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El calvario de los vecinos de la Sagrada Familia

  • La Basílica de Gaudí encara la recta final de las obras, tras 140 años de edificación
  • La construcción de la escalinata del Portal de la Gloria afecta a unos 10.000 vecinos
  • El domingo, a las 22.30 horas, en el Canal 24 horas y en RTVE Play

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La construcción de la Sagrada Familia, una tortura para los vecinos del barrio
Vista aérea de la Sagrada Familia

La construcción de la fachada principal de la Sagrada Familia, el Portal de la Gloria, prevé una gran escalinata y una plaza que obligará a derribar dos manzanas de casas. Esta construcción afectará a 3.000 viviendas, es decir, unos 10.000 vecinos y 50 locales comerciales.

Una torre de Babel a la catalana

Filipinas, Lituania, China o Panamá… Pasear por los alrededores de la Sagrada Familia de Barcelona es adentrarse en un mar de lenguas, culturas e incluso trajes regionales. Con razón, la basílica es el monumento más visitado de España. Cada año 3,7 millones de turistas contemplan los encantos de la Sagrada Familia, según el Ministerio de Turismo. Las entradas al templo, que oscilan entre los 26 y los 40 euros, además de los donativos, resultan indispensables para su construcción, ya que son la única fuente de ingresos al tratarse de un Templo Expiatorio. El año pasado la basílica recaudó 100 millones de euros.

Este barrio barcelonés bulle de actividad, con la que no es fácil convivir. Según el Ayuntamiento de Barcelona, 20 millones de personas visitan anualmente los exteriores del Templo. La presión turística provoca molestias en el día a día de los vecinos, como problemas de movilidad a causa de los grupos de visitantes, el exceso de terrazas o la casi desaparición del comercio local en favor de las tiendas de souvenirs o de hostelería.

Vecinos en pie de guerra

Muchos desconocen que ni el portal del Nacimiento, ni el portal de la Pasión son el acceso principal al templo. Gaudí decidió que la majestuosa entrada se alojase en el portal de la Gloria, el único que falta por construir. A la sombra de esa fachada, en la calle Mallorca, se erige un inmueble popularmente llamado “Núñez y Navarro”, bautizado con el nombre de la empresa constructora que lo edificó. De algunos balcones penden pancartas en español e inglés con consignas diversas: “Nuestros pisos son legales”, “Mi vida está aquí y la quieren tirar al suelo”.

Y es que si la obra del Portal de la Gloria avanza como está prevista, tendrán que derribarse dos islas de casas (desde la calle Mallorca hasta la calle Aragón). Una escalinata deberá sortear la diferencia de altura de la calle para poder acceder al portal de la Gloria, que además estará precedido por una gran plaza para que la basílica pueda ser contemplada con perspectiva en todo su esplendor. Esta reforma urbanística afectará a unas 3.000 viviendas, es decir, 10.000 vecinos.

En rojo, la zona afectada por la construcción del Portal de la Gloria

En rojo, la zona afectada por la construcción del Portal de la Gloria Repor

Hace más de 40 años tenemos una espada de Damocles encima

Hay más edificios que se tendrán que derribar para que el proyecto vea la luz. La mayoría se encuentran en el Pasaje Font, contiguo al edificio Núñez y Navarro. Allí vive Salvador Barroso, presidente de la Plataforma de Afectados por la Sagrada Familia. El vestíbulo de la escalera pide a gritos un lavado de cara, pero Barroso reconoce que ningún vecino se atreve a hacer reformas: “El miedo es que desde hace más de 40 años tenemos una espada de Damocles encima, porque no sabemos qué es lo que va a pasar con nosotros”.

En 1975 el Ayuntamiento de Barcelona concedió la licencia de obras a la constructora Núñez y Navarro para que edificara un bloque de pisos en la calle Mallorca, frente a la fachada de la Gloria. Además, el Ministerio de Educación y Ciencia corroboró en un informe que las obras eran legales y dio luz verde a Núñez y Navarro para construir. Por eso, los vecinos denuncian que la expropiación es ilegal. Barroso asegura que están dispuestos a negociar, y que una de las opciones sería cambiar “piso por piso”, pero critica que el Patronato de la Sagrada Familia solo se ha reunido una vez con ellos y fue a instancias del Ayuntamiento, antes de la pandemia.

Con la iglesia hemos topado

El portavoz de las familias perjudicadas asegura que el Ayuntamiento de Barcelona no se moja en este asunto y hace suya la frase de la célebre novela de Miguel de Cervantes: “Como le dijo Don Quijote a Sancho… Sancho, con la Iglesia hemos topado”. A día de hoy, el Portal de la Gloria no dispone de licencia de obras. La reforma urbanística también afecta a unos 50 locales comerciales.

Diálogo sin renuncia

Aunque parecía que nunca íbamos a ver terminada la Sagrada Familia, el momento se acerca. La Junta Constructora calcula poder acabar la faraónica obra en 2033. Este mismo mes de noviembre se han inaugurado las torres de los Evangelistas, a las que seguirá la Torre de Jesús, de 174 metros y que convertirá el templo gaudiniano en la iglesia más alta del mundo.

Se prevé finalizar esta torre en 2025, aunque su inauguración se retrasará un año, para que coincida con el centenario de la muerte de Antonio Gaudí y con el Congreso Mundial de Arquitectura, cuya sede será Barcelona.

No vamos a renunciar a ser herederos de la voluntad de Gaudí

El Patronato defiende la escalinata de la fachada principal. Esteve Camps, presidente delegado de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, asegura: “Seguimos con la misma actitud, dispuestos a negociar, pero no vamos a renunciar es a ser herederos de la voluntad de Gaudí.”

Preguntado por el informe del Ministerio de Educación y Cultura, que en 1975 dio el visto bueno a la construcción de Núñez y Navarro, Camps afirma rotundamente: “Es imposible que si el ministerio hubiera localizado esos planos hubiera emitido este informe”, en referencia a los planos en los que Antoni Gaudí proyectó el templo.

Un plano certificado

Esa es, precisamente, otra de las polémicas entre las partes: la autenticidad del proyecto. Los damnificados aseguran que el plano en el que Gaudí plasmó su idea para el Portal de la Gloria está manipulado.

Los propietarios de los pisos afectados aseguran que no está firmado por el arquitecto catalán en 1916, y atribuyen la escalinata y la plaza que la coronará a los sucesores de Gaudí. Núria Postico, directora del Archivo Municipal Contemporáneo de Barcelona, afirma contundente: “Es imposible que este plano no sea verídico. En los archivos siempre custodiamos documentos que han de ser originales y están validados como tales. La firma de Gaudí está verificada”.

Árbitro municipal

El Ayuntamiento de Barcelona se erige como mediador y juez en esta disputa. Del consistorio barcelonés depende una muy improbable modificación del Plan General Metropolitano, que contempla la demolición de las dos islas de casas afectadas y también la concesión de la licencia de obras del Portal de la Gloria.

Si no hay solución, no hay proyecto

Jordi Valls, regidor del distrito del Eixample de Barcelona, conviene en que hay que buscar una solución para los vecinos, y advierte: “Si no hay solución, no hay proyecto”.

En el barrio corren todo tipo de rumores sobre posibles alternativas para los afectados. Existe la conveniente coincidencia que el Patronato de la Sagrada Familia compró hace años un solar en la misma calle Mallorca. Dicen las malas lenguas, que el Patronato adquirió ese terreno para poder construir un edificio donde realojar y aplacar a los vecinos afectados. Para el Ayuntamiento de Barcelona, que exista ese solar es una buena noticia, aunque no es garantía de nada. “Hoy no existe este acuerdo”, asegura Valls.

Grabado del perfil de Antonio Gaudí

Grabado del perfil de Antonio Gaudí Repor

El regidor insiste en reiterar un mensaje de tranquilidad a los vecinos: “La Sagrada Familia es muy importante para nuestra ciudad, pero el derecho a la vivienda es igual de importante”.

El Ayuntamiento de Barcelona y el Patronato de la Sagrada Familia se reunirán en enero para tratar los temas previstos en el convenio que se firmó en la anterior legislatura, a lo que fuentes del consistorio apostillan: “[El Portal de la Gloria] seguro que será uno de los temas a tratar”. Si se quieren cumplir los plazos y que todas las partes queden satisfechas, el tiempo apremia, así que hay que ser fiel al dicho: “A Dios rogando, y con el mazo dando”.