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El relato de la jueza que montó un juzgado en una gasolinera el día de la dana: "Era una situación de guerra"

  • El CGPJ ha elaborado un reportaje de 20 minutos con la jueza de instrucción de Torrent, de guardia el 29 de octubre
  • Esta es la primera vez que el órgano judicial publica un video de este tipo sobre el trabajo de los funcionarios
La jueza que montó un juzgado de guardia en una gasolinera el día de la dana
SILVIA QUÍLEZ IGLESIAS

La dana del 29 de octubre, que dejó 227 víctimas mortales, un desaparecido, miles de afectados y cuantiosos daños materiales, obligó a prestar los servicios más básicos en una situación límite. Aquel día, la jueza de guardia en el partido de Torrent, Lucía Mayordomo, no lo dudó, y decidió montar un juzgado en una gasolinera de Paiporta, el único punto de la zona donde había luz. Su experiencia, que relata en un video publicado este jueves, fue como "una situación de guerra".

El relato de una juez de guardia el día de la dana: "Era una situación de guerra"

"Ese día la verdad es que fue muy duro y las primeras 24 horas fueron muy duras porque no se sabe bien a lo que te enfrentas ni la magnitud de lo que estaba pasando", asegura Mayordomo en el reportaje elaborado por el Consejo General del Poder Judicial —CGPJ— con motivo de los seis meses desde la dana que se cumplieron este martes.

La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Torrent explica en el reportaje que si el trabajo salió bien fue porque "todos" funcionaron, desde la jueza, el auxilio, el tramitador, el fiscal, hasta el bedel que abre la puerta y la señora de la limpieza.

Describe esos momentos como una "situación de guerra"

En la misma gasolinera donde decidió montar el juzgado de guardia, la magistrada describe como "una situación de guerra" lo que encontró cuando se dirigía junto al médico forense y la Guardia Civil para hacer los levantamientos de cadáveres. Había recibido una llamada de un guardia civil de Paiporta que le informó de que había fallecidos en garajes y en la vía pública. A partir de entonces, lamenta la jueza, en cada llamada le llegaban nuevas informaciones de más víctimas.

Cuando se dirigía a la zona el coche en el que viajaba con el forense se quedó atascado en el barro: "Nos habían sacado previamente al forense, al conductor del coche de los levantamientos y a mí del barro porque nos habíamos quedado atascados en una rotonda, en una zona que ya no había luz, ya no había farolas solamente había coches apilados se veían bultos en la carretera, cañas, que luego eran fallecidos".

El único punto con luz era una estación de servicio en la que decidieron montar el juzgado de guardia. Justo delante de la gasolinera en la que decidieron quedarse estaba el Puesto de Mando, lo que le permitía "ver lo que contaban" y luego "retransmitir lo que interesa".

"No había protocolo establecido, salvo el sentido común"

En este contexto, explica que entendió que esa "primera criba" cuando la situación era un "caos a nivel de todo tipo" tenía que hacerla desde el terreno "mal o bien no lo sé pero con la buena voluntad de ayudar en lo que pudiera".

Y asegura que ese trabajo les permitió, una vez en el juzgado, saber exactamente de cuántos muertos estaban hablando, dónde se habían localizado los cuerpos y las circunstancias específicas como los tatuajes o los pendientes que llevaban.

"Son decisiones que no puedes eludir, pero no había protocolo establecido, salvo el sentido común", apunta. El día 30, comenzaron a abrir las primeras diligencias previas por los fallecidos que preveían que iban a llegar.

La magistrada resalta los "conocimientos y sensibilidad" de los profesionales que conocían con antelación las circunstancias de las víctimas de la catástrofe, pero sostiene que necesitan "más ayuda y más medios".

Aquel día, si las cosas "salieron bien", advierte, fue porque los profesionales del juzgado para hacer su trabajo no miraron los relojes ni los medios materiales que tenían.

"Hemos trabajado con cabeza y corazón"

Hasta la gasolinera también fue tras recoger sus actas en el juzgado María Espejo, la letrada de la administración de justicia del Juzgado de Torrent, que asegura en el vídeo como los funcionarios de dicho juzgado han sido los "protagonistas absolutos de que todo funcionara tan bien" y asegura que "cuando humanidad y profesionalidad se unen, todo tiene que salir bien".

"Aquí hemos trabajado con cabeza y corazón", recalca la funcionaria, que recuerda que decidió irse hasta allí para organizar el trabajo.

Cuando unos días después volvió al juzgado, "ya estaba todo en marcha", se elaboró "una base de datos titánica, un cuadro de mandos, donde se incluían datos de fallecidos". En un primer momento solo contaban con la ubicación de un cuerpo, "hasta que el puzzle se fue completando".

También recuerda cómo trabajaban con el "factor seguridad" y que de allí "no salía un papel si no estaba todo bien atado y supervisado". Al tiempo que elogia la función del "equipazo" del juzgado.

En la misma línea se manifiestan Mari Cruz Ortí y Raquel Cervera, tramitadoras del juzgado que señalan como acudieron a ayudar funcionarios de otros partidos judiciales y cómo formaron un equipo en el que "no habían escalafones". En las primeras horas no tenían electricidad por lo que tuvieron que hacerlo "todo a mano", recuerda Cervera.