"El negacionismo electoral afecta seriamente a la credibilidad de la democracia"
- El secretario general de IDEA, Kevin Casa Zamora, analiza el estado actual de la democracia en el mundo
- Advierte de la diferente percepción que tienen los ciudadanos ante las acusaciones de fraude vertidas por políticos
Kevin Casas Zamora, secretario general de IDEA, Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, analiza para RTVE el estado de la democracia en el mundo después del año de mayor cantidad de elecciones en todo el planeta.
PREGUNTA: ¿Qué evaluación hacen del estado de la democracia?
RESPUESTA: La situación que tenemos sobre el estado de la democracia no es halagüeña. Esto es algo que venimos estudiando desde hace ya una buena cantidad de años, pero le doy algunos datos que se derivan del informe sobre el estado de la democracia que IDEA publicó hace unos meses. El año 2024 fue el noveno consecutivo en que más países vieron deteriorarse su desempeño democrático que los países que muestran progresos en términos de la calidad de su desempeño democrático.
Esta secuencia de nueve años es la más larga desde que tenemos datos, que es más o menos el último medio siglo. Aquí ya tenemos un primer indicador de la tendencia que muestra la calidad del desempeño democrático. Pero, además, la mitad de los países que cubre nuestro informe, que son 173, muestran un deterioro serio estadísticamente significativo en los últimos cinco años en, al menos, un componente central de la democracia. En algunos casos es la capacidad de celebrar elecciones creíbles. En otros casos es la calidad del espacio cívico. En otros se trata de la protección de la libertad de prensa. Insisto: la mitad de los países. Si usted echa el reloj hacia atrás una década, esa proporción era de menos de un cuarto. Por tanto, se puede comprobar no sólo cómo se ha extendido el proceso de deterioro de la calidad de la democracia, sino también lo rápido está avanzando.
P: En el caso concreto de la credibilidad de las elecciones, ¿qué razones pueden darnos para este fenómeno? ¿Por qué la gente deja de creer en los resultados de las elecciones?
R: Es una mezcla de factores que van desde lo general hasta lo más específico. Yo creo que, en términos generales, la confianza en las instituciones está escaseando. Tenemos muchísimas pruebas al respecto. Pero, además, tenemos fenómenos ya directamente relacionados con los procesos electorales que tienen que ver con el papel que las plataformas digitales y las redes sociales están jugando en la diseminación de información que erosiona la confianza en los procesos electorales. Es mucho más fácil erosionar esta confianza hoy que hace 20 años.
Luego tenemos un fenómeno que estamos viendo en muchos lugares, particularmente en mi parte del mundo, en América Latina, donde hemos visto ataques sostenidos a la credibilidad de autoridades electorales robustas, creíbles, con un historial de ser capaces de organizar elecciones en buena forma, por ejemplo, en países como Brasil, México o Perú, donde ha habido ataques sistemáticos en algunos casos por parte de quienes están en el poder. Y eso, evidentemente, erosiona la credibilidad del proceso electoral.
Y, finalmente, tenemos un fenómeno particularmente tóxico, que es lo que podríamos llamar el negacionismo electoral, lo que sucedió en Estados Unidos durante la elección presidencial del 2020 cuando el otra vez presidente Donald Trump diseminó una serie de acusaciones sin fundamento contra la credibilidad del proceso y del resultado electoral. Esto que alguna gente ha dado en llamar la "gran mentira en Estados Unidos" ha devenido en un fenómeno global. Y hemos visto réplicas de este fenómeno en países como Perú, Israel o Birmania. Si usted revisa algunas de las cosas que dijeron los militares en Birmania cuando cancelaron las elecciones que ocurrieron justo antes del golpe hace cuatro años, reproducen casi palabra por palabra las cosas que dijo Trump durante la elección del año 2020 en Estados Unidos. Por lo tanto, este tema del negacionismo electoral, la insistencia en cuestionar los resultados electorales, aún si no se tiene ninguna evidencia de irregularidades, se ha convertido en un problema particularmente serio que afecta a la credibilidad de las elecciones.
P: ¿Destacaría algún caso en particular?
R: Hay uno que a mí uno que me parece particularmente desafortunado. Es el caso de Brasil, donde el expresidente Jair Bolsonaro hizo un esfuerzo denodado por sacudir la credibilidad de un órgano electoral que a todas luces es de los más robustos del mundo, que ha logrado eliminar el fraude electoral y hacerlo casi imposible, gracias al uso de una tecnología desarrollada en el propio Brasil de máquinas de votación electrónica que ellos mismos desarrollaron. Mire, si algún sistema ha logrado eliminar el fraude, ha sido justamente el caso de Brasil. Verdaderamente no hay una onza de evidencia de que en Brasil haya habido fraude alguno desde que se introdujeron las máquinas, o que pueda haberlo, porque es un sistema extraordinariamente robusto. Y, sin embargo, usted va hoy a Brasil y hace una encuesta y un tercio de la población le va a decir que está convencido de que en Brasil hay fraude. Eso me parece un crimen contra la democracia verdaderamente, porque es un caso en el que no hay evidencia alguna de irregularidades.
P: ¿Qué relación detectan entre pérdida de credibilidad de algunos procesos electorales y fenómenos extremos producidos por el cambio climático?
R: El tema de los fenómenos climáticos extremos es una cosa muy interesante porque esto se está generalizando y en IDEA hemos hecho un trabajo para documentar cómo la frecuencia de estos eventos climáticos extremos está empezando a convertirse en una distorsión importante en los procesos electorales. Para decirle algo, de las 74 elecciones nacionales que tuvieron lugar en el año 2024, hubo 15 de ellas que se vieron directa y seriamente afectadas por fenómenos climáticos, entre ellas las de Estados Unidos.
Pero no únicamente. Figúrese que, por ejemplo, en la India más de 30 funcionarios electorales perdieron la vida durante una ola de calor extremo en el momento en que tuvieron lugar las elecciones. Ahí vemos cómo los fenómenos climáticos realmente están afectando de manera muy directa y negativa. Las autoridades electorales, y no solo ellas, van a tener que adaptarse a esto porque se van a convertir en parte del paisaje electoral
P: ¿Se está avanzando en cuestiones de igualdad entre hombres y mujeres?
R: En términos generales, lo que vimos en el 2024 fue, en el mejor de los casos, un estancamiento del progreso hacia mayores niveles de representación por parte de las mujeres. El porcentaje de mujeres que obtuvo una representación durante las elecciones celebradas en el 2024 fue prácticamente idéntico al que tenían antes del ciclo electoral, alrededor de un 27% en el mundo. Y si usted ve las presidenciales, de 33 elecciones que se celebraron el mundo, únicamente en cinco de ellas resultó electa como jefa de Estado una mujer.
Verdaderamente, este gran ciclo electoral que tuvo lugar el año pasado hizo muy poco por aumentar el acceso de las mujeres al poder político y poder acercarnos a un sistema que sea realmente paritario. Podemos especular sobre las razones de esto, pero yo creo que es justo decir que, en muchos países, estamos viendo una reacción conservadora muy fuerte contra los avances en términos de los derechos de las mujeres y en particular contra los avances que tienden a aumentar la participación y la representación política de las mujeres.