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La magia de las líneas del ilustrador Sergio García en una exposición en Madrid

  • 'La línea que construye' muestra trece ilustraciones en gran formato, en la galería Cayón de Madrid
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Escritor de entreguerras, ilustración monocromática.  Figura masculina con traje, gafas y cigarrillo, sosteniendo un libro con una llave en la portada.
Detalle de 'Escritor de entreguerras' (2025), de Sergio García

Premio nacional de ilustración (2022), portadista habitual de The New Yorker, El País o The New York Times, autor de algunos de los cómics más innovadores de los últimos años (Cuerpos del delito, el cielo en la cabeza, Cruce de caminos en el valle dorado)... Sergio García Sánchez (Granada, 1967) es uno de los artistas españoles más reconocidos a nivel mundial gracias a esa inquietud que le lleva a buscar constantemente nuevos caminos estéticos y narrativos para la ilustración. Su nueva maravilla es la exposición La línea que construye, que puede verse en la galería Cayón de Madrid hasta el próximo 30 de mayo.

Se trata de trece enormes ilustraciones en las que lo fundamental es: "El dibujo por el dibujo -nos explica Sergio-. llevo ya dos años colaborando con la galería Cayón y mi galerista, Adolfo, me propuso esa idea para esta primera exposición individual. Yo vengo del mundo Ilustración y el cómic, pero aquí lo narrativo pasa a segundo plano porque lo que me importa es la línea. Intento buscar texturas y resolver ciertos problemas gráficos únicamente a través de la línea de "La línea que construye", que es el título de la exposición".

"Básicamente -continúa-, es un ejercicio de revisión de la historia del arte usando únicamente la línea de dibujo, que siempre tiene aproximadamente el mismo trazo, para crear volumetría, para crear texturas, para ver cómo jugar con el abatimiento de plano... y todo desde un punto de vista eminentemente gráfico, como dibujante puro, lo más puro que yo puedo llegar a ser como dibujante".

Imagen abstracta de una familia en un apartamento, con detalles urbanos visibles desde la ventana y objetos domésticos presentes en la escena.

'Familia' (2024)

"Cada obra tiene una relación distinta con el mundo del arte"

Sobre esa revisión que hace de la historia del arte, Sergio nos amplía que: "He intentado tratar casi todos los géneros: el paisaje, los bodegones... en total son 13 obras y cada una de ellas tiene una una relación distinta con el mundo del arte. Tenemos, por ejemplo, un homenaje a La Venus durmiente de Giorgione, La venus de Urbino de Tiziano o la Olympia de Manet. Es un desnudo que pierde ese carácter sensual de, por ejemplo Manet, porque la he convertido en una maternidad simplemente dibujando un círculo perfecto en la zona de la barriga".

Dibujo lineal minimalista de mujer embarazada desnuda, recostada de perfil, con la cabeza apoyada en la mano. Estilo sin sombreado.

Desnudo tumbado (2024)

"También tenemos ese Minotauro rendido, que es un homenaje a la gran escultura clásica -continúa-. He juntado el Gálata moribundo que está en los museos Vaticanos y el Toro de Cnosos para crear un minotauro".

"Y también tenemos un homenaje a Saul Steinberg y a la revista The New Yorker, a través del ejercicio del retrato. Dentro de esa imagen encontramos numerosos fragmentos icónicos del trabajo de ese gran ilustrador, detalles de algunas de sus portadas más míticas. En las trece ilustraciones hay numerosos homenajes y referencias, tanto a grandes artistas como a tendencias artísticas".

Dibujo estilizado de un Minotauro sentado, cabeza baja, líneas finas creando volumen; fondo con líneas verticales.  'Minotauro rendido' (2024).

'Minotauro rendido' (2024)

"La geometría es el eje central de mi trabajo"

Si nos fijamos, las formas geométricas están muy presentes en estas obras. "En estos últimos años la geometría se está convirtiendo en el eje central de mi lenguaje -asegura-. Y, sobre todo, la geometría de la línea pura en blanco y negro. Básicamente lo más esencial del dibujo. Y por eso, todas estas obras están hechas o a través de la geometría, por y para ella".

De hecho, Sergio nos confiesa que para lograr esa pureza ha tenido que renunciar a la parte narrativa que siempre tienen sus ilustraciones para prensa: "Aquí todo tiene un carácter más simbólico y, por tanto, es mucho menos narrativo. Es más dibujo puro que otra cosa. Aquí he querido comportarme como un dibujante puro que no tiene un afán expreso de contar nada. Aunque, al final, siempre se cuentan cosas, claro, como en la obra de La casa, que es la más narrativa de todas".

"Recuerdo -añade-, que en la parte final de la edición que yo tengo de El garaje hermético, de Moebius, había una especie de estudio geométrico que Yves Chaland (Freddy Lombard) hacía de la obra y podíamos comprobar cómo Moebius trabajaba con circulitos que iba adicionando. Eso me parecía mágico porque de golpe se unían y conformaban un dibujo hiperrealista a partir de geometría pura. Yo creo que fue la primera vez que empecé a reflexionar sobre las posibilidades reales de la geometría y su aplicación en el dibujo".

Hombre en traje sentado, escribiendo en una libreta. Ilustración en blanco y negro de estilo geométrico, evocando a un escritor de entreguerras.

'Escritor de entreguerras' (2025)

"Obras llenas de mensajes"

Aunque Sergio haya renunciado a esa parte narrativa de sus ilustraciones, lo cierto es que estas obras están llenas de mensajes y significados. "Por ejemplo, el retrato de Stefan Zweig es un alegato contra los fascismos y la intolerancia. Si te fijas, con su pose está formando una cruz gamada, mientras que los botones de su chaqueta tienen la estrella de David y en el libro que está leyendo aparece una llave palestina. Hay todo un alegato y una reflexión sobre sobre los tiempos que nos están tocando vivir, sobre las tendencias oligárquicas de muchos de nuestros dirigentes hoy en día y cómo hay que reflexionar sobre eso, sobre el control de la sociedad por parte del Estado. Y como eso va en demérito siempre de la propia sociedad".

"Me gusta meter esos mensajes en todas mis obras -añade-. Por ejemplo, en la ilustración del Palacio de Carlos V, vemos simultáneamente los dibujos de la planta y el alzado. Está en la alhambra de Granada y en su parte central se puso una cruz que era la que marcaba el triunfo de la cristiandad sobre sobre el Islam. Pero, si te das cuenta, la sombra que proyecta la techumbre es circular, produce una media luna que va avanzando paulatinamente. Me pareció un pequeño mensaje muy sutil y lo plasmé en la ilustración. Porque eso me hizo reflexionar sobre lo ridículo de todo esto, porque una ideología no puede vencer a la otra".

"Y hay otro cuadro del Arco del Triunfo del Washington Square Square Park en el que vemos que, en su arco central, y con la misma dimensión del arco, aparece una pequeña jaulita con un pájaro negro en su interior. Ahí puedes sacar las conclusiones que quieras".

Diseño gráfico en blanco y negro: patrón geométrico complejo arriba con círculos concéntricos y una forma octogonal; abajo, fachada de edificio clásico con ventanas rectangulares y semicirculares.

'Palacio' (2024)

"Queríamos que la gente pudiera apreciar una obra en su escala real"

Acostumbrado a sus portadas, sorprende el gran tamaño de estas ilustraciones. "Lo más grande que he hecho fue El Guernica -nos comenta-, que tenía el tamaño del cuadro original de Picasso. También una versión de Las Meninas. Pero el gran tamaño de estas obras (hasta dos metros y medio por 95 centímetros) tiene que ver un poco con la monumentalidad de la propia sala. Queríamos que la gente pudiera apreciar una obra en su escala real".

"Por ejemplo -añade- la obra del Palacio de Carlos V, si la intentas imprimir a un tamaño de DIN A4, solo obtendrás un borrón de tinta. Porque está pensada para poder verla a gran tamaño y a distancia. Y los tonos que te parecen negros o grises, como el traje del retrato de Stefan Zweig, que viste un traje gris, si te fijas verás que la textura de ese traje está realizada con líneas, no he usado ningún tipo de mancha, ni negra ni gris, en ninguna de las obras. De hecho, estuve diez días para llenar de líneas ese traje. Por eso, la experiencia de ver estas obras de cerca o de lejos es completamente diferente. y eso es algo que solo podréis comprobar viendo las obras en persona".

En cuanto a la técnica, Sergio García nos comenta: "Está todo hecho con Procreate, igual que el cómic El cielo en la cabeza (Norma). Uso solo línea negra de distintos grosores. Y se imprime con tinta de látex, que es muy resistente, sobre lienzo. Podías exponer estos cuadros al sol durante 50 años y no les pasaría nada. Al final queda una obra muy sólida y muy contundente. Y solo se imprimen tres copias de cada obra. Son obra única certificada".

Sobre qué obra destacaría, Sergio nos comenta: "Me gustan todas porque son muy variadas. Tenemos el paisaje, el bodegón, el retrato, el tema mitológico, la referencia religiosa... Cada una la he abordado un punto de vista distinto y por eso me siento especialmente bien con todas. Pero creo que esta dupla del Minotauro y la Venus recostada tienen algo muy especial. De hecho creo que componen tan bien juntas que espero que las dos se las lleve el mismo comprador".

En cuanto a sus proyectos, Sergio nos comenta: "He empezado un nuevo cómic con Antonio Altarriba y Lola Moral (El cielo en la cabeza) que va sobre amores libertinos del siglo XVIII. Y estoy a punto de afrontar uno de los proyectos más importantes que he hecho nunca y que me llevará un año entero. Pero no puedo avanzar nada porque se va a anunciar en unos días".

Sergio García, con barba y gafas, entre dos dibujos en blanco y negro enmarcados; uno, un minotauro; el otro, una figura femenina reclinada.

Sergio García en la inauguración de su exposición en Madrid

'Cruce de caminos en el valle dorado'

Ya que hablamos de Sergio García también os recomendamos su último cómic, considerado uno de los cómics esenciales de 2024 por la ACDCómic. Se trata de Cruce de caminos en el valle dorado (Astronave), una auténtica gozada para disfrutar en familia, porque se trata de un cofre con cuatro cuentos ilustrados que comparten el mismo universo y personajes, de forma que los puedes leer de forma independiente, pero cuando los lees todos (da igual el orden), descubres que forman una misma historia. Los protagonistas de cada tomo son un niño al que le regalan un gato, un perro que quiere salvar a su dueño en apuros, una niña fantasma que descubre la vida y un presidente que caza criaturas sobrenaturales.

Un maravilloso libro-objeto que no os cansaréis de leer y releer una y otra vez gracias a las imaginativas historias de Lewis Trondheim (uno de los grandes del cómic europeo gracias a títulos como La Mazmorra o Lapinot) y a los espectaculares dibujos del duo formado por el ilustrador Sergio García y la colorista Lola Moral. Y es que cada libro tiene una estructura, un diseño gráfico, unos acabados y unos colores totalmente diferentes. Desde uno que está ilustrado en dibujos a página completa a otros que son cómics más tradicionales. En fin, un auténtico tesoro que guardaréis toda la vida y que es perfecto para regalar a cualquiera (niños o mayores), porque se quedarán fascinados. por cierto, que si juntáis las portadas de cada cómic os saldrá la ilustración de la portada de la caja. La traducción es de Xisca Mas.

Ilustración de la portada de un cómic: casa gótico-victoriana, niño con gato en el tejado, personajes aproximándose y animales alrededor.

Portada de 'Cruce de caminos en le valle dorado'