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Venecia se convierte en la primera ciudad del mundo que cobra una tasa turística solo por visitarla

  • Todos los turistas que quieran entrar en la ciudad tendrán que pagar cinco euros de tasa
  • La medida ha generado críticas en los habitantes de Venecia, que no quieren que su ciudad se convierta en un "parque temático"

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Venecia se convierte en la primera ciudad europea en poner una tasa de entrada para paliar el turismo masivo

Desde este jueves, Venecia ha puesto en marcha un nuevo plan para paliar las consecuencias del turismo masificado. La medida consiste en el cobro de cinco euros, que deberá ser abonado por todos los visitantes a su llegada en la ciudad. Con esta normativa se intentará rebajar el flujo de turistas que abarrotan el centro histórico.

Venecia lleva varios años proponiendo planes para mitigar las consecuencias medioambientales y urbanísticas del turismo, después de que la UNESCO amenazara con añadirla a la lista de Patrimonios en peligro. Este índice está compuesto por varios lugares de interés que se ven amenazados por diferentes causas como terrorismo, conflictos bélicos, cambio climático, abandono o inacción gubernamental.

Venecia siempre se ha visto perjudicada por las crecidas de las mareas de la laguna, lo que los venecianos llaman acqua alta, pero con la crisis climática este problema se ha acrecentado. La numerosa llegada de cruceros y el imparable aumento del nivel del mar hace que un problema al que los venecianos hacían frente con botas y tablones elevados sea, irremediablemente, a futuro, algo que puede traer consecuencias nefastas para la ciudad.

El Ayuntamiento de la capital de la región del Véneto ya había puesto en marcha, como otras ciudades europeas, el impuesto por pernoctar en alojamientos dentro de la ciudad, pero aunque era de las tasas más altas de Italia (de tres a cinco euros dependiendo del alojamiento), la situación crítica llevó a tomar medidas más drásticas. El alcalde de la ciudad, Luigi Brugnaro, declaró que a partir de julio de 2020, los visitantes debían abonar la tasa al llegar. Con la crisis sanitaria se fue posponiendo, hasta que en 2023 se anunció que a partir de abril del 2023 se haría la prueba durante diez días.

Los vecinos, divididos

Tras la puesta en marcha del proyecto, el responsable de turismo de la ciudad, Simone Venturini, ha declarado que esta nueva medida "ayudará a crear un equilibrio entre residentes y turistas". A pesar de esto, cientos de personas han protestado contra la decisión alegando que no quieren vivir en un "parque temático" como ha expresado Giovanni Andrea Martini, miembro de la oposición.

"Estamos en contra de esta medida porque no va a hacer nada para parar el turismo masivo" ha explicado Cristina Romieri, una residente de la ciudad. "Además, es una regulación muy compleja. Hay tantas excepciones que será casi imposible ponerla en marcha". No habrá tornos en la ciudad, pero varios inspectores realizarán chequeos aleatorios para controlar que los visitantes hayan pagado la tasa. Las multas pueden ir de los 50 a los 300 euros.

Otras ciudades de Italia están sufriendo problemas con la oferta de propiedades, creando una preocupación por la gentrificación que se está creando. Entre Roma y Florencia, existen más de 35.000 alojamientos privados derivados para el alquiler de corta estancia. En junio de 2023, el ministerio de turismo italiano presentó el borrador de un plan para limitar el número de estos alojamientos para abrir la oportunidad de alquilar a los residentes de estas ciudades.