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Los debates sobre los debates agitan la precampaña: ¿qué importancia tienen en unas elecciones?

  • Los analistas apuntan a la relevancia del "posdebate" y el clima social que se genera y ven "riesgos" en no acudir
  • El PP descarta por ahora los debates a cuatro y Feijóo solo confirma su asistencia a un cara a cara con Sánchez

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Debate a cinco en las elecciones de noviembre de 2016
Desde 2015 el monopolio de los cara a cara ya es historia

Los debates electorales están agitando la precampaña de estas elecciones generales. O más bien, lo están haciendo los debates sobre los debates. Mientras que el presidente del Gobierno y candidato socialista, Pedro Sánchez, se ha mostrado muy activo pidiendo incluso seis cara a cara con su principal rival, el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha rechazado casi todas las propuestas de los medios para participar y, por el momento, solo ha confirmado su asistencia a un duelo con Sánchez.

Pero, ¿cuál es la importancia real de los debates a la hora de movilizar el voto? No hay una respuesta clara al respecto. Según la literatura académica, mueven entre un 4% y un 6% de voto, aunque no todo en la misma dirección, señala a RTVE.es Pablo Simón, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Carlos III de Madrid. "Es poco, pero puede implicar el cambio", explica por su parte Javier Lorente, profesor de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos.

Para el politólogo Edu Bayón, los debates "tienen bastante importancia a día de hoy", Primero, por el efecto de "escaparate" que tienen para los candidatos, ya que cosechan muy buenas audiencias en televisión. Y segundo, porque en una época de "declive" de otros tipos de actos electorales tradicionales, como los mítines, "la parte audiovisual y mediática cobran aún mayor importancia" que en el pasado.

Esto se acentúa especialmente en esta campaña que se celebrará en pleno verano, lo que "no propicia precisamente otro tipo de actos y hace que nos vayamos a una campaña muy centrada en medios".

La importancia del "posdebate"

En todo caso, los debates no tienen el mismo efecto sobre todos los votantes. Según los expertos, movilizan especialmente a los indecisos, que cada vez son más. En las últimas citas electorales, el porcentaje de los que no tienen decidido su voto hasta la última semana antes de las elecciones se ha estabilizado en torno a un 20%, apunta Bayón, un número de votantes que puede ser clave.

"Puede tener relevancia para un votante dudoso o desmovilizado que se está yendo hacia la abstención, pero para el que va a ir a votar sí o sí y tiene decidido su voto, no la va a tener", asegura.

Lorente considera que no hay que sobrevalorar el impacto de estos encuentros, ya que "la mayoría de la gente ve el posdebate más que el debate", es decir, "se enteran por los medios que siguen y los individuos tienden a seguir medios que ideológicamente son afines". Al seguir más bien los editoriales o las valoraciones que las propuestas que se presentan, refuerzan su posición ya preestablecida respecto a los candidatos.

También coincide en parte Simón con este análisis, y destaca que es "muy importante el clima de opinión que se genera". "El análisis de los tertulianos o de las tropas mediáticas de cada partido es lo más relevante, porque hay mucha gente que no lo ve en directo, sino que ve las píldoras posteriores en los informativos", indica.

El análisis de los tertulianos o de las tropas mediáticas de cada partido es lo más relevante

Los espectadores "no se quedan demasiado con las propuestas concretas o con los datos, sino, sobre todo, con el clima general. Es una cosa paradójica, pero normalmente la gente no retiene demasiado el minuto de arranque o el minuto final, lo más importante es el regusto que ha dejado el candidato", añade el profesor de la Universidad Carlos III.

El riesgo de no acudir a un debate

Las últimas semanas han sido un continuo tira y afloja entre los candidatos sobre su participación en los debates. Por el momento, Feijóo ha rechazado acudir a los dos debates a cuatro planteados -uno en RTVE y otro en PRISA-, ya que su partido los considera modelos "incompletos y que carecen de interés". Sí que han confirmado su asistencia a ambos Sánchez, la candidata de Sumar, Yolanda Díaz, y el de Vox, Santiago Abascal, aunque la radiotelevisión pública mantiene su invitación al líder del PP para el que ya tiene fecha: el próximo 19 de julio.

Este también se ha negado a celebrar un cara a cara con el presidente del Gobierno en RTVE y en otros medios, y solo acudirá a uno, en Atresmedia, el próximo 10 de julio. Ha asegurado además que participaría en un debate a siete con los candidatos de los partidos nacionales y ERC, PNV y EH-Bildu, pero este formato no lo ha planteado ningún medio, mientras que la radiotelevisión pública sí ha propuesto ese debate a siete, pero con los portavoces parlamentarios, al que ya han confirmado su asistencia el próximo 13 de julio todos los partidos excepto el PP.

En el lado contrario, Sánchez, pero también Díaz, han insistido en su voluntad de participar en todos los debates que planteen los medios. Esta divergencia entre uno y otro "es un reflejo de lo que está pasando en esta campaña", según Bayón. "El PP al final está jugando una campaña en términos defensivos, conservadora, como si los papeles estuviesen invertidos" y este fuera el partido en el poder, asegura este consultor en comunicación política.

Asegura que "se suele tener tendencia a evitar debates cuando los ves como una situación en la que tienes más que perder que ganar". Con una ventaja importante para el PP en las encuestas (le saca al PSOE siete puntos porcentuales, según el último promedio de encuestas de DatosRTVE), Feijóo prefiere "evitar riesgos" no acudiendo a estas citas.

Bayón cree que esta decisión "le puede perjudicar", mientras que Simón también considera que "dejar el atril vacío cuando todos los demás van es arriesgado", como se vio en las elecciones andaluzas de 2012, cuando el candidato del PP Javier Arenas no acudió al debate planteado, lo que le perjudicó electoralmente. "Hay que ser muy cuidadoso con cómo gestiona la explicación para no ir", apunta, y cree que en este caso "es complicado" explicar esta posible ausencia.

Dejar el atril vacío cuando todos los demás van es arriesgado

Debates a cuatro, un nuevo campo de juego

Hace tiempo que los cara a cara dejaron de ser el único modelo de debate en nuestro país, con históricos encuentros como el de Felipe González y Aznar en 1993, el primero en España, o los de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en 2008, que vieron 13 millones de personas y de los que sí que hay datos que demuestran que "movieron bastantes votos y permitieron decantar la balanza en favor de Zapatero", según Simón.

A partir de 2015 irrumpieron además los debates multipartidistas, a cuatro, primero con Pablo Iglesias y Albert Rivera, y ahora con Díaz y Abascal. En estos, menos encorsetados que los cara a cara, hay un mayor riesgo, ya que "hay que gestionar las interpelaciones y ahí se te puede escapar el debate", asegura Bayón. Tampoco hay claros ganadores, apunta Simón, sino que se habla de cuál ha sido el candidato "más eficaz".

Además, al participar candidatos del mismo bloque, puede darse un mayor traspaso de votos de un partido al otro en el mismo espectro ideológico, es decir, que haya votantes que decidan, por ejemplo, votar a Sumar en lugar de al PSOE, o a Vox en lugar de al PP, mientras que antes era menos probable que un votante socialista decidiera votar a los 'populares' en un cara a cara. "Hay mucha más volatilidad de voto intrabloques que entre bloques", subraya Lorente.

En cuanto a las estrategias que seguirán los candidatos en los debates, los analistas consultados no esperan ver cambios excesivos respecto a los mensajes de la campaña. El PSOE "apelará al voto útil" y hablará de su gestión, el PP se centrará en "la falta de credibilidad del presidente", Vox en que "son necesarios para acabar con el 'sanchismo' y el consenso ‘progre' y Sumar se posicionará como "la única garantía de arrastrar al PSOE a posiciones verdaderamente de izquierdas", expone Simón.

Mientras, Bayón considera que, en la línea de lo que está ocurriendo ya en la precampaña, "el PSOE irá al ataque" contra un PP al que tachará de 'radicalizado' por sus pactos con Vox, los de Feijóo optarán por un tono más defensivo y tanto Sumar como Vox intentarán "diferenciarse de los partidos que lideran sus respectivos bloques".

Pero más allá de los mensajes y estrategias de los partidos, "los debates son interesantes porque es el único escenario en el que los candidatos están realmente igualados", a diferencia de lo que ocurre en el Congreso, donde los tiempos no son los mismos, opina Simón: "No hemos visto nunca a los cuatro en igualdad".