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Uno de los satélites de Saturno podría encerrar un océano oculto bajo la superficie

  • La masa de agua se ubicaría entre 20 y 30 kilómetros bajo la corteza del astro
  • "Mimas podría ser un candidato idóneo para los investigadores que estudian el origen de la vida", ha comentado Valery Lainey

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Mimas, uno de los satélites más pequeños de Saturno, podría encerrar un océano oculto bajo la superficie
Representación de la luna Mimas con Saturno al fondo. EFE

Escondido debajo de la superficie rocosa y llena de cráteres de Mimas, una de las lunas más pequeñas de Saturno, podría encontrarse un océano de agua líquida. Así lo afirma un nuevo descubrimiento, publicado en la revista Nature, que ha sido posible gracias al análisis de los datos recogidos por la sonda espacial Cassini y que sostiene que podría tratarse de uno "joven" y en evolución.

Mimas y Encédalo son dos de los numerosos satélites de este gigante cósmico descubiertos en 1789 por el astrónomo William Hersel. Ambos tienen órbitas no lejanas, tamaños similares y superficies heladas, pero la del primero está llena de cráteres y la del segundo es lisa.

Mientras que ya se sabía que Encédalo tenía un océano helado en su interior, lo que había bajo la corteza de Mimas seguía siendo todo un misterio y se consideraba poco probable que encerrara agua debido a las propiedades de su superficie y sus cráteres. Sin embargo, el equipo del Observatorio de París encabezado por Valery Lainey puso en tela de juicio dicha creencia, analizando por más de una década las observaciones sobre las lunas que llegaban de Cassini.

Núcleo rocoso alargado o un océano global

Los resultados hablan de un profundo océano que empezaría entre 20 y 30 kilómetros bajo la corteza. Según las simulaciones, la masa de agua apareció en una franja de tiempo que va entre los 25 y los 2 millones de años, por lo que aún es joven y no habría tenido tiempo de dejar huella en la superficie de Minas, lo que le permite conservar sus cráteres.

Varias investigaciones previas habían abierto ya dos escenarios para el interior de esta pequeña luna: un núcleo rocoso alargado o un océano global. El equipo analizó la temperatura interior, los movimientos de rotación y la órbita, parámetros que se ven afectados por cómo es la luna en su interior, y concluyeron que la existencia de un océano global interno bajo la superficie es el único escenario compatible con las observaciones. 

Con esta nueva evidencia, Mimas ya forma parte del “exclusivo club de lunas con océanos internos, entre las que se encuentran Encélado y Europa, pero con una diferencia única: su océano es notablemente joven”, detalló Nick Cooper, uno de los autores e investigador de la Universidad Queen Mary de Londres.

Los resultados también implican que los procesos recientes en este satélite pueden haber sido comunes en las primeras etapas de formación de otros mundos helados, según señalan los autores, quienes consideran que nuevos estudios podrían enseñar más sobre la formación de los mundos helados

"Mimas podría ser un candidato idóneo para los investigadores que estudian el origen de la vida", ha añadido Cooper.

En este sentido, Lainey también ha hecho hincapié en que este descubrimiento tiene “importantes implicaciones para nuestra comprensión del potencial de vida más allá de la Tierra”, ya que sugiere que incluso las más pequeñas y aparentemente inactivas pueden albergar océanos ocultos capaces de sustentar condiciones esenciales para la vida. 

“Esto abre nuevas vías de exploración, que podrían acercarnos a la respuesta a la vieja pregunta: ¿estamos solos en el universo?”, concluye.