Muere el periodista Carlos Carnicero a los 73 años
- Carnicero era un periodista especializado en temas de nacionalismo vasco y terrorismo de ETA
El periodista y analista político Carlos Carnicero ha fallecido este martes en Madrid a los 73 años, según ha informado la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).
"Se ha ido en silencio, como vivió los últimos años, con sus múltiples patologías y tras un viaje de recreo a Galicia. Viajar era su pasión, que disfrutó mientras pudo", señala la necrológica de la APM, que subraya su valía como periodista y escritor.
Especializado en temas de nacionalismo vasco
Carnicero, que nació en Zaragoza en 1951, era un periodista especializado en temas de nacionalismo vasco y terrorismo de ETA. Se licenció en Derecho y en Ciencias Económicas en las Universidades del País Vasco y de Madrid.
En 1979 comenzó su carrera periodística con colaboraciones en medios como La Voz de Guipúzcoa, El País y Diario 16.
Fue corresponsal en el País Vasco cuando se creó el semanario Tiempo en 1982. Dos años después, pasó a trabajar en la redacción en Madrid como redactor de nacional y corresponsal político.
Asimismo, fue miembro fundador del semanario Tribuna, del que fue subdirector. En 1989, se incorporó como director adjunto a Diario 16 hasta febrero de 1991. También estuvo vinculado con proyectos del Grupo Zeta.
En el canal privado de televisión Antena 3 presentó entre septiembre de 1994 y agosto de 1996 Confesiones, un espacio en el que una persona anónima pedía perdón.
Del mismo modo, Carnicero intervino en distintas tertulias radiofónicas y de televisión. Fue comentarista político en el espacio La linterna, dirigido por Javier González Ferrari, de la cadena Cope, y miembro de la tertulia de Hora cero, en Antena 3 Radio y Onda Cero. Ha participado en espacios como Hoy por hoy, de Iñaki Gabilondo, y ha estado en los estudios de Televisión Española, Canal Sur, Telemadrid o Telecinco.
Durante diez años fue analista político de la revista Interviú y colaboró como columnista en el digital de El Plural.
En los últimos años del franquismo y en los comienzos de la Transición, militó en el Partido Carlista. En 1979 abandonó la vida política tras haber sido secretario de Organización del Partido Carlista. Habitualmente, residía en Madrid y La Habana.