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'Macarras interseculares', cuando los rockers, mods, pijos, bakalas, punkis o nazis eran los dueños de la calle

  • Iñaki Domínguez y Marina Cochet llevan al cómic el exitoso libro del primero
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Un hombre con gafas de sol y bigote, con una camisa estampada, muestra un anillo en su mano. Detrás de él, se encuentra un coche antiguo, todo en un estilo de dibujo con tonalidades rojizas.
Detalle de la portada de 'Macarras interseculares' (Astiberri) 5

Durante décadas las tribus urbanas formaron parte del paisaje de las grandes ciudades. Las primeras bandas callejeras de rockers, mods, pijos, bakalas, punkis, nazis... eran los dueños de la calle, mientras a sitios como Madrid llegaban las drogas pero también la revolución cultural, musical y estética de la Movida (en los ochenta), o la prehistoria del rap y el hip hop (en el Madrid de los noventa). Unas tribus urbanas a las que Iñaki Domínguez retrató en el libro Macarras interseculares. Una historia de Madrid a través de sus mitos callejeros (Melusina), que ahora el propio autor y la dibujante Marina Cochet, han adaptado al cómic en Macarras interseculares (Astiberri).

Y lo primero que preguntamos a Iñaki es: ¿Cómo ha cambiado la historia al pasar a las viñetas? "No podía hacerse un comic tan largo como el libro original, por lo que elegimos historias de interés para atraer al lector. Pero también hemos añadido cosas nuevas como mis propias investigaciones (y mi participación como personaje) o bandas como los Breakers (rockers malos) que no aparecen en el ensayo. Creo que ha quedado algo muy chulo. Hacemos justicia al libro, pero añadimos cosas nuevas y frescas".

Entre esas cosas frescas destaca el estupendo dibujo de Marina Cochet (El Violeta, Melchor Rodríguez El ángel rojo) "Me interesó su proyecto porque habla de un lado desconocido de Madrid, donde he crecido. Era una oportunidad ideal de recrear lugares y estéticas con las que conecto o recuerdo de mi infancia y adolescencia, pero sobre todo me fascinó descubrir las que no conocía. El guion en sí aún no existía como tal cuando arrancamos el proyecto. Me basaba en extractos de capítulos escogidos por Iñaki. El material que extrajo de su ensayo Macarras Interseculares fue la base para crearlo después. Sobre la marcha de capítulo en capítulo, fuí construyendo la adaptación a guion y el storyboard a la par".

Página de 'Macarras interseculares' (Astiberri)

Las bandas de macarras se inspiraron en 'West Side Story'

En cuanto al nacimiento de las bandas, Iñaki nos comenta que: "Las bandas existirían desde mucho tiempo atrás, pero las bandas modernas de macarras sí se inspiraron en West Side Story (Robert Wise, 1961) cuando se estrenó en España (1963). Aunque los macarras han pasado por muy diversas mutaciones desde los años sesenta hasta la actualidad".

Unas bandas que, al principio resolvían sus disputas de una forma un poco primitiva: "Las peleas a pedradas eran las llamadas “dreas” y eran muy comunes", nos explica Iñaki.

Hoy empieza todo - 'Macarras interseculares' - 26/11/25

En cuanto a cómo surgió esta historia, el escritor nos comenta: "Nació en mi cabeza en torno a 2013 o así, tras haber convivido cerca de macarras y bandas en la noche madrileña durante muchos años. He tenido contacto con esos grupos en la noche y también al entrevistarlos".

Y sobre qué parte de verdad y de leyenda hay en el ensayo, Iñaki asegura: "Hemos priorizado la verdad, aunque siempre esté atravesada de leyenda (algo típico de la cultura oral)".

Unos años en los que las drogas fueron una auténtica plaga. "Muchas bandas acabaron por desintegrarse al iniciarse sus miembros en la heroína. Esto hacía que los grupos de desbandasen en asociaciones de dos que iban buscando su pico. La llegada de la heroína supuso el fin de las bandas y pandillas en muchos casos", nos explica Iñaki.

Página de 'Macarras interseculares' (Astiberri)

De la literatura al cómic

Marina nos comenta que ha disfrutado mucho dibujando a esas bandas, sobre todo las que tenían sus uniformes: "Muchísimo. Siempre he disfrutado dibujando la figura humana, la figura masculina particularmente. La estética de los 50's , 60's y 70's siempre ha tenido un atractivo innegable para mí, sobre todo la de los rockers. Quizá por ver películas americanas que recreaban esa época y la música que va asociada a ella".

Destacar que Marina recrea maravillosamente cada ambiente urbano, aunque Iñaki no quiso darle muchos datos ni fotografías para dejarla libertad. "Si, tuve poca documentación inicialmente. A veces un extracto de texto y un par de fotos personajes para cada capítulo. Creo que iñaki aplicó un experimento creativo muy acertado que se alinea con la idea del mito: al tener solo la información justa, tuve que poner mi granito de arena en los huecos, y eso ha hecho que el mito siga su curso. Como sabemos, estos a veces están basados en realidad, pero el relato se va deformando con el boca a boca, y eso es lo que construye un mito. Realidad y ficción. Pasarlo a cómic le ha dado una nueva dimensión a esas historias".

En cuanto a separar la realidad del mito, Marina nos comenta: "No se sabe a veces dónde está la verdad y donde la leyenda, así que intenté ser por lo menos fiel al texto original. Pero cuando adaptas a un cómic, es inevitable doblar y adaptar ese texto a imágenes y que cada capítulo tenga un buen guion y cierre".

Página de 'Macarras interseculares'

"El cine quinqui fue una documentación obligada"

Si hablamos de esas bandas, el cine quinqui es una referencia obligada, como nos comenta Iñaki: "El Cine Quinqui refleja una realidad de esa época y operaba retroalimentando la realidad, y viceversa. El cine emulaba la realidad y la realidad, de vuelta, emulaba la ficción cinematográfica".

Un cine que también sirvió a Marina para documentarse: "Buceé mucho por internet para acaparar todo aquello susceptible de ayudarme a inspirarme para crear una ambientación o escenario adecuados para contar la historia. Eso incluía cómo vestían, cómo se peinaban, qué coches habían, cómo eran las farolas...detallitos que me parecían importantes para mantenerme los más fiel posible al texto original. El cine quinqui fue una documentación obligada. Ya había visto algunas películas de la época antes del proyecto, por lo que ya flotaban imágenes en mi cabeza, y claramente, algunas viñetas le hacen un pequeño homenaje".

Los descampados urbanos, la ropa, el metro, la llegada del hip hop... Marina ha puesto especial mimo en recrear todo eso: "He puesto mucho de mis recuerdos en los escenarios. Nací en el 81, por lo que resquicios de descampados, el metro de antes, las pintas ochenteras la recuerdo muy bien. Y cuando necesitaba unas referencias más concretas, ahí me documentaba más, como por ejemplo la parte del hip hop. De todas las tribus urbanas, es la que menos conocía".

"Decidí experimentar cromáticamente"

El color también tiene una gran importancia narrativa en el cómic: "Decidí que quería experimentar cromáticamente, desmarcarme de otros proyectos anteriores más contenidos -nos comenta Marina-. El hecho de que cada capítulo fuese una historia cerrada, me daba esa oportunidad. Cada época la veo de un color en mi cabeza, así que eso hice. Siendo historias tan intensas, me permití el lujo de crear combinaciones acordes a esa energía. Fue liberador. Lo disfruté mucho y aprendí un montón. Hay sólo una página en blanco y negro y es un pequeño homenaje a García-Alix y la 'fauna' que fotografiaba en los años ochenta por el centro de Madrid".

Además, cada capítulo comienza con un mosaico con el nombre de una calle o barrio de Madrid: "Me gusta cuando paseo por Madrid y veo un nombre de calle escrito en azulejo blanco, con su dibujo y con su tipografía 'Chulapa', que es hermosa y muy peculiar. El dibujo te cuenta el origen del nombre de esa calle, o al menos hace que sientas curiosidad por la historia de Madrid".

"Creo que es un tesoro, hay que valorarlo porque la memoria es una cosa muy frágil. Me parecía que presentar cada capítulo de esa manera realzaba la idea del mito, el origen de las historias. Y también es reivindicar la belleza de los detalles antiguos y elaborados que tiene esta ciudad".

Página de 'Macarras interseculares'

Dum Dum Pacheco es uno de los protagonistas

El famoso boxeador Dum Dum Pacheco protagoniza la impactante portada, que es una reinterpretación de la foto auténtica que servía de portada del libro. Y también aparece en el cómic haciendo de "manager" de una joven promesa de la música: Camilo Sesto. "Es solo una de las muchas anécdotas reales que recogemos en el cómic -nos comenta Iñaki-. Se sabe que los Ojos negros, la banda a la que perteneció Dum Dum, se interesó por la música de los Dayson (el grupo musical de Camilo) y apretaron las tuercas al dueño de la sala los Boys, de Usera, para dejarle tocar y cantar entre sus cuatro paredes".

En cuanto a por qué ha querido homenajear a esa foto de Dum Dum Pacheco, Marina nos explica: "Precisamente porque es muy potente, y la figura de Dum Dum en la foto original es más que icónica y representativa de la estética macarra: tipo duro, actitud arrogante, cochazo...y aparte es que mola mucho. Le di la tonalidad rosa para contrarrestar.... ¡tanta testosterona!".

En cuanto a lo que queda de esas bandas, más de sesenta años después, Iñaki nos comenta: "Cada vez hay menos bandas, aunque siguen existiendo. Siempre existirán jóvenes problemáticos y pegones que se juntan entre sí para hacerse fuertes frente al mundo".

Portada de 'Macarras interseculares' (Astiberri) 5