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David Pintor: "Una buena caricatura es aquella que consigue ser más real que el propio caricaturizado"

  • El ilustrador reúne en un libro sus mejores caricaturas
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Caricatura de Valle-Inclán con barba blanca, gafas y cabello gris; bombilla amarilla iluminada al lado, sobre fondo beige.
Caricatura de Valle-Inclán (David Pintor)

Pintor, dibujante, ilustrador, cartelista, animador, humorista gráfico... David Pintor (A Coruña, 1975), es uno de nuestros artistas más conocidos internacionalmente. Pero él se considera, ante todo, caricaturista. Un arte del que ha dejado impresionantes muestras en varios periódicos y revistas. Ahora publica algunas de esas fabulosas creaciones en el libro David Pintor: Caricaturas y frases inolvidables (Degomagom).

"La mayoría de las caricaturas -nos explica David-, fueron publicadas en la ya desaparecida revista Leer, en la que colaboré durante muchos años hasta su desaparición allá por 2021. Mi caricatura acompañaba cada mes una entrevista falsa que Víctor Márquez Reviriego le hacía a un personaje ya fallecido. El director de aquella revista fue el periodista José Luis Gutiérrez, y siempre le agradeceré que hubiese confiado en mí para aquella sección".

Caricatura de Julio Verne con barba y pelo canoso, rodeado de un pulpo y una pluma sobre una carta; fondo marino con globo aerostático, faro e isla volcánica al atardecer.

Caricatura de Julio Verne (David Pintor)

"Fue esta colaboración una de las más satisfactorias de mi carrera, pues sentí que confiaban en mi trabajo y que me dejaban evolucionar -añade el dibujante-. Fue esta confianza en mi trabajo la que me llevó a dar lo mejor de mí y de realizar lo que yo creo que es de los mejores trabajos que he podido hacer. Por esta razón me daba pena que todo ese trabajo quedara de alguna manera en el olvido de las publicaciones periódicas y por eso estoy muy contento por haber podido reunir aquel trabajo en este libro".

Esas estupendas ilustraciones van acompañadas de una frase de cada personaje caricaturizado: "Me parecía interesante complementar el retrato que yo hacía de manera gráfica con una frase del caricaturizado que diera más pistas sobre quién es el personaje. Siempre me gustaron los aforismos. En cierta manera se parecen a las caricaturas porque dicen mucho con muy poco. Se lo propuse al editor y le pareció buena idea", nos explica David.

Caricatura vintage de una mujer con sombrero y pluma, ante un paisaje urbano con edificios y zona verde. Colores apagados, estilo sereno.

Caricatura de Zenobia Campubrí (David Pintor)

"Hay muchos prejuicios contra las caricaturas"

En cuanto al tipo de caricaturas que realiza, David Pintor nos comenta: "Hay dos tipos de caricaturas que yo suelo hacer. Un tipo es el que va ligado al humor gráfico en publicaciones satíricas y periódicos ( y que yo llevo haciendo durante más de 30 años) y otro tipo de caricatura que incide un poco más en el valor artístico de la obra y menos en el humorístico o satírico. Es este segundo tipo el que he querido desarrollar en este libro. Me interesaba explorar nuevos caminos en la caricatura y poner en valor esta disciplina dentro del mundo editorial, en el que desgraciadamente no abunda y no sé la razón. Me da la impresión que hay ahora mismo muchos prejuicios hacia las caricaturas y por eso no se ve todo su potencial artístico y visual".

Pero... ¿Cuál es el secreto para conseguir una buena caricatura? "Por supuesto el personaje ha de ser reconocible, si no, no hay caricatura, hay experimento, ilustración u otra cosa. Es igual que en arquitectura un buen edificio ha de sostenerse, si no, no hay arquitectura. Para mí una buena caricatura es aquella que consigue ser más real que el propio caricaturizado. De hecho hay ocasiones, sobre todo en humor gráfico, que la gente acaba por visualizar a determinados personajes en caricatura".

Caricatura de Herman Melville con expresión seria, camisa clara y chaleco oscuro, bajo un toldo; al fondo, la cola de una ballena.

Caricatura de Herman Melville (David Pintor)

"Un caricaturista que ha cazado a su personaje puede hacer con él lo que quiera"

Preguntamos a David qué cree que nos puede transmitir una caricatura sobre una persona que no logre un retrato realista: "Creo que una buena caricatura consigue ser más parecida al personaje que un buen retrato. Seguramente porque un caricaturista no trabaja igual que un retratista ni su objetivo tiene por que ser el mismo. Un buen caricaturista que ha "cazado" a su personaje puede hacer con él lo que quiera: Puede transformarlo en un animal, en un objeto, envejecerlo, distorsionarlo, y siempre será ese personaje porque de alguna manera ha capturado lo fundamental que hace que todos lo reconozcamos.

Hay gente que logra hacer caricaturas con apenas unos trazos, pero las de David Pintor son ilustraciones muy elaboradas y llenas de detalles. "Yo considero que los ejercicios más asombrosos de caricaturas que he visto se corresponden con ese estilo del que hablas, con el cual se consigue el parecido con muy pocas líneas. Yo, por cuestión de estilo y forma de ser, me he dedicado a otro tipo de caricaturas que no son tan sintéticas pero que buscan, al fin, el mismo objetivo, y es "cazar" esa expresión lo mejor posible", confiesa David.

Caricatura de Tomás Moro mirando por una ventana a una isla; estilo caricaturesco con rasgos faciales exagerados y vestimenta de época.

Caricatura de Tomás Moro (David Pintor)

"Hice mi primera caricatura a los 9 años"

En cuanto a cómo comenzó su afición por la caricatura, David nos comenta: "Recuerdo perfectamente la primera caricatura que hice en mi vida. Era un profesor del colegio cuando yo tenía unos 9 años. La caricatura era sorprendentemente buena. Muy sencilla pero en la que conseguí captar sus rasgos principales. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que yo tenía ojos de caricaturista. Pasó el tiempo, me hice profesional y como dibujante me adentré en muchos campos diferentes como la ilustración infantil, el cartelismo o la animación, pero me doy cuenta de que la caricatura y el humor siempre están de alguna manera presentes en toda mi obra.

En cuanto a sus influencias en esta disciplina, David nos comenta: "Hay muchos grandes caricaturistas de los que he aprendido. En España hay referentes muy buenos como Castelao, Sciammarella, Bagaría o Vizcarra, pero también el argentino Loredano, el americano Al Hirschfield, Gillray, Grandville, Pericoli, etc…Pero también he aprendido de pintores como Picasso o Chagall que, aunque no ejercieron como caricaturistas, sí dejaron hechas caricaturas magníficas demostrando el valor de este arte.

Caricatura de Tamara de Lempicka con traje rojo, cabello recogido y pose confiada. Fondo abstracto en estilo Art Deco. Exageración de rasgos faciales.

Caricatura de Tamara de Lempicka (David Pintor)

"Estoy muy contento con mi caricatura de Picasso"

Sobre si está especialmente orgulloso de alguna de sus caricaturas, David Pintor nos comenta: "Estoy bastante contento con la de Picasso. Es un personaje que ha sido dibujado y fotografiado miles de veces y eso hace que todos tengamos en nuestra cabeza su imagen de manera muy definida. Quizás por ello, antes de hacerle una caricatura da la impresión de que va a ser muy fácil, pero cuando te pones a estudiar el personaje ves todos los matices que hay en su rostro y la tarea se vuelve bastante difícil. Creo que su caricatura que incluí en este libro retrata muy bien al pintor malagueño".

En cuanto a sus proyectos, David nos confiesa: "No creo que deje nunca de hacer caricaturas. Actualmente no tengo ningún proyecto concreto, pero me gustaría contribuir a un objetivo a largo plazo: conseguir que se hable de la caricatura. Me preocupa que sea una disciplina que no sea reconocida como se merece y sea vista solo como algo infantil. Me preocupa que mucha gente confunda caricatura con humor gráfico o cómic porque provoca que la caricatura pierda su especificidad como disciplina artística. Por eso se agradecen este tipo de entrevistas en las que puedo contribuir a poner el foco en el arte de la caricatura".

Ilustración de portada: cuerpo con traje y sombrero (sin cabeza, con pájaro), sosteniendo plumín y tintero. Título:

Portada del libro 'David Pintor: Caricaturas y frases inolvidables' (Degomagom)