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Colombia

El Gobierno colombiano y la principal disidencia de las extintas FARC acuerdan instalar una mesa de diálogo

  • Lo harán en una fecha y lugar aún por definir y supondrá el comienzo de un nuevo cese al fuego
  • Estos datos serán anunciados probablemente a partir del próximo 17 de septiembre, cuando se retomarán los contactos

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Fotografía cedida por la oficina de prensa del Alto Comisionado para la Paz de la reunión entre delegaciones de paz del Gobierno nacional y el EMC-FARC en Suárez, departamento del Cauca (Colombia).
Fotografía cedida por la oficina de prensa del Alto Comisionado para la Paz de la reunión entre delegaciones de paz del Gobierno nacional y el EMC-FARC en Suárez, departamento del Cauca (Colombia).

El Gobierno de Colombia y el Estado Mayor Central, la principal disidencia de las extintas FARC, han acordado instalar una mesa de diálogos en una fecha y lugar aún por definir pero que supondrá también el comienzo de un nuevo cese al fuego, han anunciado este sábado las dos partes.

"La delegación del Gobierno Nacional en representación del Estado Colombiano y la del Estado Mayor Central de las FARC-EP, en desarrollo de la fase preliminar instalaremos la Mesa de Diálogos con toda su arquitectura jurídica, política, y presencia de la comunidad internacional como garantes y acompañantes", han anunciado en un comunicado conjunto.

El acuerdo ha sido alcanzado en una zona rural del municipio de Suárez (Cauca), donde las dos delegaciones llevan reunidas desde el jueves.

Las dos partes se volverán a reunir el 17 de septiembre

Las dos partes se volverán a reunir el 17 de septiembre "para evaluar, hacer seguimiento y ajustar los compromisos adquiridos de generación de confianzas y anunciar la fecha de instalación de la mesa de diálogos de paz".

Se trata del segundo anuncio que se hace de este tipo, pues en abril, tras una reunión con campesinos en los llanos del Yarí (Caquetá), las disidencias ya pusieron fecha para comenzar los diálogos, aunque nunca se llegó a concretar y las acciones violentas del EMC, que incluyeron el asesinato de cuatro niños indígenas, dificultaron el camino.

Este asesinato provocó que el Gobierno colombiano rompiera el cese al fuego bilateral fijado desde enero en cuatro departamentos, que se acabó en junio sin ser renovado, y desde entonces el EMC ha reforzado sus acciones violentas sobre todo contra la fuerza pública en el suroeste del país.

Ahora las dos delegaciones tratan de buscar cómo volver a pactar un cese al fuego bilateral y los "protocolos de respeto a la población" que cuenten con mecanismos de monitoreo y que se pueda firmar cuando se instale la mesa para que ya esté vigente desde el inicio de las conversaciones.

Segunda mesa de diálogo con un grupo armado que instala el Gobierno

"El Cese al Fuego Bilateral tendrá como objetivo reducir la confrontación y la violencia, aplicación del DIH así como acciones que permitan la participación de la sociedad en los diálogos, minimizar riesgos para la población civil y para integrantes de las dos partes. Pero mientras tanto, las partes se reservan su legítimo derecho a la defensa y mantendrán sus propias medidas de seguridad y acciones necesarias en el marco de respeto al DIH", ha apuntado el comunicado.

También están trabajando en una preagenda de lo que se tratará en la mesa de diálogos que cuente con participación ciudadana. Por otro lado, las dos partes acordaron desarrollar ocho misiones de verificación en varios departamentos para "formular recomendaciones de aplicación del Derecho Internacional Humanitario (DIH)".

Se trata de la segunda mesa de diálogo con un grupo armado que instala el Gobierno, después de que retomara las conversaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y lo hará ahora con el EMC, un grupo de unos 3.000 integrantes divididos en varios frentes y comandado por "Iván Mordisco", quien no firmó la paz de 2016 y siguió en la clandestinidad.