Muere el torero Rafael de Paula a los 85 años: "El cielo abre su Puerta Grande para recibir a un jerezano de leyenda"
- Tomó la alternativa en Ronda en 1960 de manos de Julio Aparicio y puso punto y final a su trayectoria en el año 2000
- En 2002 fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, otorgada por el Ministerio de Cultura
El torero jerezano Rafael Soto Moreno, conocido en el mundo taurino como Rafael de Paula, ha fallecido este domingo a los 85 años.
"El cielo abre su Puerta Grande para recibir a un jerezano de leyenda. Nos deja Rafael de Paula, genio del toreo y del arte, que llevó con orgullo el nombre de Jerez por todo el mundo", ha dicho la alcaldesa de jerez, María José García-Pelayo.
Hijo de un cochero apodado "El Paula" o "El Paulita", nació en Jerez de la Frontera el 11 de febrero de 1940, debutó en Madrid en 1959, tomó la alternativa un año después en Ronda (Málaga) de manos de Julio Aparicio y Antonio Ordóñez de testigo, y la confirmó en Las Ventas en 1974.
Desde entonces hasta que se retiró, siempre fue el mismo, desigual, irregular, con intermitencias, pocas corridas y un concepto que pronto se extendió por todo el toreo desde que sólo actuaba en su rincón gaditano y en pocos sitios más.
Fue en la plaza de Jerez, en su Feria de Mayo de 2000, cuando Paula puso el punto y final a su carrera en una perfecta metáfora de lo que fue su vida y de lo que ha sido posteriormente, arrancándose la coleta en un gesto de rabia ante la impotencia de no poder matar un toro en el epílogo de su carrera de cuarenta años.
Una de las figuras más singulares y personales del toreo moderno
El nombre de Rafael de Paula, considerado una de las figuras más singulares y personales del toreo moderno, admirado tanto por su estética como por su concepción del arte taurino, quedó asociado a una forma de torear marcada por el compás, el duende y la lentitud, lo que le convirtió en un referente para varias generaciones de aficionados y profesionales.
El mito del torero gitano creció cuando fue detenido en el callejón de la plaza de El Puerto de Santa María el 19 de marzo de 1985, con su ingreso en prisión y reaparición el 7 de abril de ese año en Sevilla, y su procesamiento por intento de asesinato contra el exfutbolista José Gómez Carrillo, presunto amante de su mujer, Marina Muñoz, cargo del que resultó absuelto.
No obstante, Rafael de Paula fue condenado a dos años de prisión menor por delito de inducción al allanamiento de morada, con intimidación, en junio de 1989 por la Audiencia de Cádiz. Desde esa fecha, espació su presencia en los ruedos mientras el proceso judicial siguió adelante con la confirmación de su condena por el Tribunal Supremo, su ingreso en la prisión de Jerez en 1995 y la concesión de la libertad provisional en enero de 1996, tras un año en situación de tercer grado penitenciario.
En 2002 fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, otorgada por el Ministerio de Cultura, en reconocimiento a su aportación al arte taurino como expresión cultural.
Durante la temporada de 2007 ejerció el papel de apoderado de José Antonio Morante de la Puebla y, desde entonces, su estrella comenzó a declinar.