Natalia Velarde publica 'Encías quemadas': "Aunque el mundo dé miedo hay que avanzar, lanzarse al vacío"
- La dibujante debuta en la novela gráfica con un cómic realmente emocionante y espectacular
- Más noticias sobre cómics en El Cómic en RTVE.es
Pocos debuts hemos visto en el cómic tan espectaculares y emocionantes como Encías quemadas (Reservoir Books), de la venezolana Natalia Velarde. Un lisérgico viaje literario y visual sobre el duelo, la importancia de seguir adelante y la redención, que la autora narra desde las entrañas y que se nos presenta como un brillante ejercicio onírico, surrealista, poético, teatral, barroco... Cualquier adjetivo se queda corto para describir esta experiencia tan excesiva como hipnótica. Será, sin ninguna duda, uno de los grandes cómics de este 2025.
La historia comienza cuando una extraña criatura con cabeza humana y cuerpo de perro (Piel de Perro) y su inseparable compañero Gruñón se ven atrapados en medio del apocalipsis. Es entonces cuando decidirán viajar al desierto en busca del Autor, que es el único que puede escribir un final mejor para esta fábula. Un viaje que estará lleno de peligros, monstruos y, sobre todo, pesadillas.
Páginas de 'Encías quemadas'
"Me pregunté qué era lo que me más miedo me dada"
Un cómic que es un brillante ejercicio de estilo y que la autora ha podido desarrollar gracias a la beca INJUVE para la Creación Joven. "Cuando lo presenté a esa beca no sabía muy bien lo que quería hacer -nos confiesa Natalia-. Tenía mucha experiencia haciendo historias cortas para mis fanzines pero nunca me había planteado un trabajo tan largo. Entonces recuperé un proyecto que tenía desde los 16 años, que se llamaba El Baikal, que iba a ser mi primer proyecto largo de cómic. Tenía los personajes y sabía más o menos qué era lo que pasaba, pero no tenía ni idea de que quería contar con la historia. Fallaba mucho a nivel narrativo y terminé aburriéndome".
"Pero siempre le he tenido mucho cariño a esa historia -añade-, y cogí cosas de ella que todavía me obsesionan, como la poesía, la mitología, las fábulas... Revisando un antiguo cuaderno me encontré la historia de Piel de perro, que es una canción que escribí hace años. Por eso, los capítulos del cómic se llaman canciones. Juntando todas esas cosas hice el proyecto para INJUVE y escribí una sinopsis. Pero, sobre todo, lo que yo quería es experimentar. Quería ir un paso más allá con el diario gráfico, que era lo que había trabajado hasta ahora en mis fanzines, ese diario de autoexploración donde metes sueños o cosas que te han pasado. Y mezclar ese diario con esa historia larga".
"Cuando empecé a trabajar en el cómic me propuse ser lo más honesta posible y centrarme en las cosas que sentía -nos confiesa Natalia-. Y con todos esos elementos que he mencionado, me pregunté qué era lo que me más miedo me dada en el mundo. ¿Y qué pasaría si se cumpliera? En ese momento Tapón, mi perro, todavía no había muerto, pero tenía tanto miedo de que eso pasase que no quería enfrentarme a qué pasaría después. Pero decidí que ese era un tema que quería tocar y supe exactamente como hacerlo".
"Tapón estuvo conmigo desde los tres meses hasta los 17 años -añade la dibujante-. Un día mi pareja me dijo que tenía muchos achaques, muchos dolores y que íbamos a tener que hacer algo. Pero yo no quería ni escucharle. Me comentó varias opciones pero todo me parecía tan horrible. No es para nada lo que quieres para un ser querido. Lo que quieres es realmente tenerlo lo más cerca posible. Además, en ese momento no teníamos una casa. Estábamos con un tema de inestabilidad económica muy grande, con mucha impotencia y sin saber cómo enfrentar eso sin que fuese una pesadilla. Así que me fui a mi habitación a llorar y en ese momento supe de qué quería que fuese el libro. Sería un lugar donde Tapón siguiera conmigo. No podría tener su cuerpo cerca pero usaría ese libro como si fuera un lugar donde volver a verlo realmente. Por eso en el libro, al final, él está allí y le pido a Cielito que me lo cuide en el mundo de las ideas y las fantasías. Esas fantasías que nos ayudan a continuar. Fue duro pero sentía que estaba siendo honesta. Era necesario y doloroso para mí. Pero, al mismo tiempo, está bien que duela porque es importante".
Páginas de 'Encías quemadas'
Piel de Perro, Cielito y el Autor
En cuanto a los protagonistas, Natalia Velarde nos comenta: "Cuando pensé en los protagonistas, pensé en tres personajes basándome en tres reglas para que ellos pudieran hacer cosas. Para preguntarme por qué hacen las cosas que hacen. Piel de Perro es un personaje que está constantemente evitando la realidad y se guía por una mentira, aunque sospecha que lo es. Pero es su forma de mantenerse, de seguir adelante. En el caso de De Piel de Perro pensé en la esperanza/el miedo a la muerte y en la culpa".
"En cuanto a Cielito, pensé en el miedo a estar solo -añade-. Y en el caso del Autor, pensé en un personaje que quisiera acabar justamente con la fantasía, porque es un personaje autoconsciente y eso lo hace más mágico que los demás. El solo quiere que cierren el libro porque está harto de interpretar ese personaje. Por eso el Autor es el único personaje que no cambia, porque está atrapado en el bucle de estar constantemente teniendo que cerrar el libro y siempre se queda allí".
"En cuanto a la relación de Cielito y Piel de Perro, al principio Cielito no la aguanta porque es una persona muy pendeja, muy llorica... y, al mismo tiempo él siente que es igual. Que ninguno de los dos está diciendo la verdad. Pero Cielito tiene ese miedo de quedarse solo en el fin del mundo y decide acompañarla. Y en ese viaje va descubriendo que Piel de Perro es un monstruo pero, al mismo tiempo, no es una mala persona. Al principio se juntan por la necesidad de no estar solos pero creo que al final surge una amistad de verdad entre ambos. Al final se quieren de verdad".
"En el caso de piel de perro -continúa la autora-, su evolución es mucho más abrupta. Porque realmente toma conciencia de que lo que ha estado haciendo es huir y que los cuentos, las fantasías, están muy bien, pero en algún momento hay que dejarlos de lado y empezar a ser un adulto y vivir con ese dolor. Un dolor que para mí también tiene una parte positiva y es que no te deja olvidar esas cosas que realmente han valido la pena. O sea, que si te duele mucho es porque realmente querías mucho. Tomar esa conciencia sobre el dolor fue algo muy especial para mí. Y aunque te dé miedo, porque el mundo da mucho miedo y no tienes ni idea de lo que va a pasar después, hay que avanzar, ver qué es lo que pasa, lanzarse al vacío. Eso es lo que creo que es lo que termina siendo Piel de Perro".
Páginas de 'Encías quemadas'
"Todo el rato nos están diciendo que el mundo se está acabando"
Caos, pesimismo, abuso de poder, crueldad, exterminio... Son temas que están en el cómic pero también en el actual mundo que nos rodea. "Yo creo que el arte es hijo de su tiempo -asegura Natalia-. Cuando estás creando no puedes evitar que tenga algo que ver con lo que está pasando. Y en este caso más todavía, porque ese ambiente pesimista lo estamos viviendo constantemente, todo el rato nos están diciendo que el mundo se está acabando. Al mismo tiempo es un poco agarrarse a algo que amas y que te apasiona, porque si no las cosa no parecen tener sentido".
"Si pones la televisión no hay más que miseria y cosas terribles -añade la autora-. Pero al mismo tiempo tenemos a nuestras familias, nuestros amigos, el dibujo... Es cogernos a esas cosas pequeñitas para aguantar este vacío. Yo diría que soy una persona un poco pesimista en el sentido de me agarro a ese flotador y a ver a dónde vamos".
"En el mundo de la autoedición, el llamado "fanzine intimista" es todo un género -nos comenta Natalia-. Y a mí me encantan, porque cuando tú hablas de intimidad, de cosas que te pasan... cuando realmente eres honesto es muy fácil conectar con los demás porque, al fin y al cabo, nuestras vidas no son tan diferentes. Acabamos hablando de cosas que todo el mundo comprende. Por ejemplo, todo el mundo ha perdido a alguien. Y en ese momento en que siento que he conectado es cuando pienso que la obra se termina de completar. Porque al hacerlo pienso en mí, pero el cómic, el arte, también consisten en comunicar cosas. Y para cerrar el círculo necesitas saber qué es lo que sienten los demás".
"Cuando -añade-, conoces a algún lector que realmente siente lo mismo, que comparte ese duelo... Yo empecé en el mundo del fanzine para intentar saber qué era lo que me pasaba. Porque estaba en un momento en que sentía tantas cosas, que realmente no sentía nada. Fue mi primera autoexploración y yo pensaba: "¿Quién demonios va a querer leerse esto?" Ya sabes, toda esta llorera, esa peor parte de ti... Y resulta que no es nada especial, es algo que le pasa a todo el mundo y todo el mundo ha pasado por esto. Todo el mundo ha estado en un momento oscurísimo de su vida, todo el mundo se ha sentido súper estúpido... Comprender eso también es muy liberador. Porque cuando eres capaz de apreciar a esa persona que se siente como tú, piensas: "¿Si soy capaz de apreciar a esa persona por qué no puedo hacerlo conmigo misma? ¿Por qué no puedo perdonarme todas estas cosas? Comprender que lo que te pasa es bastante común es muy liberador".
"He construido una historia, he escapado de la realidad y he disfrutado haciéndolo -concluye Natalia-. Creo que a veces necesitamos ver el horror realmente para saber cómo actuar. Porque si no, simplemente estamos constantemente escapando. Aunque también hay veces que necesitamos escapar porque no somos lo suficientemente fuertes. Creo que no hay nada ni absolutamente malo ni absolutamente bueno. Creo que hay circunstancias concretas y, a partir de ahí tenemos que decidir cómo actuar".
Páginas de 'Encías quemadas'
Un cómic espectacular
Destacar la parte gráfica del cómic, que es realmente espectacular y rompe con las convenciones del cómic: No utiliza viñetas, tiene un estilo muy cinematográfico... Y destacan los dos estilos que usa Natalia, uno para la historia principal que transcurre en ese mundo apocalíptico en el que se mueven Piel de Perro y Cielito, y otro para los sueños/pesadillas del protagonista. "Yo añadiría un tercero, porque hay algunas imágenes que son muy pictóricas, casi como cuadros -nos confiesa Natalia-. Pero es verdad que había decidido marcar dos estilos muy distintos para representar esa fusión entre diario gráfico y narración fantástica".
"La parte de los diarios -continúa-, son sueños que he tenido de verdad o cosas que me han pasado de verdad. Una parte más autobiográfica que está hecha a carboncillo, de una manera un poquito más desdibujada. Quería que tuviese mucho contraste con esa otra línea narrativa principal de Piel de Perro y Cielito en el desierto que es más cartoon, con un estilo más Hanna-Barbera. En mis fanzines siempre intento que haya como un equilibrio, que no sea todo demasiado abigarrado, demasiado bien dibujado, porque me parece que a veces que te quita un poco de frescura. Intenté también separar los fondos, que están hechos con collages de fotografías sacadas de internet, pero muy mezcladas, hasta que no se parecen en nada al original. Y los cielos de las viñetas son todos de mi pueblo, de Villa del Prado desde el pueblo en el que vivo".
"Quería algo más lírico para la parte de los sueños y por eso decidí este estilo un poquito más vaporoso, un poquito más oscuro -añade-. Con esos amarillos que, al ser pesadillas, están más abocados al peligro, a la sensación de intranquilidad. Y luego está esa parte más cartoon que me divierto mucho dibujando. Siempre lo he utilizado, aunque cuando estaba en el instituto me alejé un poco. Pero al final voy volviendo a cosas que ya hacía de muy pequeña. Yo he mamado Cartoon Network, Nickelodeon... Y siempre me ha encantado el mundo de la animación. Pero me da rabia que, debido al ritmo de los episodios, puedas apreciar muy poco los increíbles dibujos. Y por eso disfruto dibujando cómics, ya que puedes detenerte en cada frame".
"También me sirve para para jugar y pasármelo bien -concluye-. Mis padres son profesores de cine e interpretación y lo que ellos enseñan lo uso en mis tebeos. Porque tú no sabes cómo dibujar un personaje hasta que sepas exactamente qué es lo que está diciendo y por qué lo está diciendo. O cómo está moviendo las manos. Eso son mini retos personales que creo que hacen más fresca la historia. Además, creo que esa parte más cartoon, ayuda a que la historia sea menos dramática, porque si no sería una llorera".
Destacar cómo ha "dibujado" también todos los diálogos, consiguiendo que las páginas aparezcan como un conjunto artístico. "Pensaba que el editor me iba a obligar a usar una tipografía más normal, pero me han dado mucha libertad. Yo veía los cómics de Brecht Evens y pensaba que estaba loco por hacerlo todo manuscrito. Pero he terminado haciendo lo mismo casi sin querer. Pero pienso que los bocadillos habituales no habrían terminado de integrarse, que habría perdido mucho de la estilística, de la emocionalidad... Al final desde hace bastante tiempo integro la tipografía en los dibujos para no sufrir".
Páginas de 'Encías quemadas'
"Tengo muchísimas influencias"
En cuanto a sus influencias, Natalia Velarde nos confiesa: "He leído cómics desde que recuerdo y tengo muchísimas influencias de todas partes. Yo empecé queriendo ser mangaka y mi credo eran las CLAMP (grupo de autoras japonesas formado por Nanase Ohkawa, Mokona, Tsubaki Nekoi y Satsuki Igarashi, que han creado éxitos como Cardcaptor Sakura). De hecho hubo una época la que solo leía manga y todo lo demás me parecía basura".
"Pero luego -continúa-, descubrí Blacksad y lo que hacía Juanjo Guarnido con los animales, de hecho hay un homenaje en el cómic en una fiesta que hacen los animales. Y a otros grandes del cómic como Sergio Toppi, Milo Manara, Enki Bilal... Entonces el manga me parecía basura y solo quería hacer europeo. Y luego leí Watchmen, a Chester Brown... y otros muchos que me han influido. Y no solo a nivel gráfico, que es lo más evidente, sino también a nivel narrativo, porque un dibujante de cómics no es solo un ilustrador, sobre todo es un narrador".
"Finalmente volví al manga con Jiro Taniguchi y otros grandes. Pero también me han influido mucho los dibujos animados de Hanna-Barbera. Y como estudié Bellas Artes también descubría a Klimt, a Francis Bacon... que me han influido mucho, porque y me fijé bastante en como trabajaban. Digamos que tengo influencias de muchas partes, incluso de Instagram y cosas así. Por eso a veces me siento un poco ingrata al decir cuáles son mis influencias, porque a día de hoy hay tantas cosas que nos inspiran que es apabullante".
El Mago de Oz también es una influencia clara y es posible que, al leer el cómic también penséis en Alicia en el País de las Maravillas. "Reconozco que Lewis Carroll me gusta mucho -confiesa Natalia-. Pero el conejo que aparece en la historia viene de los protagonistas de unos cuentos infantiles muy populares en mi Venezuela natal: Tío Tigre y Tío Conejo. También son un referente súper importante para mí, las fábulas de los Yanomami (un pueblo indígena que habita en la región amazónica, principalmente en Brasil y Venezuela) Siempre me ha encantado como ellos explicaban la vida mediante cuentos Como nació la luna y esas cosas. Pero el Tío Conejo es un personaje como muy inteligente, mientras que el Tío Tigre es un poco más bruto y esas cosas. Es un guiño a esos personajes aunque Lewis Carroll también me marcó mucho cuando lo leí a los 13 años".
Natalia Velarde
"Lo que más me importa es ser feliz dibujando"
Una historia que Natalia confiesa que, sobre todo, ha escrito para sí misma: "La verdad es que soy una autora un poco egoísta en ese sentido. Siempre he trabajado pensando que no tengo nada que perder y que lo que más me importa es ser feliz dibujando. Pero luego me he llevado la sorpresa de que a la gente le gustaba lo que dibujaba. Siempre he asumido que no iba a poder vivir del cómic, que muy pocas personas pueden hacerlo. Y que no tenía nada que ver con que fueras bueno o malo, sino que tiene mucho que ver con la suerte".
"Mis canciones originales son un poco más crípticas -continúa-, pero he intentado llevar Encías quemadas a un sitio que puedan entender más personas, que sea menos abstracto. Es algo en lo que quiero seguir indagando, en combinar la abstracción y la narración, al mismo tiempo que seguir haciendo poesía. Ese es mi reto personal, que todo el mundo pueda llegar a disfruta de mi trabajo. Aunque la cabra tira para el monte y al final yo cuando dibujo realmente me dejo llevar mucho. Y en este cómic en particular me impuse cosas a nivel de narrativa, pero no a nivel gráfico, porque quería seguir explorando".
Un viaje de exploración en el que os invitamos a acompañar a Natalia Velarde porque os garantizamos que descubriréis uno de los cómics más estimulantes y espectaculares del año.
Portada de 'Encías quemadas'