El precioso, exquisito y evocador viaje de una ranita en busca de los trópicos
- Se publica Una ranita en otoño (y mucho más...), de la sueca Linnea Sterte
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Hay cuentos y cómics cuya belleza y delicadeza nos enamoran desde la misma portada, como una ranita en Una ranita en otoño (y mucho más...) (Errata Naturae), de la sueca Linnea Sterte (1991). Una obra con la que consiguió el Premio Revelación del Festival de Angoulême 2023 y con la que fue finalista a los Premios Eisner de 2023 al Mejor Diseño de Publicación. Y es que, como objeto, este libro es bellísimo, es como un cofre del tesoro. Pero lo mejor es el tesoro que guarda en su interior, un cuento que nos recuerda a las mejores fábulas de animales y que encandilará por igual a los lectores adultos y a los niños, gracias a la belleza de sus ilustraciones y a su preciosa historia.
Página de 'Una ranita en otoño (y mucho más)'
La historia de una pequeña ranita nacida en primavera y que se prepara para pasar su primer invierno, recogiendo calabazas en compañía de otro batracio adulto. Hasta que se cruzan en su camino dos sapos errantes que han capturado una flor de Shungiku recién marchitada. Una flor que usan como brújula para viajar hasta el paraíso (los trópicos), y poder dejar atrás el frío que se avecina. La ranita decidirá viajar con ellos al sur en un viaje iniciático en el que descubrirá las cosas realmente importantes de la vida y la belleza de la naturaleza.
Los lectores nos sumaremos a ese viaje y, junto a la ranita, iremos descubriendo los preciosos paisajes por los que atravesará, conoceremos a los espíritus de los árboles, galoparemos a lomos de un enorme perro, nos toparemos con un montón de animales vivos y descubriremos la insondable belleza del mar.
Página de 'Una ranita en otoño (y mucho más)'
Una fábula llena de poesía visual y narrativa
Una fábula inolvidable que, como veis, destaca por su poesía visual y narrativa. Por esa delicadeza que tiene al mostrarnos la belleza de la naturaleza desde el punto de vista de una pequeña ranita, por esos dibujos que querremos enmarcar, y por el encanto de sus protagonistas, a los que querremos achuchar.
Sobre todo esa pequeña ranita junto a la que descubriremos el mundo como si fuera también nuestra primera vez, porque ese punto de vista que mencionábamos nos permite apreciar la belleza y la importancia de las pequeñas cosas que no solemos apreciar en nuestra agitada vida diaria, como la la delicadeza de una pequeña brizna de hierba. Y es que la naturaleza es la gran protagonista de esta historia.
Un cómic que está muy inspirada en la iconografía japonesa y sus leyendas, de ahí que los sapos vistan esos kimonos y disfruten comiendo ramen. Y que está compuesta de pequeñas historias que la ranita irá conociendo en su viaje.
Página de 'Una ranita en otoño (y mucho más)'
"Vagabundear es una forma de vida"
Historias en las que también destacamos el sentido del humor de su autora, que nos garantiza más de una sonrisa, y sus acertadas reflexiones sobre el aprendizaje de la vida.
Un viaje en el que, al final, lo que importa no es llegar al destino sino disfrutar del recorrido. Y os aseguro que aquí disfrutaréis de cada página.
Página de 'Una ranita en otoño (y mucho más)'
Los sapos vagabundos de la historia aseguran que: "Vagabundear no es un oficio, es una forma de vida". Y os invito a dejar lo que estéis haciendo para disfrutar vagabundeando por las páginas de esta obra de arte, tanto literaria, como visual. Y disfrutar, aunque solo sean unos minutos, de esas pequeñas cosas que hacen la vida tan especial. Como la naturaleza que "cobra vida" en estas páginas.
Un cómic que también es un regalo ideal para las fiestas que se aproximan.
La traducción es de Julia Zwei.
Portada de 'Una ranita en otoño (y mucho más)'