Redondo critica el interrogatorio del juez a Mouliáa: "Revictimiza a las mujeres y las aleja de la denuncia"
- El magistrado preguntó en numerosas ocasiones si no le pidió que parara y cuestionó su testimonio: "¿Estaba muy ebria seguro?"
- "Un juez que está ante víctimas de violencia sexual debe tener más tacto", ha manifestado la Federación de Mujeres Progresistas
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha criticado el interrogatorio del juez Adolfo Carretero, que investiga al exdiputado Íñigo Errejón por un delito de agresión sexual, a la actriz Elisa Mouliaá el pasado jueves por considerar que supone una "revictimización" de la denunciante.
Durante la declaración, al que ha tenido acceso RTVE, la artista respondió a las preguntas del magistrado, que cuestionó con dureza en numerosas ocasiones su versión de lo ocurrido y sus reacciones ante los hechos. Así, por ejemplo, preguntó a Mouliaá si estaba segura de su estado de ebriedad o si no fue capaz de rechazar las presuntas acciones que Errejón llevó a cabo contra ella.
"Este tipo de interrogatorio revictimiza a las mujeres y las aleja de la denuncia y de la protección", ha afirmado la ministra en la red social X. En su mensaje, Redondo ha recordado que la ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual "pone el consentimiento en el centro y ha cambiado el paradigma de valoración de las conductas machistas". En ese sentido, ha señalado que el juez "debe valorar las pruebas, no cuestionar a la víctima".
En términos similares se ha expresado la Federación de Mujeres Progresistas, que también considera que el tono empleado por el magistrado supone una "revictimización" de la denunciante. "Esa forma de preguntar supone una revictimización para la víctima, tiene que revivirlo todo otra vez. Un juez que está ante víctimas de violencia sexual debe tener más tacto", ha manifestado la presidenta de la organización feminista, Yolanda Besteiro, que ha reprochado el "tono" con el que se dirigió el juez a Mouliaá. "Con un interrogatorio tan incisivo y tan virulento para la víctima hace que muchas de ellas relaten el miedo a ese interrogatorio", ha declarado a TVE.
El abogado de la acusación popular Jorge Piedrafita también ha señalado que el juez, quien es conocido por su dureza en los interrogatorios, fue incisivo y cree que si el relato de Mouliaá logró sostenerse ante las preguntas incómodas es porque es "consistente". "Lo pasó mal, tuvo que revivirlo todo y aun así mantuvo un relato reiterativo y ordenado, era creíble", ha explicado al Telediario.
Por su parte, la exministra de Igualdad, Irene Montero, no ha mencionado la causa, pero ha recordado que 'solo sí es sí' significa que "es él quien debe asegurarse de que hay consentimiento". "Exigir a las mujeres resistencia expresa –asumiendo que solo hay agresión si hay violencia o intimidación– es cultura de la violación y un prejuicio de la justicia patriarcal", ha escrito en X.
En una entrevista en 24 horas de RNE, la magistrada de los Juzgados de Violencia Sobre la Mujer de Madrid, María del Carmen Gámiz, ha explicado que como jueza prefiere "que la víctima declare en un clima más calmado y de una forma más fluida sin tanta pregunta que corte la declaración". "Los jueces intentamos en las declaraciones dejarles libertad para que el relato sea espontáneo y más en delitos que afectan a la intimidad", una situación que puede hacer que la víctima se sienta "cohibida".
El interrogatorio: "¿Estaba muy ebria seguro?"
En su declaración, Mouliáa explicó que todo comenzó cuando el político la invitó a la presentación de su libro después de un año hablando por redes sociales. Después de la misma, ambos se fueron a tomar una cerveza a un bar cercano. Ella, que ha dicho que ya empezó a sentirse incómoda, le explicó entonces a Errejón que tenía que marcharse a una fiesta en casa de un amigo suyo, plan al que él se unió.
En el taxi de camino, Errejón le habría impuesto una serie de condiciones que el juez calificó de "ridículas". "¿Usted es una persona acostumbrada al público, no fue capaz de decirle que las condiciones no eran aceptables?", cuestionó Carretero, que le inquirió repetidas veces que por qué no le pidió que parase. "Lo interpreté como una manera de bromear, como de saltarse 10 pasos de una manera bastante torpe, lo quise pasar por alto", le aclaró la actriz, que continuó con el relato. Una vez en el ascensor del edificio al que iban, Errejón la habría besado de forma violenta.
Cuando llegaron a la fiesta, ambos bailaron y bebieron. "Acababa de dar a luz hacía un año y pico y no bebía mucho. Para mí, bebí bastante. Él me dio dos copas", explicó Mouliaá, que deslizó la posibilidad de que el político le echase algo en las bebidas. En ese punto, el juez llegó a reprochar a la artista que no incluyese en la denuncia que esa noche estaba muy borracha. "Recuerdo que estaba muchísimo más ebria de lo normal, me daba vueltas todo, tengo lagunas", le explicó la actriz. "Usted en la denuncia no lo dijo. ¿Estaba muy ebria seguro?", repreguntó el magistrado.
El juez también cuestionó de forma insistente si el resto de invitados no percibió la situación: "Podría habérselo dicho a sus amigos, podría simplemente haber dicho 'me quedo en la fiesta, contigo no voy a ninguna parte'. Es raro que no diga nada".
Ya en la habitación, Errejón "se cercioró" de que la puerta "estuviera cerrada". La actriz reconoció ante el juez que ella no se fijó en "si había pestillo", pero el político hizo "un amago" de que este existía. "Cuando me empuja contra la pared le intento quitar porque me estaba resultando muy incómodo", explicó la actriz. "¿Pero le dijo que parara?", preguntó el juez, a lo que Mouliáa aclaró que le dijo que "estaba incómoda". "No, muy incómoda no. Decir 'que me dejes en paz, que no me toques'. ¿Le dijo algo de eso?", repreguntó el magistrado.
A continuación, haciendo repaso de la denuncia, el juez Carretero cuestionó a la actriz: "(Errejón) se sacó el miembro viril. ¿Sabe usted para qué?". "Supongo que para violentarme", aclaró ella. "¿Pero le intentó bajar a usted las bragas? ¿Cuánto tiempo le estuvo chupando las tetas?", le preguntó.
La denunciante aseguró que a ella se le "hizo eterno" y que le pidió "que parara, que a una mujer se le pone cómoda" y que se estaba sintiendo "violentada". "Él paró porque yo me zafé", añadió. "Pero señora, si ese señor la tenía en la cama con la puerta cerrada y él encima, ¿cómo se levanta y se va? ¿Forcejeó con él?", la interrogó el juez, a lo que Mouliaá contestó de forma afirmativa.
Errejón dijo que dimitió porque era "incoherente" defenderse y seguir en Sumar
Por su parte, el exdiputado de Sumar Íñigo Errejón negó ante el juez haber dimitido por la denuncia por agresión sexual de Elisa Mouliaá, si no ante la "incoherencia" que suponía seguir en un partido que da por plena y directamente válido todo testimonio de una denunciante y tener que defender su inocencia al mismo tiempo.
Fue esa "incoherencia política" y la "pérdida de confianza" en las dirigentes de Sumar lo que le hizo dar un paso atrás y no el reconocimiento de la denuncia de la actriz, según manifestó el también cofundador de Podemos en su declaración como investigado ante el juez el pasado jueves. "Yo no reconozco estos hechos en modo alguno. Esto no es cierto", dijo Errejón sobre el relato de violencia sexual de la denunciante.
Ante las dudas del juez de por qué como portavoz de Sumar defendía la idea de que "cualquier testimonio, aunque sea anónimo y sea en redes, es plena y directamente válido" y "cuando le pasó algo es cuando cambia", contestó: "Señoría, esto pasa a veces en la vida".
Para Errejón, lo sucedido la noche de los hechos fueron "caricias superficiales, voluntarias y deseadas por los dos, y algunos besos. Y nada más". El exdiputado negó que la actriz se mostrase incomodada o paralizada, si no que todo fue "deseado" y "consentido", y subrayó que en la fiesta estaban los amigos de la denunciante y hubiesen percibido una situación como la descrita.