Así es el reservado de El Ventorro, donde comieron Mazón y la periodista Maribel Vilaplana por 165 euros el día de la dana
- Carlos Mazón y Maribel Vilaplana comieron en un reservado de algo más de 12 metros cuadrados
- La factura de la comida, con un importe de 165 euros, no incluye la hora de expedición
4,43 metros de largo por 2,83 de ancho. Son las medidas de la sala del Ventorro donde comieron el expresidente valenciano, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana, el 29 de octubre de 2024 mientras los cielos se abrían sobre Valencia. El cuarto, con una superficie de doce metros cuadrados y medio, tenía un pequeño vestíbulo algo más de seis metros cuadrados.
Tal como pidió la juez de Catarroja (Valencia), que investiga la gestión que Mazón hizo de la dana, el restaurante ha aportado el plano del reservado que compartieron ambos comensales ese día y dos fotografías con la distribución de la sala.
La jueza de la dana estimó la pertinencia de la declaración de la periodista, partiendo de la base de que "hubiera podido escuchar lo que el president de la Generalitat dijera al comunicarse telefónicamente con la entonces consellera de Justicia e Interior", e investigada en la causa, Salomé Pradas. O bien "comentarios que el president pudiera hacer a raíz de las conversaciones".
También sabemos cuál fue el importe total de los "dos menús concertados" que tomaron, 165 euros en total. Aunque no se ha desvelado cuáles fueron los platos que formaron parte de esa comida. No consta, tampoco, la hora de expedición de dicha factura.
Imagen del reservado donde comieron Carlos Mazón y Maribel Vilaplana Imagen del reservado donde comieron Carlos Mazón y Maribel Vilaplana
Una mesa ovalada con cinco sillas
Las fotos de del reservado y el plano con las medidas permitirán a la jueza realizar la "necesaria valoración de la posibilidad de escuchar, por quienes se encontraban en dicha sala, los comentarios o las conversaciones que hubiera podido efectuar el Presidente de la Genrealitat, sr. Carlos Mazón, en relación a la emergencia de la dana", dijo la magistrada en su auto.
La sala tiene unas medidas de 4,43 por 2,83 metros cuadrados, con lo que su superficie alcanzaría los doce metros cuadrados y medio. La dependencia tiene una puerta de acceso por la que, según declaró la periodista en su comparecencia ante la jueza, únicamente entró el dueño del restaurante el 29 de octubre durante la comida. Se trata de una especie de vestíbulo, de algo más de seis metros cuadrados, parcialmente separado de la sala.
Ya dentro del comedor, el mobiliario se compone por una mesa ovalada con cinco sillas, un sillón individual y un mueble bajo. El reservado consta además de dos ventanales de techo a suelo con cortinas que le proporcionan luz natural.
Dos menús por 165 euros, sin hora de cobro
La factura de la casa de comidas El Ventorro consta de "dos menús concertados" por valor de 165 euros. No se ha proporcionado sin embargo información de las viandas que Mazón y Vilaplana compartieron, ni tampoco de las bebidas que las acompañaron.
De este ticket, correspondiente a la mesa 106, tampoco puede deducirse la duración de la comida, ya que no aparece la hora de expedición de la factura.
Factura de El Ventorro Rtve.es
La instructora había considerado que la factura de la comida y la comanda "acreditarían de manera objetiva el hecho mismo de la comida en el expresado establecimiento, así como su duración estimada, sin depender de las declaraciones testificales".
De esa comida, "de la ulterior prolongación de la estancia en el restaurante y la salida conjunta a la vía pública hasta el aparcamiento" de Mazón y Vilaplana han derivado tanto la testifical de la periodista como la del dueño del restaurante y las acordadas de los escoltas.
Vilaplana: Mazón recibió muchas llamadas y mensajes
La periodista, que declaró el pasado 3 de noviembre, aseguró a la jueza que fue a partir de las 17.15 horas cuando el jefe del Consell empezó a recibir muchas llamadas, si bien no pudo confirmar con quién habló ni le preguntó "no le preguntaría jamás a nadie", dijo, "ni siquiera a un amigo". Así, justificó que para llamar "se levantaba y se distanciaba" y cuando volvía a la mesa "no le comentaba nada". Cuando estaba sentado, "también contestaba por escrito", aseguró, y no pudo concretar qué hizo más, si hablar o escribir, porque hizo las dos cosas. De hecho, en otro punto de su declaración, afirmó que él estaba "con el móvil constantemente" y, sobre todo, "whatsappeaba, o escribía mensajes", y cuando regresaba continuaban "con absoluta normalidad".
Por su parte, el dueño de El Ventorro declaró ante la jueza de Catarroja que no escuchó llamadas de Mazón y que este abandonó el local junto a la comunicadora entre las 18.30 horas y las 19, cuando no había más clientes.