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Reconocen a un enfermo crónico que no pudo acceder a su medicación como nueva víctima de la dana en Valencia

  • Necesitaba una máquina para respirar y medicación concreta a la que no pudo acceder debido a la inundación
  • Tras conocer sus circunstancias, la forense le ha reconocido como "una víctima de la catástrofe"
La familia de una víctima de la dana y con patologías crónicas logra que su muerte deje de ser considerada 'natural'
Demolición de viviendas afectadas por la dana en la zona cero. ROBER SOLSONA / EUROPA PRESS
RTVE.es / AGENCIAS

Los familiares de una víctima de la dana del 29 de octubre, un hombre de 57 años que residía en Alfafar (Valencia) y era enfermo crónico, han logrado que su fallecimiento deje de ser considerado oficialmente como 'muerte natural' y sea contabilizado como una víctima más de las inundaciones.

Según consta en el sumario de esta causa judicial, que instruye la jueza de Instrucción 3 de Catarroja, y al que ha tenido acceso RTVE, el primer informe de la autopsia realizada a la víctima concluyó que su muerte había sido por una causa "indeterminada", si bien "nada se oponía a que fuese considerada natural". El informe, de una médico forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia, tampoco concretó una hora aproximada del fallecimiento, que situó "entre el 29 y 30 de octubre de 2024".

Sin embargo, una de las hermanas del fallecido compareció en el juzgado para relatar con detalle las circunstancias del fallecimiento y pedir a la instructora que reconsiderase el motivo de la muerte.

La víctima tenía una serie de patologías crónicas

Según el relato de la hermana del fallecido, este se desplazaba en silla de ruedas desde niño, padecía epilepsia e insuficiencia pulmonar. Y, debido a una reciente traqueotomía, necesitaba de una máquina para respirar y de una medicación concreta.

El 29 de octubre, la tarde de la riada, su cuidador vio subir el agua hasta los 180 centímetros en el bajo donde se encontraba. Como empezaban a flotar muebles y electrodomésticos, este decidió cogerlo en brazos y subirlo a un altillo.

En esa parte alta de la casa no disponía ni de la máquina para respirar ni de la medicación, según detallaron tanto las dos hermanas del fallecido como su cuidador en varias comparecencias ante la jueza. Por este motivo, insistieron en que falleció a causa de la tromba de agua, que estuvo "mojado y aterrorizado", y aportaron al juzgado su certificado de grado de discapacidad, que era del 84 % desde marzo de 2003.

El fallecimiento se produjo la madrugada del 30 de octubre a las 1.20 horas, pero el cuerpo no pudo ser retirado hasta dos días después. Los familiares del fallecido pidieron formalmente al juzgado que solicitase la modificación de la inscripción de fallecimiento, para que se considerase como producido por la riada y constase la hora de la muerte correcta.

La jueza solicitó un nuevo informe al forense

La jueza, según consta en sus actuaciones, tras escuchar los testimonios de familiares y del cuidador, y tras recabar los informes del historial médico, solicitó un nuevo informes forense. El objetivo era concretar si el fallecimiento se produjo o no a consecuencia de las inundaciones.

En un documento ampliatorio fechado el pasado 17 de diciembre, la misma médico forense insistió en que no había en el cuerpo de la víctima indicios compatibles con sumersión o sofocación por obstrucción de las vías respiratorios ni violencia. En este sentido, destacó que la "etiología médico-legal de la muerte seguía siendo natural, de origen patológico".

Sin embargo, tras conocer las circunstancias del fallecimiento, la forense concluyó: "Aunque la muerte no se produjo por la violencia de la catástrofe natural, sí fue como consecuencia de la misma, dado que con su estado basal tan patológico y la ausencia de oxígeno y medicación, (la víctima) no pudo sobrevivir a la situación".

En consecuencia, el Instituto de Medicina Legal finalmente ha considerado este fallecido como "víctima de la catástrofe, porque su muerte se produjo como consecuencia de la misma". Además, la data de la muerte, por los datos referidos por la familia y el cuidador, se estableció a las 1.20 horas del 30 de octubre.

Tras estos cambios, la jueza ordenó el pasado 13 de enero la formación de una pieza separada a nombre de esta víctima, que pasó a ser considerada víctima de la riada.