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¿Es el porno nuestra principal fuente de información sexual?

  • Un estudio refleja que el 11% de las mujeres encuestadas admite haber recibido violencia de alguna pareja sexual
  • Preguntamos a cinco universitarios qué opinan sobre los efectos del porno en los jóvenes
  • Las prácticas de riesgo y la falta de información es algo común
  • Recuerda que en Gen Playz ya debatimos sobre esto. Mira el programa aquí

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Estudio pornografía
Estudio pornografía

El 90% de los hombres universitarios cree que el porno es fiel a la sexualidad real, frente a un 42 % de las mujeres, son datos extraídos de la publicación 'Pornografía y educación afectivosexual', publicada por las universidades de Illes Ballears y Santiago de Compostela que se basa en un estudio realizado con alumnado universitario de 18 a 26 años. El mismo que afirma que el 11% de las mujeres encuestadas admite haber recibido violencia de alguna pareja sexual (asfixiar, pegar, escupir), o que uno de cada tres chicos y una de cada seis chicas consumen porno a diario.

Además, el estudio señala que en España, un 86,9 % de hombres jóvenes son consumidores habituales, mientras las mujeres jóvenes solo llegan al 54,6 % (Ballester, Orte y Red Jóvenes e Inclusión, 2019). Uno de los peores efectos es la distorsión de la percepción, la formación o deformación de actitudes, especialmente en grandes consumidores de pornografía sin la maduración emocional para comprender lo que ven, maduración que ofrecería una educación sexual adecuada.

También se destaca las posibles consecuencias de este consumo. Una de ellas son las conductas de riesgo que muchos llevan a cabo por imitación al porno. Las más frecuentes son: el sexo sin preservativo (55,6 % de hombres frente al 24,4 % de mujeres), el sexo en grupo (18,5 % de hombres, 6,7 % de mujeres) y grabar en vídeo a otras personas (13 % de hombres, 0 % de mujeres).

Ante estas sorprendentes cifras, no hemos podido evitar preguntar a los mencionados por este estudio, los universitarios y universitarias, si veían estos datos exagerados o fieles a la realidad. Manuel, Antxon, As., Andrea y Sofía son cinco jóvenes universitarios cuya edad en ningún caso supera los 24 años. Han sido preguntados de forma individual y la mayoría coinciden en que muchos puntos del estudio son bastante acordes a la realidad: la pornografía sigue centrándose en el placer del hombre, los jóvenes tratan de imitar lo que ven el porno, las prácticas violentas son bastante comunes, y sobre todo, la falta educación sexual hace que muchos jóvenes tomen el porno como la primera y única referencia.

¿Crees que este estudio refleja la realidad de los jóvenes?

Manuel, 24 años, estudiante de grado superior de Integración Social: No creo que refleje la realidad. Puedo entender que sea alto, pero un 90% me parece exagerado.

Antxon Arizaleta, 22 años, estudiante de Ciencias Políticas: Probablemente si que tenga que ver con la realidad porque vivimos en una sociedad donde la educación sexual brilla por su ausencia. La única socialización que tenemos con el sexo suele ser la pornografía. Pongamos por ejemplo una escena pornográfica donde aparece una mujer realizando unas prácticas que se ve no le están proporcionando placer, sino al contrario, le están haciendo sufrir. Diríamos que esto no tiene nada que ver con la vida real, pero sin embargo es algo que ocurre. Por ejemplo, cuando una chica está con su novio y está realizando una práctica que no le remite ningún placer, pero que por la manera en la que ha sido socializada en el sexo ella misma se ve obligada a complacer el deseo del hombre. ¿Cómo no va a sentir el hombre que es una sexualidad real? Si en sus prácticas cotidianas está sucediendo. Lo que hace el porno es simplemente cambiar la posición de la mujer, exagerando o modificando la realidad.

As. Lizarazu, 20 años, estudiante de Antropología Social y Cultural: Creo sinceramente que refleja la realidad, porque aunque me esperase cifras más bajas, si que los hombres suelen pensar que el porno es algo menos ficticio con respecto a las mujeres.

Andrea, 23 años, estudiante de Traducción e Interpretación de Alemán: Creo que refleja la realidad. Nada es 100% como ocurre en el porno y ellos piensan que sí. En una relación sexual hay mucha más conversación y no es tan al hecho como se muestra en la industria.

Sofía Pérez Corral, 21 años, estudiante de Biología: Son datos muy representativos que reflejan la realidad de cómo conciben el sexo los hombres y las mujeres. Al final la pornografía mainstream es muy falocéntrica, se ha centrado siempre en que el hombre sea complacido por una mujer. No me sorprende que refleje la realidad para los hombres y que para las mujeres no. Porque al final el sexo se trata de disfrutar ambos y en la pornografía el centro de placer siempre ha sido el hombre.

Las conductas de riesgo más frecuentes son el sexo sin preservativo, sexo en grupo y grabar a otra persona, ¿están estas conductas alimentadas por el porno?

Manuel: He tenido sexo sin condón, pero no sexo en grupo, ni grabado. Pero no creo que esté alimentado por el porno.

Antxon: Si que lo alimenta porque la única fuente de socialización con el sexo para mucha gente es el porno. Las prácticas que aparecen como placenteras en el porno se extienden porque funciona como un creador de deseo.

As: Suelen ser alimentadas por el porno claro, en especial lo de grabar a otra persona. Lo del preservativo creo que es más por una falta de educación sexual. Si que creo que la gente trata de repetir lo que ve en las películas porque tienden a fantasear mucho y aspirar a lo que ve.

Andrea: Hay muchas plataformas donde la gente sube vídeos caseros y se pueden ver ese tipo de prácticas, que la gente intente recrearlos es habitual. Aunque creo que se debería separar ficción de realidad.

Sofía: La pornografía para los hombres es lo idílico, aunque sea una exageración total de la realidad. Creo que si en los vídeos pornográficos usaran condón los hombres lo tendrían mucho más en cuenta. Lo ven y se creen que no es tan importante, cuando la realidad es que los actores se hacen pruebas de ITS y ellos en general no. La pornografía alimenta un sexo desprotegido que se ve mucho en la realidad.

El 11% de las mujeres encuestadas admite haber recibido violencia de alguna pareja sexual (asfixiar, pegar, escupir), ¿te sorprende este dato o no?

Manuel: En mi entorno cercano no se da o no se habla, pero no me sorprende para nada el dato.

Antxon: Me parece un porcentaje bastante bajo. Es cotidiano escuchar hablar de practicas sexuales violentas. En muchos casos son consensuadas y quizás este porcentaje se refiere las no consensuadas. Pero si, es algo bastante habitual.

As: Me esperaba una cifra más alta, puesto que la mayoría de mujeres que conozco han recibido algún tipo de violencia de alguna pareja sexual. Incluso por redes sociales a la gente le suele resultar muy excitante cosas como el estrangulamiento o escupir.

Andrea: No me sorprende. En el porno está todo pactado y si hay algo que no le gusta al actor o actriz, creo que se para. Si lo ves en una película, piensas que a todas las mujeres les gusta lo mismo. Cuando esto no es así. Hay muchas diferencias de gustos en las relaciones. Todo se debería basar en la comunicación y en el momento que haya algo que no te guste, decirlo. Muchas veces el hombre asume ese poder de potestad sobre lo que te gusta o no.

Sofía: Me sorprende, desgraciadamente, porque creo que es mucho más alto. Yo lo he vivido, la gran mayoría de mis amigas también. Creo que es algo que hemos vivido todas, muchas veces sin consentimiento.

¿Piensas que el consumo de porno puede tener algún efecto negativo? ¿Cuál?

Manuel: Si creo que es negativo. Yo he llegado a tener adicción a la pornografía. De hecho me metí en una pagina que es una comunidad para acabar con la adicción al porno. Después hice una sesión de abstinencia de 3 meses, porque llega un momento que no te das cuenta y estás enganchado. No es como una droga, pero al final como liberas dopamima y sobre todo va ligado a problemas de salud mental, al final te destruye. Cada vez consumes una pornografía más explicita y al final distorsionas la realidad e incluso pierdes el apetito sexual. El sexo real pierde sentido porque has consumido un tipo de porno que no tiene nada que ver. Para mí tendría que haber una educación sexual sobre cómo masturbarse, sobre todo en los hombres, más satisfactoria sin tener que llegar a la pornografía.

Antxon: Te diría que el porno no es negativo en sí. Al fin y al cabo solo es la grabación de personas teniendo sexo. Lo negativo son las propias relaciones sexuales, que como toda relación social en nuestra sociedad está atravesada por el machismo. Entonces se da un sentido jerárquico en que la mujer suele estar por debajo. También es negativo que, al muchos jóvenes no tener alternativas de educación sexual al porno, todas las prácticas tóxicas que se dan en el porno se perpetúan en la sociedad.

As: Creo que el consumo de porno solo tiene efectos negativos como: crear unas expectativas falsas sobre el sexo, promover la violencia contra la mujer y las consecuencias que puedan tener los mismos actores y actrices porno.

Andrea: Creo que tiene un efecto negativo si se utiliza mal. Si se enseña que el porno es fantasía y ficción creo que puede llegar a ser positivo. Pero si partimos de la base de que nada de eso se ha enseñado nunca, porque el porno es un tema todavía muy tabú, puede haber una desinformación que cause ese efecto negativo tanto en las relaciones de la gente, como en cómo se ve desde fuera el porno.

Sofía: Por supuesto que es negativo. Por lo que yo he vivido, el sexo terminaba cuando el hombre eyaculaba. Es algo en lo que yo he creído siempre hasta hace poco. Siempre he intentado complacer a los hombres sin darme cuenta de que yo también estoy ahí, yo también soy importante y yo también quiero disfrutar. Suena muy obvio pero no siempre ha sido así. Hasta hace nada hemos pensado que el sexo era meter y sacar. Muchas mujeres no han sabido vivir su sexualidad, ni lo que era el clítoris, porque eso al final no era importante para el hombre. Entonces creo que sí que tiene muchos efectos negativos porque la gente se hace una idea del sexo que está muy alejada de la realidad y a veces es muy fea.

Por último, ¿Qué tipo de educación sexual has recibido?

Manuel: Yo no he recibido ningún tipo de educación sexual. En mi familia era un tema tabú y en le colegio tampoco nunca hemos tenido una charla de educación sexual. Me hubiera gustado porque creo que es muy necesaria. Porque al final todo ha sido en base a mi experiencia.

Antxon: Supongo que es poca, como la de la mayoría de la gente. La primea educación sexual que debería ser es la de los padres y las madres hacia los hijos y las hijas. Hablando con mis amigos, sí que reconozco que mis padres han hecho un esfuerzo mayor que el resto. Pero limitado porque no es algo que se hable con total libertad. En segundo lugar, la educación sexual que deberíamos recibir a través de la escuela es nefasta. Todos hemos vivido las escenas estas en las que un señor/señora venía a enseñar cómo poner un condón a un plátano o a decirnos esto es una vagina y esto es un pene. Pero cosas muy limitadas que evidentemente lo único que provocaban eran risas. Porque cuando a los adolescentes no se les toma en serio, no se les trata como iguales o se les infantiliza, no se les puede educar en una cosa que se les ha dicho que es de adultos. Entonces al final la única forma que tienen de socializar con el sexo es el porno al que pueden acceder sin problema y sin ningún tipo de regulación.

As: La escasa o nula educación sexual que yo he recibido ha sido básicamente sobre reproducción sexual, un poco sobre ETS y enfocada mucho al sexo con penetración entre hombres y mujeres (muy heteronormativo) lo cual no siempre se ha ajustado a mis deseos o aspiraciones. Pero en general es sobre todo escasa.

Andrea: Nunca he recibido ninguna charla en exclusiva. Mi colegio era concertado y lo poco que he dado lo hemos visto en los libros de biología. Lo que ido aprendiendo ha sido por mi propia curiosidad. Así he aprendido a saber lo que hay que hacer, lo que no. Mi educación ha sido internet y las redes sociales antes que el colegio. Porque en el colegio había mucho tabú en cuanto al sexo.

Sofía: No he recibido ningún tipo de educación sexual en el colegio. He ido a un colegio privado, que no era católico ni nada, pero sin embargo nunca nos dieron charlas sexuales de ningún tipo. Creo que es esencial. Mis padres intentaron darme una charla, pero ya era un poco tarde. Todo lo que he aprendido ha sido por internet y por lo que me han ido contando mis amigas. Entonces la pornografía influye mucho porque es de muy fácil acceso y muchas veces para los niños y las niñas es la única fuente de información, lo cual es muy triste.