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'Fantasmas Yokai', un libro ilustrado sobre los apasionantes monstruos y fantasmas japoneses

  • Un compendio de los seres sobrenaturales nipones escrito por Philippe Charlier
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Una escena de combate sobrenatural en un interior japonés, con un esqueleto gigante amenazando a dos samuráis. Una mujer con kimono observa la escena, sosteniendo un pergamino.
Takiyasha la bruja y el espectro del esqueleto, de Utagawa Kuniyoshi

En el periodo Edo (1603-1867) los eruditos y samuráis japoneses solían organizar veladas nocturnas a las que llamaban "veladas con cien velas", porque se reunían en una habitación donde encendían cien velas formando un círculo y se colocaba un lienzo con el retrato de un fantasma, de tamaño natural. Provistos de abundante sake, en cuanto anochecía, cada uno de los asistentes se sentaba en el centro de ese círculo y comenzaba a leer historias fantásticas (Kaidan) sobre monstruos, fantasmas y lugares encantados, mirando a la pintura.

Al finalizar su relato, cada orador dejaba pasar unos minutos, se levantaba y apagaba una de las velas. Poco antes del amanecer, y tras haber leído los cien relatos se apagaba la vela y los asistentes esperaban que el fantasma emergiera del lienzo e interactuara con ellos.

Una costumbre que debemos a Ōkyo Maruyama, un pintor japonés del Siglo XVIII que se enfrentó una noche al fantasma de la mujer de su vida Oyuki y así inauguró el género del Yūrei ga (las pinturas japonesas que representan a almas en pena y que son de tamaño natural).

'El fantasma de Oyuki', de Maruyama Okyo (1733-1795)

Es una de las sorprendentes historias que el médico forense, arqueólogo y antropólogo francés Philippe Charlier recoge en el libro Fantasmas Yokai (Lunwerg), una colección ilustrada sobre los yūrei (fantasmas que se quedan en el mundo de los vivos por asuntos pendientes o por un final trágico) y los yōkai (seres sobrenaturales, como demonios, monstruos y objetos animados). Espíritus de todo tipo que han inspirado innumerables películas de terror, mangas y novelas.

Philippe recoge los cuentos y leyendas más populares sobre estos seres fantásticos, algunos con centenares de años. Y lo ilustra con bellísimos grabados y pinturas de los más grandes maestros del ukiyo-e (estilo de grabado en madera y pintura japonesa que significa "pinturas del mundo flotante", y que fue muy popular entre los siglos XVII y XIX), como Hiroshige, Hokusai y muchos más. Sus ilustraciones nos revelan la inquietante belleza y el poder evocador de un mundo donde los vivos y los muertos conviven en un delicado equilibrio.

Destacar la elegante edición del libro que os va a sorprender (no diremos por qué) y la excelente reproducción de esas pinturas y grabados de fantasmas y monstruos, que son realmente fascinantes.

Takagi Umanosuke con un fantasma, Yoshitoshi Umanosuke (1866)

¿Amor o muerte?

Lo más curioso de los fantasmas y monstruos japoneses es que a pesar de su habitual aspecto terrorífico y grotesco, la mayoría no son malos, sino traviesos e incluso los hay bondadosos.

En las páginas de este libro encontraremos espectros tan inquietantes como Okiko, una mujer criada en un castillo a la que el dueño, un poderoso samurái intentaba seducir a diario. Como no lo lograba acuso falsamente de robo a Okiko. HIzo que la golpearan y la colgaran de un pozo. Y, con la espada en la mano, le dio un ultimátum: "¿Amor o muerte?". Tras un nuevo rechazo, el samurái corta la cuerda y ella cae al pozo, donde se rompe todos los huesos y muere. Su espíritu se convierte en un yōkai que, protagonizará historias de amor y muerte. Una leyenda que ha inspirado desde espectáculos de marionetas hasta la famosa película de terror The Ring (Hideo Nakata, 1988) y sus remakes americanos.

'La casa de los platos rotos' (detalle), de Katsushika Hokusai (1831-1832)

Ubume es otro de los fantasmas más populares de la mitología japonesa. Una mujer joven con el kimono desgarrado que corre enloquecida con un bebé en sus brazos. Pero cuando alguien la ayuda descubrimos que no lleva un bebé sino un montón de hojas o una piedra. Hay versiones en que intentan quitar a los bebés de brazos de sus madres. Por eso, cuando una mujer moría embarazada, a veces se colocaba una muñeca sobre el cadáver o se depositaba el feto muerto en sus brazos para que pudiese descansar en paz.

Ubume, ilustración en el Bakemono no e (1700)

También os sorprenderán historias como la del alma atormentada de Oiwa, con el rostro deformado por el veneno o la enigmática Yuki-onna, que roba la vida de sus amantes con un beso helado. Sin olvidar a los esqueletos errantes, los fantasmas de guerreros caídos en el mar sin recibir sepultura y los samuráis consumidos por el resentimiento.

En fin, que si os gustan las historias de fantasmas ( y si no, también) os recomendamos este libro que combina la poesía de sus historias de fantasmas con unas ilustraciones realmente alucinantes.

Portada del libro 'Fantasmas Yokai' (Lunwerg)