Enlaces accesibilidad

El perfil de las personas con problemas de adicción: entre 34 y 41 años, hombres y con problemas de salud mental

  • Los mayores de 50 años adictos al alcohol suponen ya el 18,5%, según un estudio de Proyecto Hombre
  • Las sustancias por las que se demanda mayor número de tratamientos son la cocaína (38,3%) y el alcohol (37,4%)

Por
Los mayores de 50 años adictos al alcohol aumentaron un 18,5%: Un hombre sentado en una imagen de archivo
Un hombre sentado en una imagen de archivo

El Observatorio Proyecto Hombre ha presentado este jueves el informe 2022 sobre el perfil de las personas con problemas de adicción, un análisis en el que se ha podido observar que la mayor parte de los usuarios atendidos por la asociación se encontraban en la franja de edad de entre los 34-41 años (29%). Un 81,4% de ellos, además, eran hombres, y más de la mitad del total revelaron haber experimentado problemas psicológicos y emocionales.

La edad media de las personas usuarias ha experimentado así un incremento de casi un año respecto al 2021, que ya había aumentado con relación a 2020. Desde 2013, la edad media ha subido de los 36 años a los casi 40 de 2022, y concretamente la de las mujeres es ahora unos dos años superior.

El informe, realizado sobre una muestra de 3.596 personas usuarias en 2022 de algunos de los 28 centros de Proyecto Hombre, ha revelado también que los mayores de 50 adictos al alcohol suponen ya el 18,5%, dos puntos más que un año antes. Además, se aprecia un sensible descenso de hombres que piden ayuda frente a un ligero aumento de las mujeres.

Por estado civil, dominan las personas solteras (59%) y en el caso de mayores de 50 años, un 23,5% manifiesta "estar solos", no contar con red de apoyo y vivir en una soledad no deseada.

Los problemas de adicción, además, alcanzan a todos los niveles de estudio, ya que un 42,6% ha finalizado la secundaria y un 10% cuenta con estudios universitarios.

Cocaína y alcohol, las dos sustancias más consumidas

Como en años anteriores, las principales sustancias que generan la mayoría de las demandas de tratamiento entre las personas que ingresan en Proyecto Hombre son la cocaína (38,3%) y el alcohol (37,4%), sumando ambas el 75% de los ingresos y seguidas a distancia por el cannabis (6,5%).

Atendiendo al sexo, hay una ligera diferencia. Para ellas, la sustancia principal de consumo problemático es el alcohol (47,3%) frente al 28,1% que consume principalmente cocaína, con una ligera tendencia ascendente.

Para los hombres, la cocaína es la principal fuente de consumo para el 40,5%, seguido del alcohol, un 35,3%.

Respecto al cannabis y los alucinógenos, el consumo en mayor en hombres, mientras que ellas se decantan más por ansiolíticos como las benzodiacepinas. En cuanto a la heroína, el consumo es estable desde 2018, con un 3% en hombres y 2,5 en mujeres.

La edad de inicio al consumo se mantiene en los 16 años para el alcohol en cualquier dosis y el cannabis, y en 20,7 años para la cocaína.

Con estos datos, desde Proyecto Hombre inciden en la importancia del ámbito sociofamiliar, en la inclusión desde la perspectiva de género, la inserción laboral y el apoyo médico, psicológico y psiquiátrico que facilite el acceso y la continuidad de los tratamientos.

Los trastornos psiquiátricos afectan al doble de mujeres

El informe subraya la importante relación entre abuso de sustancias y problemas de salud mental. Entre la población que acude a tratamiento a Proyecto Hombre, se observa una elevada comorbilidad entre la adicción y trastornos psiquiátricos, con una mayor prevalencia en las mujeres, prácticamente el doble que en varones.

Más de la mitad de los atendidos manifiestan haber experimentado problemas psicológicos y emocionales, así como depresión severa. Un 43,4% revela haber tenido ideación suicida y un 26,3% haber llegado a la tentativa. El 34%, además, afirma padecer algún problema médico que interfiere en su vida cotidiana, siendo la incidencia en las mujeres diez puntos superior a la de los varones.

Este patrón se repite en cuanto a la toma de medicación regular por prescripción médica, también más elevada en mujeres que en hombres. El informe también desvela que la fuente principal de ingresos de la persona que inicia tratamiento es el trabajo, seguido de ayudas de familiares o amigos y ayudas sociales, pensiones o desempleo.