Muere a los 87 años el escritor keniano Ngugi Wa Thiong'o, gigante de las letras africanas
- Nacido el 5 de enero de 1938 como James Ngugi, fue un defensor de la descolonización de la literatura
- Durante una carrera literaria de más de medio siglo, su pluma brindó novelas tan célebres como Un grano de trigo (1967)
El escritor keniano Ngugi Wa Thiong'o, eterno aspirante al Premio Nobel y leyenda de las letras africanas, ha muerto este miércoles en Estados Unidos a la edad de 87 años, según ha confirmado su familia.
"Con gran pesar, anunciamos el fallecimiento de nuestro padre, Ngũgĩ wa Thiong'o, la mañana de este 28 de mayo de 2025. Vivió una vida plena, luchó una buena batalla. Como fue su último deseo, celebremos su vida y su obra", ha dicho su hija Wanjiku wa Ngũgĩ en un mensaje publicado en Facebook.
Nacido el 5 de enero de 1938 como James Ngugi, fue un escritor, dramaturgo, ensayista y académico que, aunque empezó su carrera escribiendo en inglés, se convirtió en un defensor de la descolonización de la literatura y más tarde adoptó como idioma de escritura su lengua materna, el gikuyu.
El autor se exilió en los años ochenta a EE.UU., huyendo de la dictadura del presidente keniano Daniel Arap Moi (1978-2002), y trabajó allí como profesor distinguido de Inglés y Literatura en la Universidad de California, después de enseñar en otras universidades.
"Me desgarra el corazón decir que mi padre, Ngugi Wa Thiong'o, ha fallecido hoy. Soy quien soy gracias a él en tantos sentidos: como su hijo, como académico y como escritor", ha señalado otro de los hijos del autor, Mukoma wa Ngũgĩ, a través de X. "Lo quiero, no sé qué deparará el mañana sin su presencia. Creo que es todo lo que tengo que decir por ahora", ha añadido.
Una carrera literaria de más de medio siglo
Durante una carrera literaria de más de medio siglo, su pluma brindó novelas tan célebres como Un grano de trigo (1967) o El brujo del cuervo (2006), numerosas obras de teatro y cuentos, unas memorias y ensayos tan memorables y críticos como Descolonizar la mente (1986).
En 1977, su obra de teatro Ngaahika Ndeenda (Me casaré cuando quiera, en gikuyu), donde explora la opresión de las clases trabajadoras por parte de la élite keniana tras la independencia de Kenia en 1963, fue prohibida y él fue arrestado y pasó un año en prisión.
Eterno candidato al Premio Nobel de literatura, el escritor ha muerto sin haber conseguido ese galardón.
Kenia llora su muerte: "Portaba el alma de un continente"
Diferentes personalidades, organizaciones y kenianos de a pie han inundado las redes sociales con mensajes para llorar la muerte este miércoles del reconocido escritor.
"Una voz poderosa ha enmudecido, no en derrota, sino en trascendencia. En él no teníamos simplemente un escritor, sino un vidente, un artesano de la verdad, un intrépido centinela de la conciencia africana", ha dicho a través de la red social X Moses Wetang'ula, presidente de la Asamblea Nacional keniana (Cámara baja del Parlamento).
"El profesor Ngũgĩ no se vio limitado por las restricciones habituales de la narrativa. Portaba el alma de un continente y el anhelo de su gente en cada línea que escribía. Sus escritos no eran solo artefactos literarios, sino actos de rebeldía, declaraciones de dignidad e himnos de memoria", ha añadido el político.
El ministro keniano de Asuntos Exteriores, Musalia Mudavadi, ha calificado al escritor como "uno de los gigantes literarios más distinguidos que han surgido de Kenia y, de hecho, de África Oriental".
El autor "iluminó el alma de una nación, desafió el statu quo y dio voz a generaciones. Su pluma inspiró la reflexión, provocó el diálogo y moldeó el panorama de la literatura africana. Un auténtico pionero, deja un legado tan profundo que será difícil de igualar. Que su alma descanse en paz eterna", ha agregado Mudavadi en X.
También ha lamentado la muerte la oficina keniana de la organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI). "Nos entristece profundamente saber que Ngũgĩ Wa Thiong'o ha escrito su última página. Gracias, mwalimu (maestro en suajili), por escribir con libertad", ha dicho.
Figuras de la sociedad civil han lamentado asimismo el fallecimiento del descritor, como la activista de derechos humanos y feminista Nafula Wafula, quien ha destacado que "el mundo ha perdido a un gigante literario y África ha perdido a un luchador por la libertad" y por el "panafricanismo".