La Audiencia de Guipúzcoa condena a 71 años de prisión a un profesor de surf de Hondarribia por abusar de 11 menores
- El acusado tendrá que indemnizar a las víctimas con cuantías que van de los 3.000 hasta los 30.000 euros
- Tiene totalmente prohibido realizar cualquier trabajo que le exija contacto directo con niños
La Audiencia de Guipúzcoa ha condenado a 71 años, cinco meses y nueve días de cárcel a un monitor de surf por abusar sexualmente de 11 menores de edad y por posesión de material de explotación infantil, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).
El TSJPV le ha impuesto penas de entre cuatro a 12 años de prisión por cada uno de los 11 delitos que cometió, así como cinco meses de cárcel por posesión de material de explotación infantil.
Sanciones económicas
Los delitos por los que se le condena son como autor de cuatro delitos de abuso sexual sobre menor de 16 años, en su modalidad de prevalimiento de situación de superioridad; otros cuatro delitos de abuso sexual continuado sobre menor de 16 años, en su modalidad de prevalimiento de situación de superioridad; así como tres delitos de abuso sexual continuado sobre menor de 16 años, en su modalidad de acceso carnal con prevalimiento de situación de superioridad, y un delito de posesión de material de explotación sexual infantil.
La Audiencia Donostiarra ha fijado que el acusado debe indemnizar a las víctimas con unas cuantías que van de los 3.000 hasta los 30.000 euros. Cabe destacar que esta sentencia no es firme y puede ser recurrida al TSJPV. La defensa, según se ha podido saber la agencia EFE, va a recurrir al fallo.
También al acusado le queda totalmente prohibido el acercamiento y comunicación con las víctimas, además de la inhabilitación de cualquier profesión, actividad u oficio que conlleve un contacto regular con menores.
Las familias, "parcialmente satisfechas"
Las familias de las víctimas se han mostrado “parcialmente satisfechas” tras conocer la condena. Aunque también se encuentran “desconcertadas” debido a que no se ha reconocido la “intimidación” en el fallo, según la letrada Izaskun Porres, de Syner Abogados.
La abogada ha declarado que, aunque entiende que cuando ocurrieron los hechos las víctimas eran menores de edad y, por tanto, los criterios son muy “exigentes” a la hora de reconocer intimidación, en este caso “existía una intimidación evidente”. La letrada lo justifica diciendo que el acusado había establecido una relación de confianza con los padres y que tenía mucha información sobre los niños, creando de esta manera un contexto de intimidad similar al que se produce en el hogar.
Además, Porres ha comentado que el acusado los intimidaba dejándolos solos y manipulándolos emocionalmente. Es por ello que ninguno dijo nada en mucho tiempo. Para finalizar, en declaraciones a EFE, ha comentado: “Para las víctimas, el hecho de que todo esto saliera a la luz era un mal mayor, porque tenían mucho miedo a que se descubriera y, sobre todo, a que el acusado les dejara de hacer caso y pasara a tratarlos como al resto, porque todos querían ser sus favoritos. Creó un contexto similar al de la intimidad del hogar.”
Lleva cuatro años en prisión provisional
El acusado tenía 37 años el día de su detención, y regentaba una escuela de surf, aunque también realizaba campamentos en distintos lugares que duraban una semana. Fue detenido en Hondarribia en agosto de 2021, y estaba acusado de un presunto delito de abusos sexuales a menores e ingresó en prisión inmediatamente por orden judicial.
El procesado, según el Ministerio Público, se aprovechaba de “las actividades que desarrollaba como monitor” para ganarse la confianza de los alumnos, y su modus operandi consistía en elegir una víctima y, con técnicas persuasivas en las que se incluían regalos, conseguía que se sintieran especiales, provocando una dependencia hacia su persona. Una vez realizadas estas acciones, hacía saber al grupo quién era su favorito mediante “un comportamiento cariñoso con el menor escogido, dándole besos y abrazos”.
Durante el juicio, el fiscal sostuvo que este monitor de surf convirtió esta escuela en “un auténtico rebaño y en una auténtica maquinaria del abuso sexual de menores".
En su domicilio se encontró un disco duro con 4.208 archivos de “explotación sexual de menores”, según se pudo saber gracias a un escrito del Ministerio Público al que tuvo acceso EFE. La Fiscalía, en un primer momento, pidió una pena de 85 años de cárcel, por esos hechos que ocurrieron cuando impartía clases de surf y skate.