalismo en todo su esplendor porque te incitan a consumir y a compararte"
  • "Encontré una vía de escape para entenderme en la música"
  • Ya puedes leer la entrevista completa con Núria Graham

Por
Núria Graham
Núria Graham

La cantautora catalana acaba de iniciar una gira que la llevará por distintas ciudadades españolas y que afronta con muchísima ilusión. Después de una cuarentena muy poco inspiradora, en la que confiesa haberlo pasado mal, llega una época de creatividad a raudales.  En la actualidad, la artista no para de escribir y está embarcada en nuevos proyectos muy interesantes. Hace un mes que lanzó "At Last", una canción que habla de este ansiado momento en el que quería estar cuando la creó.

Reconoce que le ha tocado vivir una época complicada, pero que ella escoge mirar hacia delante siempre con positividad. "Es una generación que no solo no sabe que hacer con su vida, sino que no hay energía, no hay una visión de futuro muy concreta", se lamenta Graham.

Lo suyo con la música fue amor a primera vista. Empezó en el asiento trasero del coche de sus padres cantando canciones que ni siquiera entendía. Luego, le regalaron una guitarra y en la adolescencia empezó a escribir letras sin parar, casi como una especie de terapia. Nuria es medio catalana, medio irlandesa y dice que gracias a la música ha conseguido entenderse. Ahora lo ve como un ejecicio de empatía y no como un medio para mandar mensajes políticos. Le gusta hablar de experiencias y convertirlas en algo universal con lo que muchas personas puedan sentirse identificadas. Nos citamos vía online con ella para charlar de todo esto.

P: Llevas tocando desde muy pequeña, ¿cuál dirías qué fue tu primer contacto con la música?

R: Empecé con 16 años a dar conciertos. Era una cosa que no estaba ni calculada, ni planeada, pero desde pequeña he estudiado guitarra y música en una escuela. Hasta que era adolescente no tuve el interés por escribir canciones. Me empezó a salir y no he parado desde entonces.

P: ¿Qué o quién te incitó a ello?

R: Mi padre toca la guitarra, aunque no se dedica a la música a nivel profesional, pero siempre hemos escuchado música en casa o en el coche. Siempre he tenido en la memoria estar detrás en el coche de mis padres oyendo discos y discos sin parar. Me acuerdo de todos ellos, de cómo los iba cantando detrás, y si que en cierta forma, ellos me han pasado a mí este amor por la música. También viene de la parte de mi familia irlandesa, muchos de ellos tocan a nivel hobbie. Tiene que ser algo que está en algún sitio de mi genética.

P: ¿Qué dijeron tus padres cuando les dijiste que querías dedicarte profesionalmente a ello?

R: Pues no lo decidí, acabó pasando. Me acuerdo que estaba haciendo primero de bachiller. Estaba grabando una demo que iba a colgar en internet para ver qué pasaba. De repente, hicimos el primer concierto con mi banda, que era con mi profesor, y desde entonces ya tenía una gira, luego sacamos la demo… Todo se fue enlazando, pero sí que al principio mis padres estaban como preocupados: '¿No eres muy joven para este mundo?', me decían. Ahora están más tranquilos, porque para ellos también ha sido un regalo. Todos los conciertos que hacía me acompañaban mis padres y lo disfrutaban muchísimo. A ellos les encanta. Si que mi madre decía lo del plan b… Y yo le decía: bueno, yo voy a tope con mi plan A y luego ya se verá. Al final no tengo hermanos y mis padres son como mi única familia y mis amigos. Me dan mucho soporte.

P: ¿De dónde viene el estilo de Núria Graham?

R: Es difícil, mas que nada, porque creo que es complicado quedarse en un estilo. Siempre me ha costado mucho autodefinirme en ese sentido. Al final, los intereses y la vida te van llevando por sitios a los que ni siquiera tu sabías que ibas a llegar. Al principio, hacía la música que me salía. Luego el hecho de que haya tocado siempre la guitarra, me ha llevado a un determinado estilo, que a veces, definen como pop o folk-rock. Cada vez dicen cosas diferentes y yo no lo sabría definir tampoco. Escribo canciones y al final la canción determina que estilo estoy haciendo, no yo misma. Creo que va variando, pero bueno mi faena es escribir canciones.

P: Te conocimos a través del documental de Amaia. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con ella?

R: Fue todo bastante de casualidad. Yo nunca había visto OT. Había oído hablar de ello a mis compañeras de piso, pero no la conocía. Luego descubrí que ella estaba en el mismo sello que yo y nos dijeron: '¿Por qué no os conocéis?' Surgió como algo muy natural. Nos tomamos un par de cervezas y nos entendimos muy bien. Al final, escribí un par de canciones para ella y fue muy guay esta experiencia porque para mí es genial esto de escribir canciones para otra persona. Es una oportunidad enorme y me encanta. Te tienes que inspirar en la otra persona, porque ya no lo haces pensando en ti, y eso es muy guay. Luego, como yo no tenía muchos conciertos porque estaba preparando mi disco, acabé tocando en su banda.

P: Componiendo para otros, ¿no hay choques de ideas?

R: Depende, yo aún no he trabajado con mucha gente, pero con Amaia fue todo muy fácil porque no estaba calculado. Tenía una canción hecha desde hace dos años, que yo nunca iba a cantar porque no era mi estilo, y fue como que estaba hecha para que lo cantase Amaia. Es la de “Porque apareciste”, la última del disco. Es todo un oficio porque te tienes que adaptar a cómo la otra persona canta e interpreta. Pero a mí me gusta este oficio.

P: Te gusta la palabra cantautora ¿qué significa para ti?

R: Me puedo sentir definida con la palabra cantautora, porque hago mis canciones y las canto. Sí, soy cantautora, pero pienso que también soy algo más: soy músico en general. Me gusta decir que no soy cantante, ni soy solo instrumentista, sino que todo eso son excusas para escribir canciones. Mi trabajo y todo lo que hago está enfocado en escribir.

P: En “At last” hablas de una vía de escape y dices que has encontrado tu lugar. ¿Estabas antes un poco perdida? ¿ En qué momento estás ahora?

"At last" es una canción que escribí antes del Marjorie. Y la grabé, pero al final no entró en el disco porque no entraba en la narrativa de lo que contaba el resto del disco y ahora tiene mucho sentido. En el momento que la escribí era como una canción que hablaba de escapar y de no tener la energía para empoderarme. Es un poco eso, no tenía la energía para macharme de algo que no me estaba haciendo bien y crecer. Y es de lo que habla un poco la canción “At Last”. Por fin estoy en el momento que quería estar cuando escribí la canción.

P: ¿Cómo era inspirarse y concentrarse en escribir con la pandemia?

R: Pues mira a mí me paso que al principio de la cuarentena no podía leer y ni siquiera mirar una película. Los dos primeros meses me sentaron fatal. Se que hay gente que pensó: ¡Qué bien por fin tengo tiempo! No quería ni tocar, no estaba nada inspirada. Pero sí que es verdad que después de esa bajona tan enorme que sacudió mi cerebro, vino el momento en el que me ha vuelto la inspiración. Ahora tengo ganas de pensar en nuevos proyectos, estoy escribiendo un montón y estoy más lúcida en ese sentido. O sea que siempre hay una época de sequía para que luego venga otra mejor.

P: ¿No crees que el ser humano se adapta muy rápido a las situaciones?

R: Sí, y no sé si esto es bueno o malo. Es verdad que nos hemos acostumbrado muy rápido. Por un lado, la pandemia me ha traído cosas buenas, como un poco de calma, pero al mismo tiempo, me encanta socializar y para escribir necesito ver a gente. Al principio decía no puedo escribir porque no me ha pasado nada, menos mal que eso ha cambiado un poco.

P: ¿Sientes que a tu generación le está tocando vivir un momento complicado?

R: Totalmente, yo creo que de aquí a 100 años nos estudiarán y lo entenderán mejor que nosotros ahora mismo. Vivimos en un caos y ya lo hacíamos antes de la pandemia. Esto que dicen de que si ahora estamos más juntos, porque todos hemos vivido esta experiencia juntos que ha sacado lo mejor de nosotros, yo tampoco lo estoy viendo mucho. Pero intento siempre estar positiva.

P: ¿Qué sentimiento estás viendo en los de tu generación?

R: Bueno, yo prefiero que me haya tocado ahora y no cuando tenía 17 o 18 años. Cuando me imagino como era mi vida en aquel momento, que era todo descubrir cosas… Al final, soy quien soy por lo que me ha tocado vivir. Me sabe mal por toda esta generación que están desmotivados. Mi madre es profesora de instituto y lo ve en sus alumnos cada día. Es una generación que no solo no sabe que hacer con su vida, sino que no hay energía, no hay una visión de futuro muy concreta. En mi campo, hemos estado un año sin poder trabajar y sin perspectivas de lo que va a pasar. Te sientes poco esencial, sobre todo los primeros meses. Es extraño, pero bueno...

P: Dices que te cuesta comunicarte, ¿es la música una especie de terapia en tu caso?

R: Es totalmente terapéutico. Empecé en la adolescencia, que es el momento en el que te pasan miles de cosas en tu cuerpo y en tu mente. Ese momento en que todo es un caos y no sabes ni cómo explicarlo. Encontré una vía de escape para entenderme en la música. Lo está siendo ahora y cada día más. Creo que esa es la función de curar un poco, de entenderte. A medida que tu te vas entendiendo más a ti misma, también acabas entendiendo más a las otras personas. Es casi un ejercicio empático. La música tiene este poder y por eso me gusta tanto dedicarme a esto.

P: Rosalía acaba de pedir al algoritmo que le muestre cosas nuevas. ¿Tú que le pides?

R: Me gusta cuando el algoritmo de Spotify me recomienda el descubrimiento semanal. A veces es guay porque conozco algo nuevo e interesante. Aparte de esto, es que entras en un círculo vicioso que al final te sale siempre lo que se supone que te tiene que interesar. A mí, por ejemplo, entro en Instagram y me salen gatos y cremas para la cara. Entones, pienso: estos no son los únicos intereses en mi vida. Entras en ese círculo y parece que no puede salir. Las redes son el capitalismo en todo su esplendor porque te incitan a consumir y a compararte. Es un horror. Es un estrés, todo lo de las redes, que nadie entiende. ¿Por qué si cuelgas una selfie funciona mucho más que si cuelgas un trabajo que te llevas currando 5 meses? Es muy curioso cómo funciona y parece que siempre tienes que estar generando contenido sin que importe el qué. Es estresante y para crear no es lo mejor. Acabas en este círculo que no sabes si estás creando porque quieres o porque participas de este círculo.

P: ¿Qué mensajes quieres hacer llegar con tu música?

R: No tengo por qué expresar mis ideas políticas en cada canción que escribo. A veces me han descrito como música feminista cuando yo no estaba diciendo nada específico sobre el tema. Yo hablo sobre experiencias personales o cosas que veo. Pero no hago música pensando en describir lo que está pasando, sino que hago lo que me sale y creo que le pasa a muchos artistas. Muchas canciones que hablan de cosas personales te pueden llegar porque se convierten en un tema universal. Por eso creo que las letras tienen que ser una cosa que salgan de dentro, al menos para mí.

P: ¿Hay cierto miedo del artista a expresar sus opiniones?

P: Yo no quiero que se politice con lo que escribo, si es que no me sale de manera natural. Para mí es una forma de expresarme y de hablar de las cosas que pasan a mi alrededor y no me sale escribir sobre eventos sociales.

P: Ahora empiezas una mini gira ¿cómo la afrontas? ¿Hay ganas de directo?

R: Con muchas ganas. Creo que el miedo de que me cancelen cosas, se me ha pasado. Creo que la gente ya se ha acostumbrado un poco a que haya cambios constantes de fechas. Así que, bueno, no puedes planear a largo plazo para nada, ni a corto. Pero en este caso estoy ilusionada porque hay varios conciertos y tengo pensado grabar algo este verano. Así que al menos tengo algo de perspectiva, que ya es mucho.