El arte, la magia y la sensualidad de Ana Miralles en un nuevo número de la revista 'Autoras de cómic'
- Un repaso a la trayectoria de la gran dibujante con una completa entrevista, artículos y trabajos inéditos
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Ana Miralles (Madrid, 1959), es una de las dibujantes e ilustradores españolas más conocidas y apreciadas en el mundo entero gracias a obras como El brillo de una mirada, Eva Medusa, En busca del unicornio o Djinn, además de la recientemente publicada Ava (Norma editorial). Y sus acuarelas alcanzan elevados precios en las subastas internacionales.
Ahora, es la protagonista del cuarto número de Autoras de cómic (Isla de Nabumbu), donde hace un completo repaso a toda su carrera gracias a una entrevista realizada por Javier Alcázar y Pablo Portillo. La revista se completa con textos de Elías García, Jorge García, Norman Fernández, Juan Eslava Galán, Jordi Canyissà, Diego García Rouco, Álvaro Pons y Noelia Ibarra. Además de una completa tebeografía y 24 páginas de historieta inéditas o difíciles de encontrar.
"Ha sido un verdadero regalo -nos confiesa Ana-. Yo conocía la colección por los compañeros que ya habían aparecido: José Luis Munuera, Teresa Valero y Albert Monteys y me parecía una publicación tan seria como atractiva. Me encantan esas entrevistas tan detalladas, tan meticulosas... Puedes profundizar mucho en los temas que normalmente se pasan un poco por alto en las entrevistas normales".
Ilustración de 'Ava' (Gardner), de Ana Miralles
"En mi generación no había escuelas de cómic"
Ana Miralles publicó su primer cómic en noviembre de 1982 en la revista Rambla. "Soy de una generación en la que no había todavía escuelas de cómic especializadas -asegura Ana-. Ahora hay muchísima gente del cómic que también se ha convertido en profesores, han montado academias... Y creo que eso ha dinamizado muchísimo todo el medio. Si yo hubiera tenido algo parecido en aquel momento, me habría ahorrado muchos, muchos tropezones".
"Yo aprendí a hacer cómic leyendo tebeos -añade-. Como muchísimos escritores. Porque creo que nadie puede escribir si no lee libros. Yo creo que lo fundamental es cuidar la base, lo que te alimenta. También intentar potenciar tu sensibilidad... y cruzar los dedos para que no tengas demasiadas trabasen la vida. Pero yo tengo muy claro que lo más importante para la creatividad, es trabajar mucho y tener muy claro que quieres dedicarte a este medio tan sacrificado. Y, sobre todo, enamorarte del medio".
Una de las cosa más especiales de esta revista es que nos permite apreciar la evolución del estilo de Ana, desde sus inicios hasta la actualidad. "Es una muestra de lo que yo sabía hacer en cada momento, porque el dibujo es un aprendizaje lento -nos confiesa-. Hay niños que a los cuatro años son capaces de tocar bien el piano pero hay muy pocos que realmente dibujen muy bien. Dibujar con un estilo realista como el mío es un proceso de aprendizaje muy lento. Tienes que asimilar ese estilo y entender las cosas que dibujas. Y seguir aprendiendo".
"Aunque -añade-, después de tantos años creo que he llegado a un punto en el que me siento bastante segura con lo que he aprendido. Y eso también me permite innovar. Pero luego también tienes que adaptar ese estilo al tipo de trabajo que hagas. Porque no tenemos la libertad de un pintor, que un día se levanta y puede hacer lo que se le ocurra. nosotros estamos sujetos al tema editorial, a las ventas, al acuerdo al que llegamos con editores y guionistas. Y teniendo todo eso en cuenta nos vamos acoplando al mercado, porque más o menos sabemos lo que puede funcionar. Pero en nuestro caso, es difícil que nos dejen hacer lo que nos dé la gana".
"Además, el editor, como pasa con los productores en las películas, casi siempre intenta dejar su impronta. Entonces, digamos que mi estilo nace un poco de toda esa experiencia. Aunque cuando más a gusta he estado en mi carrera es actualmente, que ya me puedo plantear hacer un poco lo que quiero, como ha pasado con Ava, junto a Emilio Ruiz. Comprobar que un trabajo tan personal ha sido tan bien acogido es lo que más alegría me da".
Una maestra del erotismo y la sensualidad
Gracias a obras como Djinn, con guion de Jean Dufaux, Ana también está considerada una maestra del erotismo y la sensualidad. "Creo que el tema del erotismo son ciclos que van y vienen -asegura la dibujante-. Yo he vivido varios. A mí, lo que me preocupa realmente es el tema actual del ensalzamiento y de la violencia, que es algo realmente para hacérselo mirar. Para mí, el sexo es algo tan inherente al ser humano y a la naturaleza, es algo tan natural, que creo que es absurdo intentar domesticar a la bestia. Y esta actual represión del sexo para mí es una señal de de que vivimos en una época difícil".
"En todas las épocas de retroceso social, con lo primero que se meten es con la libertad sexual -continúa-, que es la que realmente hace que las personas se desarrollen plenamente. Creo que actualmente Djinn no se podría publicar en Francia, porque al guionista le gustaba forzar los límites y a veces dibujar ciertas cosas era un poco incómodo, incluso para mí. Jean Dufaux era once años mayor que yo y había vivido la época de las películas de Emmanuelle y estaba abducido por ese universo del que yo no participaba. Yo participé de algo un poco más hippie, más diferente. Por eso insisto en que, hoy en día, de hacerse el cómic, ese tema sería mucho más tortuoso; no podría tratarse con la simplicidad y con la libertad que se trataba entonces, en los años 70. Son las épocas que nos toca vivir y hay que sobrevivir a ellas".
Ilustración de 'Djinn', de Ana Miralles
"En los 80 había una urgencia por vivir que creo que vuelve a emerger"
En estos más de 40 años de carrera, Ana Miralles ha vivido de todo. "A mi me tocaron los 80 con 20 años. En España había un torrente creativo realmente desbordante, mientras que si mirabas fuera te encontrabas con Ronald Reagan y su guerra espacial con los misiles. También fue un momento convulso y peligroso, con mucha tensión con Rusia. Pensamos que en cualquier momento nos iban a tirar un pepino y n os íbamos a quedar todos en el sitio. Ahora parece una exageración contarlo así, pero es el recuerdo que yo tengo de ese momento".
"Y ahora también vivimos una situación similar de preocupación -añade la artista-, porque estamos rodeados de guerras y situaciones realmente kafkianas. Empezando por lo de Gaza y lo de Ucrania y acabando por el con el tipo ese que está en la Casa Blanca. No acabas de entender como se pueden haber deteriorado tanto las democracias clásicas. Cara época tiene lo suyo y esperemos que dentro de diez años podamos contarlo".
En los años 80 también había una urgencia por vivir, por disfrutar, que parece estar volviendo ahora. "Si -asegura Ana-, es un poco la sensación que uno tiene cuando lee sobre Alemania en el periodo de entreguerras, en el que bullía mucho la creatividad y la sociedad era muy activa. Pero espero que no estemos en ese punto".
Páginas de 'Autoras de cómic: Ana Miralles'
Una de las mejores dibujantes de la historia del cómic español
Ana Miralles fue la primera dibujante en recibir el Gran Premio del Cómic Barcelona en 2009 y es una de nuestras artistas más apreciadas internacionalmente, gracias a la belleza y delicadeza de sus ilustraciones. Le hemos preguntado cuál es su método de trabajo actual. "Es un método mixto. Hago los bocetos a lápiz, los agrando con fotocopias y con eso ya acabo el lápiz. Y nunca los entinto. Lo que sí hacemos, para que la línea sea negra y poder dar color sobre sobre ella es escanear el dibujo a lápiz y hacer una impresión en papel de acuarela que luego coloreo con acuarelas".
"Para lo único que utilizo el ordenador sería para entintar los dibujos, porque si no los entintase la línea quedaría gris y no tendría tanta fuerza -añade-. Y a mí me gusta que la línea sea negra. Por eso, para mí es mucho más fácil escanear esos dibujos, porque me ahorra ese paso del entintado. Es la única manera que encontramos Emilio y o para cumplir con los exigentes plazos de los editores. Porque, cuando tienes un estilo de dibujo tan detallista como el mío, casi siempre vas muy apurado. Además, antes al final lo dibujabas todo cuatro veces y acababas aburriéndote en el proceso, con lo que la última versión era la peor".
"Gracias a este sistema, mis dibujos mantienen la frescura, están vivos, no están demasiado sobados. Empezamos a probarlo con En busca del unicornio (Astiberri) y me permitió hacer un álbum de Djinn, por ejemplo, en ocho meses. Ahora ya no lo haría, no me pegaría esas palizas, pero gracias a este método, todo es mucho más rápido".
Página de 'Autoras de cómic: Ana Miralles'
Sus influencias
En cuanto a sus influencias, Ana Miralles nos comenta: "Hay muchos autores fantásticos a los que admiro mucho. Por ejemplo, estos días me he acordado de Miguel Calatayud, de la última exposición que vi en Valencia, que era una recopilación de toda su carrera. Y estaba pensando mientras dibujaba: "Le admiro me gusta mucho, pero yo sería incapaz de hacer nada parecido". Creo que está fuera de mi registro pero también es una inspiración para mí. Esas acuarelas maravillosas y el universo que desarrolla".
"Él se dedicó más a la ilustración -añade-, pero en cuanto al cómic, yo viví esos años ochenta en los que surgieron todas esas revistas que nos descubrieron a grandes autores de fuera, como Manara, Moebius, Pratt... Para mí fueron un auténtico descubrimiento. Y luego también estaban los clásicos, como Harold Foster (El Príncipe Valiente) y esos cómics que leías de adolescente, por lo menos los que nos llegaban aquí. Porque hablando con Carlos Pacheco, me contaba que él había vivido en Gibraltar y había tenido acceso a los cómics norteamericanos que a nosotros no nos llegaban. Así que mis lecturas de juventud fueron los cómics Franco belgas, como Tintín y Astérix y Obélix, que fueron los que me inculcaron el amor por el dibujo y por contar historias".
Página de 'Autoras de cómic: Ana Miralles'
"En esa época había muchas revistas infantiles y juveniles que estaban muy bien -añade Ana-. Por ejemplo, de los álbumes que ya estaban publicados en Francia te ponían diez o doce páginas a la semana y entonces tú ibas todas las semanas corriendo al quiosco. Yo iba con mi hermano los sábados por la mañana y nos pasábamos el día leyendo. Y tenías que esperar una semana para saber como continuaba la historia. Era una forma de fidelizar a los lectores",
"Recuerdo que que cuando me aburría o cuando estaba en clase -continúa-, me dedicaba a dibujar en los márgenes de los libros de texto como me gustaría continuar esa historia que había leído. Creo que eran un bonita forma de fomentar la lectura que es una lástima que se haya perdido, porque ahora te lo dan todo muy empaquetado".
Tras recordar sus cuatro décadas de carrera para esta revista, preguntamos a Ana Miralles cuál es su obra favorita de todas las que ha realizado: "Todas me gustan porque cuentan cosas diferentes y cada una ha sido un reto gráfico para mí. Pero si ahora me tuviera que quedar solo con una sería lo último que he hecho, sería la de Ava. Porque ha sido muy complicada, por distintas circunstancias, y había momentos en los que tenía mis dudas de como iba a resultar. Pero haber conseguido acabarla y recibir el apoyo de la crítica y, sobre todo, de los lectores, ha sido lo que más me ha emocionado. Par mí es un poco lo que justifica, lo que embellece toda mi carrera".
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